Estos son algunos de los pueblos desconocidos de la Península y de las islas que merecen la pena ser visitados. Normalmente tenemos ya asimilados algunos lugares para escapadas. Pero nunca viene mal innovar y buscar nuevos destinos.
Seguro que alguno de todos estos pueblos y parajes te pillan cerca. Ahora que se acercan las fiestas y los puentes, si todo va bien, podrás visitarlos. Déjate sorprender, descubre lugares nuevos y no dejes que lo de siempre te acabe aburriendo.
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Arbo, Pontevedra
Arbo es una localidad muy poco conocida pero ideal para hacer una escapadita. Sobre todo, porque tiene una de las ferias gastronómicas más impresionantes de la zona. En la tercera semana de abril se celebra con ella el fin de la temporada de pesca.
Para conmemorar ese final, se hace una fiesta a la que acude todo el pueblo e incluso de localidades cercanas para comer lamprea. Las lampreas son una especie de anguilas, aunque no están emparentadas con ellas, que se pueden tomar empanadas, guisadas o con estofados especiales.
De hecho, en Galicia hay una ruta dedicada exclusivamente a este pescado. Esta ruta pasa por los cursos de algunos ríos como el Miño, el Tambre o el Ulla. Si nunca lo has probado, te recomendamos hacer una escapada a uno de estos pueblos desconocidos.
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La Palma, Canarias
Cuando se viaja a las islas, donde la mayoría de los turistas se quedan es en Tenerife y Gran Canaria. Y obvian algunas de las preciosas localidades de las otras islas afortunadas. Merece la pena hacer un viaje express a la isla de La Palma, esa gran desconocida.
La Palma cuenta con unos entornos naturales idílicos. También con unas playas paradisiacas. Ciudades y gentes que te acogerán con los brazos abiertos y una gastronomía que te hará enamorarte de esta isla.
Pero si por algo destaca la palma es por sus cielos. De hecho, durante todo el año se realizan excursiones nocturnas para ver el firmamento. Hay multitud de actividades astronómicas para ver estrellas y planetas.
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Mont-Roig del Camp, Tarragona
Mont-Roig del Camp es una localidad desconocida para el gran público. Sin embargo, está muy ligada al pintor Joan Miró. Desde 1911 hasta el fin de sus días, fue a veranear cada año a esta localidad situada en la provincia de Tarragona.
Miró se enamoró de Mont-Roig del Camp. Lo conoció cuando acudió allá por 1911 a curarse de una enfermedad a la masía que poseía su padre en aquella localidad. De hecho, el padre de Miró era de este pueblo.
Entre otras cosas, podremos encontrar, si lo visitamos un fin de semana, la ermita de la Virgen de la Roca, las barracas de Piedra Seca y el Museo del Aceite Solé. También se conserva la Masía del propio Joan Miró.
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Doñana, Huelva
Conocido por ser parte de la ruta del Rocío, este paraje de la provincia de Huelva tiene una costa de más de 50 kilómetros. Desde la ría de Huelva hasta la desembocadura del Guadalquivir encontramos un sinfín de entornos sorprendentes.
Desde playas vírgenes de arena blanca hasta dunas parecidas a las del desierto del Sáhara e incluso precipicios que quitan el hipo. Este entorno es ideal para todos los gustos, los que quieren una escapada más calmada y para los que buscan aventura.
Pero en este rincón de Andalucía no puede faltar la buena gastronomía de Huelva. También las rutas a caballo, las idílicas puestas de sol o los paseos sin fin por la orilla del mar. Si quieres un lugar para desconectar durante unos días, Doñana es tu destino.
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Taramundi, Asturias
Asturias es uno de los territorios más elegidos para hacer una escapada de unos días. Sin embargo, la gran mayoría de la gente va a las zonas comunes y más conocidas. En aquel territorio, todavía hay lugares por conquistar.
Taramundi es uno de esos pueblos desconocidos que debes descubrir por sus bosques, sus valles y sus paisajes. El entorno de Taramundi es una de esas joyas asturianas todavía por descubrir.
Taramundi es un pueblo en donde se trabaja el hierro. Quedan pocos herreros, sin embargo, todavía hoy se pueden visitar y descubrir cómo se trabajaba este material. Un arte tradicional que lleva pasándose de padres a hijos desde tiempo inmemorial.
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Toro, Zamora
En una hora puedes plantarte en Toro desde Madrid gracias al tren de alta velocidad. Todo es uno de esos sitios que merece la pena conocer. Lleno de lugares de ensueño y sede de Las Edades del Hombre durante un tiempo, es una ciudad que merece ser visitada.
La Vega toresana es un lugar en donde el vino tiene protagonismo propio. De hecho, todos los vinos realizados aquí tienen su propia denominación de origen. Esta denominación no tiene nada que envidiar a otros vinos españoles.
Además del vino, la gastronomía castellanoleonesa es de esas grandes desconocidas que merece la pena descubrir. Toro es un lugar ideal para hacerlo. Hay buenos restaurantes tanto en la localidad como en los pueblos de alrededor donde deleitarnos con los sabores de esta tierra.
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La Alcarria, Guadalajara
Castilla La Mancha también tiene un hueco en esos pueblos desconocidos de España a donde debemos hacer una escapadita. La Alcarria nos sonará por los libros del Premio Nobel Camilo José Cela. Esta comarca existe y está llena de pueblos maravillosos.
Entre otros lugares que podemos visitar en La Alcarria, en la provincia de Guadalajara, tenemos el paraje natural del Río Dulce. También podemos perdernos por el Hayedo de Tejera Negra. O el Pico Ocejón, una ruta desconocida y que merece la pena visitar.
La Alcarria tiene un gran contraste entre distintas zonas. Desde los encinares que parecen no tener fin hasta los cultivos de secano y las pequeñas huertas y olivares. Pero si hay un elemento que si es conocido de este territorio es la miel, la Miel de la Alcarria.
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Tarazona, Zaragoza
Zaragoza tiene muchos más pueblos con encanto que descubrir. No se limita solo a la capital y a la Basílica del Pilar. A menos de 100 kilómetros tenemos Tarazona, una localidad con una riqueza cultural y artística que sorprende.
De hecho, el casco viejo de la localidad fue declarado como Conjunto Histórico Artístico a mediados de los años 60. En Tarazona tenemos una de las fiestas más peculiares de nuestro país: El Cipotegato.
En esta fiesta, celebrada en la plaza mayor de la localidad, veremos a una especie de bufón con capucha. Este personaje será perseguido a tomatazo limpio por todas las calles de la localidad. Al final vuelve a la plaza central para ser vitoreado por todos los tarazonenses. Una fiesta que se celebra el 27 de agosto y que realmente merece una visita de fin de semana.
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