El IEE rechaza la subida de impuestos y dice que la presión fiscal sobre PIB ha aumentado un 6,5%

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ve «contraproducente» la subida de impuestos prevista para el proyecto de Presupuestos de 2021, ya que la carga fiscal de ciudadanos y empresas es «excesiva», tras haber empeorado cuatro puestos, hasta el 27 de 36, la posición de España en materia de competitividad fiscal.

En este sentido, advierte de que la presión fiscal en relación al PIB ha aumentado un 6,5% este año, frente a la reducción de la mayoría de países. Además, señala que la progresividad del IRPF es ya un 17% superior en España respecto a la media europea.

Así lo han explicado el presidente y el director general del IEE, Íñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo, respectivamente, durante la presentación telemática del informe ‘Competitividad Fiscal 2020’, en la que han rechazado la subida de impuestos ante la actual crisis y la prolongación del Estado de alarma con restricciones que llevan a prever una caída de PIB «más cercana al 15% que al 10%».

El Índice de Competitividad Fiscal, (ICF) muestra que España se sitúa este año en la posición 27 del total de los 36 países analizados, cuatro puestos menos, lo que refleja una «pérdida notable de competitividad fiscal», principalmente por la postura mayoritaria del resto de países de bajar impuestos.

Fernández de Mesa ha explicado que, aunque no se pudieron subir impuestos el año pasado al no aprobarse los Presupuestos de 2019, España realiza un esfuerzo fiscal en relación al PIB un 6,5% superior al de la Unión Europea, que ya de por sí es «bastante elevado» en el contexto internacional, muy por encima del de otros países de la OCDE. Entre los grandes países, solo Italia presenta una presión fiscal mayor, debido a que la recaudación tributaria ha caído menos que la caída del PIB.

No obstante, ha indicado que teniendo en cuenta la economía sumergida, que en España alcanza el 22% según el FMI frente al 13% de la UE, la presión fiscal es muy similar a la de la media de la UE, del 44,5% frente al 45%, respectivamente.

De hecho, Fernández de Mesa ha asegurado que la presión fiscal efectiva de la UE y la de España son elevadas en las comparativas internacionales y «notablemente superiores» a la de otros países de la OCDE, como son Estados Unidos, Japón, Suiza, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda o Canadá, la mayoría de ellos con presiones fiscales efectivas inferiores en más de 10 puntos a la española.

Con relación a su renta, España realiza un esfuerzo fiscal un 6,6% superior al de la Unión Europea, según el informe desgranado por el presidente del IEE, que también ha resaltado que ya de por sí es bastante elevado en el contexto internacional, muy por encima del de otros países de la OCDE.

TRIBUTACIÓN EMPRESARIAL Y FISCALIDAD NORMATIVA

Respecto a la tributación empresarial, según Eurostat y recoge el informe, la presión fiscal de las empresas, considerando como tal la imposición a las empresas y las cotizaciones sociales a cargo del empresario es en España (11,1% del PIB) sensiblemente superior a la del conjunto de la Unión Europea (9,6% del PIB). Excluyendo la economía sumergida alcanzaría este indicador el 14,2% sobre el PIB frente al 11,1% de la UE.

Por impuestos, sobre la presión fiscal normativa sobre el Impuesto sobre Sociedades muestra que el ‘gap’ es aún mayor, ya que la presión fiscal normativa es un 22,6% más elevada que la media de la UE, y un 15,8% superior al promedio de la OCDE, bajando del puesto 22 al 28.

En el ámbito de la imposición patrimonial, España es la segunda peor, solo por detrás de Italia, siendo un 40,9% peor que la de la UE, y un 39% menos competitiva que el promedio de la OCDE.

Por su parte, la cuña fiscal, que mide la diferencia entre el coste laboral que supone para la empresa tener un trabajador contratado y el salario neto final que recibe dicho trabajador, se sitúa en España en el 39,5% en 2019. Esto supone que el salario neto que finalmente recibe el empleado constituye el 60,5% del coste laboral. España se sitúa por encima de la media de la OCDE, que es del 36%, en la posición 15 de 36 analizados.

LA PROGRESIVIDAD EN IRPF ES UN 17% SUPERIOR A LA MEDIA DE LA UE

Igualmente, el estudio muestra que España se sitúa, según el indicador de progresividad elaborado por el IEE a partir del análisis de la OCDE, entre los países donde el impuesto sobre la renta es más progresivo (117,1), siendo un 17% más progresivo que el promedio de la UE (100) y 5,7 puntos porcentuales mayor que en la media de la OCDE (111,4).

En esta línea, ha apuntado que en Alemania están exentas de pago las rentas de menos de 9.000 euros y en España el mínimo es de 12.000 euros, mientras que en los tramos altos las rentas de más de 200.000 euros y con un patrimonio de diez veces su renta, en España pagan el 52% y en Alemania un 48%.

Tanto Fernández de Mesa como Izquierdo han avisado de que una subida de los tipos puede penalizar la atracción y retención de talento y el capital humano más productivo, así como provocar una merma de recaudación.

EFICIENCIA EN EL GASTO EN VEZ DE SUBIR IMPUESTOS

Por todo ello, el presidente del IEE cree que «no es el momento» para proceder a un aumento de impuestos, ya que deprimiría el consumo y afectaría a la recuperación y la mayor parte de países del entorno van en la «dirección contraria», como Alemania, Francia, Estados Unidos o Italia, y porque podría provocar fuga de talento y un «escaso» impacto recaudatorio, máxime cuando la progresividad fiscal y la presión fiscal ya son mayores.

En su lugar, pide en el corto plazo aumentar las bases imponibles a través del crecimiento y el empleo, acometer un mayor control del gasto, ya que homologando la eficiencia a la OCDE se podrían ofrecer los mismos servicios públicos con un 14% menos de gasto, y más adelante una revisión de impuestos in directos, más que directos, con poca distorsión a nivel económico.

No ve adecuado «ni ahora ni en el futuro» subir el IVA a educación y sanidad privada o IRPF ante el efecto «distorsionador» que provocaría, como tampoco eliminar deducciones fiscales a los planes de pensiones, porque fomenta el ahorro y España ya es de por sí de los países con menos incentivos a estos productos.

BAJAR UN 10% COSTES LABORALES CREARÍA 800.000 EMPLEOS

En cuanto a los costes laborales, Izquierdo ha explicado que en España las cotizaciones sociales (a cargo de las empresas y de los trabajadores) representan el 11,7% del PIB, por debajo de la media de la UE-27 (13,3%), según datos de la CE de 2018. Tanto a cargo de trabajadores (3,2% del PIB), como de las empresas (8,6%), son mayores que las de la UE (5,9% y 7,4%, respectivamente).

Ante ello, Izquierdo ha pedido impulsar la creación de empleo para ensanchar la base de trabajadores y ha explicado que por cada 10% que bajen los costes laborales (cotizaciones y retenciones de IRPF) se crearía un 4% más de empleo, alrededor de 800.000 puestos de trabajo.

Si España se alcanzase una tasa de desempleo similar a la media de la UE-27 (alrededor del 7%), la creación de aproximadamente 1,9 millones de puestos de trabajo, con un incremento de la cotización cercano a los 14.000 millones de euros y un alza de 1,2 puntos del PIB en la ratio de cotizaciones a la Seguridad Social en porcentaje del PIB, que pasaría del 11,7% al 12,9%.