La Costa Brava es la zona de la costa comprendida entre Blanes, el municipio de la comarca de La Selva en Gerona y Portbou el municipio del Alto Ampurdán, limitando con Francia. Unos 214 kilómetros en los que se puede disfrutar de un paisaje único donde se unen la tierra, el mar y la montaña y hermosos pueblos.
Se trata de una zona de un paisaje idílico, quizás cuna por ello de múltiples artistas. Una zona que ya fue poblada por íberos, griegos y romanos como atestiguan los diferentes yacimientos que se pueden visitar. Pero en la que también se encuentran parques naturales como las Illes Medes, el Parc Natural del Cap de Creus o el Parc del Aiguamolls de l’Empordà. Una zona que no podrás recorrer sin enamorarte.
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Pals, uno de los pueblos del Baix Empordá
Pals se considera como uno de los pueblos más bonitos de la Costa Brava. Se trata de una pequeña villa que conserva su entramado de calles medieval y que tiene una población de unos 2500 habitantes. Destacan sin duda sus preciosas calles empedradas, sus murallas y edificios góticos.
El nombre de Pals deriva del latín Palus que significa lugar pantanoso. La oficina de turismo del lugar nos recomienda un itinerario para recorrerlo en aproximadamente una hora y cuarto y en el que se señalan los 10 lugares más interesantes del pueblo. Desde la Ca la Pruna del siglo XV, hoy transformada en casa de cultura, pasando por la Plaça Major, la Torre de les Hores, los restos del Castillo, la Església de Sant Pere, etc. Un lugar que sin duda dejará huella en vuestro recuerdo.
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Cadaqués, uno de los pueblos más bonitos del mundo
De Cadaqués dicen que su belleza nace de su timidez que le ayudó a conservar su esencia. Y es que es un pueblo al que aún hoy no es sencillo llegar, ubicado en el Parque Natural del Cap de Creus, en la comarca del Alt Empordá. Esto consigue convertirlo en un lugar especial para desconectar. De Cadaqués Salvador Dalí dijo que era “el pueblo más bonito del mundo”.
Cadaqués se conserva muy bien, con sus casas blanqueadas y sus estrechas calles de piedra con plantas y flores. Subir hasta la Iglesia de Santa María nos ayudará a disfrutar de una panorámica general de todo el pueblo, con sus tejados rojos y las barquitas al fondo meciéndose en el mar. Pasear por el casco histórico y luego disfrutar de la gastronomía del lugar se nos antoja un plan perfecto que podemos terminar en la playa.
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Calella de Palafrugell
La Calella de Palafrugell es uno de los pueblos más pintorescos de la Costa Brava. Es un antiguo pueblo de pescadores que tiene menos de mil habitantes. Dicen que fue aquí donde Joan Manuel Serrat compuso su tema “Mediterráneo”. Está ubicado en una costa rocosa y rodeado de pequeñas calas y ha sabido conservar la zona antigua para darle ese aire de utopía que aunque en verano se llene de turistas no impide disfrutar.
Para conocerlo bien es imprescindible recorrer su casco antiguo de estrechas calles, conocer la Iglesia de Sant Pere que data de 1884 y pasar un buen rato en la Playa de Port Bo, que también se conoce como la playa de las barcas.
Recorrer el Camino de la Ronda en aproximadamente unos 20 minutos bordeando la costa te dejará unas hermosas vistas del Mediterraneo. Mientras que los Jardines de Cap Roig con más de 1000 especies de todo el mundo y su colección de escultura contemporánea son un lugar de visita obligada.
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Tossa de Mar, uno de los pueblos del paraíso azul
Otro de los pueblos que destaca en el entorno de la Costa Brava es el de Tossa de Mar. Fue el pintor Marc Chagall quien le dio el apodo del paraíso azul. Ava Gadner que rodó aquí la película “Pandora y el holandés errante” en 1951 se declaró una enamorada del lugar. La zona vieja del pueblo está resguardada por las murallas de su castillo que se alza sobre el Mediterráneo y que tenía la finalidad de proteger a sus habitantes de los piratas.
Las playas de Tossa de Mar son de arena fina y dorada, sus aguas de un límpido azul ideal para los amantes del submarinismo. No puedes dejar este increíble pueblo sin probar uno de sus platos típicos el «Simitomba» cuya base es el pescado fresco.
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Illes Medes, en el entorno de l’Estartit
Nos vamos ahora a un archipiélago formado por 7 islas que se considera como la mejor reserva natural del Mediterráneo occidental, es un entorno perfecto para disfrutar de un turismo de naturaleza y deporte acuático. Su paraje submarino tiene un gran valor biológico y ecológico, de hecho está protegido desde el año 1990 y en el 2010 fue declarado Parque Natural Nacional Protegido.
Los paseos y las excursiones, las diferentes opciones para alojarse y la increíble gastronomía del lugar son otras de las razones por las que se disfrutará de este espectacular entorno.
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Tamariu entre los pueblos más idílicos de la Costa Brava
Tamariu está situado en la zona central de la Costa Brava, en la comarca del Baix Empordá. Es como muchos de los más hermosos pueblos de la zona, un antiguo asentamiento de pescadores. En los años 60 fue descubierto por artistas como Carmen Amaya que se enamoraron de su belleza y lo convirtieron en su hogar.
En días de temporal el agua puede llegar casi hasta las puertas de las casas. La playa tiene forma de bahía que se divide en tres zonas. Es un entorno ideal para practicar submarinismo y todo tipo de actividades acuáticas.
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Figueres
Esta es una localidad de visita imprescindible para todos los amantes de la obra de Salvador Dalí. El teatro de Figueres fue el lugar elegido por el artista para albergar su obra. Su centro histórico también es muy bonito, merece la pena recorrerlo paseando por calma por sus calles. En la casa Terradas de mediados del s.XVIII podéis visitar el Museo del juguete.
En la oficina de turismo, durante los meses de verano se organizan visitas guiadas por la ciudad. Además, desde Figueres podemos organizar excursiones de un día que nos permitirán conocer muchos pueblos y entornos de la comarca del Alto Ampurdán.
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