El Tesoro reduce a 32.000 millones las emisiones hasta final de año

El Tesoro Público ha decidido reducir en 15.000 millones de euros el volumen de financiación previsto para 2020, lo que supone que las emisiones netas del ejercicio serán de 115.000 millones y la financiación bruta ascenderá a 282.137 millones. En consecuencia, se rebajan de 47.000 millones a 32.000 millones las necesidades de financiación en lo que resta de año.

De estas, 10.000 millones se cubrirán con el SURE y los 22.000 millones restantes con emisiones de mercado.

El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, ha explicado que las buenas condiciones de financiación, la mejora en la evolución de los ingresos previstos, las amortizaciones anticipadas de las comunidades autónomas, la estimación «prudente» realizada en mayo y la gestión «eficaz» del Tesoro han permitido reducir el volumen de financiación de este año.

El Tesoro revisó en mayo su programa anual de financiación y elevó en 100.000 millones las emisiones previstas en 2020 para hacer frente a las necesidades adicionales de financiación como consecuencia de las medidas puestas del Gobierno con las que hacer frente a la epidemia de coronavirus.

Entonces, las emisiones netas previstas pasaron de 32.500 millones a 130.000 millones, y las emisiones brutas, de 196.504 millones a 297.352 millones.

Sin embargo, el Tesoro ha decidido reducir en 15.000 millones la financiación prevista para este año, con lo que las emisiones netas quedan en 115.000 millones y las brutas en 282.137 millones.

Tras esta reducción, las necesidades de financiación bruta hasta final de año pasan de los 47.000 millones a los 32.000 millones. De esta cantidad, el organismo prevé que aproximadamente 10.000 millones se cubran con el nuevo instrumento europeo de ayuda al desempleo SURE en 2020, una vez que la Comisión Europea ha anunciado el comienzo de su programa de emisión.

Estos fondos se destinarán a atender los gastos de los distintos programas puestos en marcha para reducir el impacto sobre el empleo del Covid-19. El resto de fondos asignados a España, hasta completar los 21.325 millones aprobados, se recibirá en 2021.

Al cubrirse esos 10.000 millones de euros con el SURE, el Tesoro solo precisará de una captación de 22.000 millones de euros en el mercado de capitales, por lo que no se prevén más emisiones sindicadas en 2020.

EL COSTE DE LA DEUDA MARCA MÍNIMOS HISTÓRICOS

Según datos del Tesoro, el coste medio de las nuevas emisiones se ha ido reduciendo a lo largo del año y se sitúa en el 0,23%, nivel idéntico al de 2019, lo que ha permitido que el coste medio de la deuda en circulación haya seguido bajando y se sitúe en el 1,93%, un nuevo mínimo histórico.

En paralelo, ha aumentado la vida media de la cartera de deuda del Estado a niveles máximos, situándose actualmente en 7,75 años.

Según el Tesoro, a pesar del incremento de las necesidades de financiación, la reducción de los costes va a permitir que disminuya el pago de intereses y se contenga el esfuerzo requerido para atender a su pago.

La vicepresidenta tercera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ya avanzó el martes durante la presentación del nuevo cuadro macroeconómico que España podría conseguir este año un ahorro de entre 2.000 y 2.800 millones de euros en el coste de la deuda gracias al SURE, entre otros factores.

Desde el Tesoro subrayan que se han implementado distintas medidas para gestionar de manera eficiente el incremento de la financiación, ya que ha aumentado el tamaño de las subastas y ha flexibilizado las condiciones para participar en la segunda vuelta. También se ha recurrido en mayor medida al procedimiento de sindicación bancaria, habiendo emitido un volumen nominal de 52.000 millones de euros a través de cinco emisiones.

Igualmente, se han emitido nuevas referencias, destacando la emisión a 7 años realizada en marzo, que fue «pionera en el mercado europeo», y la sindicación a 10 años realizada en abril, que fue la mayor de la historia del mercado de capitales y registró la demanda más alta recibida por cualquier emisor público o privado, hasta ese momento, para una sola referencia.

Por último, subraya que el esfuerzo de los últimos años de ampliar y profundizar la base inversora ha permitido que el peso de los inversores no residentes se mantenga en el 47%. Asimismo, a pesar del fuerte incremento de las inversiones, la ratio de cobertura se ha incrementado de forma «notable», especialmente en los tramos más largos, lo que «pone de manifiesto la confianza de los inversores».