Los pueblos más bonitos de Sevilla para una estampa otoñal

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Ya es un tópico eso de que “Sevilla tiene un color especial”. Pero, por más tópico que sea, por más que lo hayamos leído y oído miles de veces, no deja de ser cierto. Y Sevilla, esto no suele decirse, es mucho más que la ciudad que se levanta a ambas orillas del río Guadalquivir. Ese color especial que cantaban Los Del Río podemos encontrarlo en muchos pueblos de la provincia sevillana.

Ahora en otoño, estación de la bruma y de las hojas secas, ese color especial es más bien de tonos ocres. Y la provincia de Sevilla es el lugar perfecto en el que pasar un fin de semana de ensueño. Sus coquetos pueblos son una invitación a disfrutar de estos meses previos al invierno. 

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Carmona

A solo media hora de la capital sevillana, Carmona es un pueblo que disfrutarán sobre todo los amantes del arte y la arquitectura. Esta localidad cuenta con más de 2.000 años de historia, y son unas cuantas las civilizaciones que han dejado su huella en sus calles.

Carmona es el típico pueblo de aspecto andaluz, con sus callejuelas estrechas y empedradas y sus casas de una sola planta. Su casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural, presenta numerosos atractivos que son de visita obligada. 

Si te acercas a este pueblo, no puedes dejar de conocer la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, de San Blas, de Santa María, de Santiago y la Iglesia Parroquial de San Pedro. También merece la pena acercarse a la muralla, a la necrópolis y pasear por la plaza de San Fernando.

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