Estas son las 7 maravillas de España en pueblos

España es un país cuyos rincones merecen conocerse. Tanto en nuestra vastísima costa como en las llanuras de interior, el nuestro es un país que alberga pueblos de una belleza sobrecogedora, con unos parajes naturales que quitan el aliento y un importantísimo patrimonio histórico y cultural. Es difícil elegir entre tanta variedad: los pueblos montañeses del norte, los coquetos pueblos de la costa levantina, los pueblos blancos de andalucía, las villas castellanas…Y todo ello en un mismo país.

El año pasado hubo un jurado de expertos en la materia que se propuso seleccionar las siete maravillas de España en el mundo rural. Una tarea difícil, pues son miles y miles los pueblos esparcidos por todo el territorio nacional. De entre veinte candidatos, y tras un mes de deliberaciones, la plataforma Homeaway seleccionó las siete joyas rurales dispersas por toda la geografía de nuestro país. Merece la pena visitarlas todas al menos una vez en la vida.

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Bárcena Mayor, Cantabria

Este pueblo de la cornisa cantábrica presenta todos los alicientes de la zona. Situado en pleno Parque Natural de Saja y Besaya, en medio de un imponente valle de verdes colinas y cielos nublados, es un lugar que no pueden dejar de visitar los amantes de la naturaleza y de los deportes de montaña. La cercana Cascada del Pozo del Amo es una excursión obligada si vas a Bárcena Mayor. 

Pero cualquiera que haya estado en Cantabria sabe que el natural no es su único atractivo. La arquitectura típica de la zona, con sus bellas portaladas y los balcones de mampostería y madera, es un aliciente más para trasladarse a esta región norteña. Los numerosos caseríos señoriales del pueblo hacen de los paseos por Bárcena Mayor toda una experiencia estética. 

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Cehegín, Murcia

Bastante más al sur está la localidad de Cehegín, en la comunidad murciana. Este pueblo, de origen medieval, fue levantado en su día de forma estratégica en un cerro elevado. En la parte más elevada, dominando el skyline, está la Iglesia de la Magdalena, como un ángel custodio que domina el pueblo desde las alturas. El empinado trazado de las calles es de lo más peculiar y encantador de Cehegín. 

Hay un cierto caos en la disposición del pueblo que es parte de su gracia y atractivo. Casas con fachadas desconchadas, otras pintadas de azul, algunas de blanco…El patrimonio histórico y arquitectónico de Cehegín es digno de admiración. Podemos visitar los restos de lo que un día fue la muralla defensivo, así como una serie de palacios de planta antigua: el palacio de la Tercia, el palacio de los Fajardo o la casa Jaspe. 

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Puebla de Sanabria, Zamora

Un pueblo zamorano para morirse de frío en invierno. Pero eso es parte del encanto de esta localidad localizada en las montañas castellanas, ya muy cerca de la frontera con Galicia. Muy cerca del pueblo está el famoso Lago de Sanabria, que es perfecto para darse un chapuzón en verano y para pasear en cualquier época del año. Desde su orilla se ve el pueblo, el castillo y un entorno natural de fabulosa riqueza y esplendor. 

El casco antiguo, con sus calles empedradas, es uno de los más bellos y mejor conservados de España. Parece que hemos viajado en el tiempo y que estamos de vuelta en el siglo XV, de cuando data el castillo del pueblo. Mención aparte merece la gastronomía de la zona, sabrosa y muy variada. Algunos de los platos típicos son el pulpo a la sanabresa, la lengua estofada, la sopa de cocido o la crema de ortigas con carabineros.

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Zafra, Badajoz

Casi mil años de historia tiene a sus espaldas el pueblo de Zafra, en la provincia de Badajoz. Fue levantado originalmente como una fortaleza defensiva en la frontera entre los reinos de taifas de Sevilla y Badajoz. Este pueblo, conocido como “la Sevilla chica”, ha sido declarada conjunto histórico-artístico de interés nacional por su imponente monumentalidad y valioso patrimonio cultural. 

Adentrarse en esta villa, con su mezcla de elementos defensivos y andalusíes, es una experiencia estética única. Merece la pena pasearse el pueblo de abajo arriba y de arriba abajo durante horas. Especialmente reseñables son las plazas principales del pueblo y el Palacio del Duque de Feria, que es a día de hoy un Parador Nacional.

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Tazones, Asturias

Un encantador pueblo marinero de la costa asturiana, mucho menos conocido que Cudillero. Como es típico en esta zona de España, el mar está a muy pocos kilómetros de la montaña, lo que confiere al paisaje y al entorno natural una belleza y exuberancia fuera de lo común. El casco urbano está cuidado hasta el mínimo detalle, con sus pintorescas casas blancas a pocos metros de la orilla y sus balcones pintados de rojo o de azul. 

La gente de Tazones vive sobre todo de la pesca, y eso explica la fabulosa gastronomía que encontramos en los restaurantes del pueblo. Especialmente recomendables los fritos de pixín, es decir, la merluza frita, así como las sardinas. El pueblo presenta asimismo una curiosidad histórica por haber sido el lugar en el que desembarcó el Emperador Carlos V tras un largo periplo fuera del país.

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Estella, Navarra

Por este pueblo localizado en la Ribera Alta navarra pasan cada año miles de peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela. La ruta del camino cruza sobre el emblemático puente de la Cárcel, atraviesa el antiguo barrio judío del pueblo y pasa junto las iglesias románicas de San Pedro de la Rúa y de San Miguel. Estella, además de sus parajes naturales, es una joya histórica y arquitectónica. 

También merece la pena acercarse al Palacio de los Reyes antes de salir del pueblo. En los alrededores podremos perdernos entre fuentes, riachuelos, montañas y bosques. Especialmente bello es el paisaje en las semanas del otoño, cuando las hojas empiezan a teñirse de color ocre y anaranjado. 

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Cantavieja, Teruel

Cantavieja está situado en la provincia de Teruel, que existe y resiste. Es un pueblo de trazado y aroma medieval, localizado en el mismo corazón de la zona del Maestrazgo. Todo él está rodeado y plagado de miradores que ofrecen unas imponentes vistas a los parajes naturales que la circundan. Para los aficionados a la historia, hay dos cuevas con pinturas rupestres que merecen una visita, y son la cuevas de la Masía del Tosco y el Cerradico Casa Granja.

Dentro del pueblo basta con dejarse perder por sus intrincadas callejuelas. Llegaremos así sin proponérnoslo a sus rincones con más encanto. Se trata de la Plaza del Cristo Rey, la Iglesia de la Asunción, el mirador de El Portillo y el castillo.

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