El ERE de Ibercaja podría afectar a 790 empleados y suponer el cierre de 220 oficinas

La dirección de Ibercaja ha informado a los sindicatos de que el expediente de regulación de empleo (ERE) que van a empezar a negociar podría afectar a un máximo de 790 empleados –el 15 por ciento de la plantilla– y 220 oficinas –el 21 por ciento de la red–. Este martes se ha conformado la mesa de negociación.

Fuentes de la dirección del banco ya han adelantado que el objetivo es primar la voluntariedad y el factor de edad en las salidas. Este expediente llega después de que, ante la situación sanitaria, aplazasen otro ERE que estaban negociando y que, según la propuesta inicial de la dirección, iba a suponer la salida de 550 trabajadores y el cierre de 160 oficinas.

Este martes, durante la configuración de la mesa de negociación, el banco ha pedido a los sindicatos que el periodo informal de consultas del ERE sea más reducido. Algo que desde CCOO ya han anunciado que, en principio, aceptarán.

El convenio de la entidad marca que el citado periodo previo de consultas dure 15 días, al que le sigue el mes de negociación formal de ERE marcado por ley. Pero, ante las circunstancias sanitarias y dado que ya se estuvo hablando en el proceso de ERE previo a la declaración del estado de alarma por la pandemia, la dirección de Ibercaja ha solicitado que este periodo previo se limite a dos reuniones más; una este viernes y otra la semana siguiente.

Según han precisado fuentes sindicales, en la próxima reunión se aportará la documentación más detallada de la propuesta de ERE de la empresa y confían que se aporte, entre otras cuestiones, la distribución geográfica de los cierres de oficinas y salidas de empleados.

CAUSAS

La dirección de Ibercaja ha señalado que las causas de este ERE son las mismas que las expuestas antes del estado de alarma, aunque más cargadas por la crisis del coronavirus. En su momento, el banco detalló que el expediente respondía a razones económicas y organizativas frente a la falta de rentabilidad del sector.

Además, ahora hay dos factores que en estos últimos meses han cambiado: el primero las presiones sobre la rentabilidad –menos actividad económica y más morosidad– y el segundo es que los tipos de interés se han hundido. En concreto, el Euribor, que se prevé que hasta 2025 vaya a estar en niveles negativos.

Asimismo, hay otro factor que ha sido la digitalización de los clientes que en estos meses de pandemia ha aumentado de manera considerable. En este contexto, el banco ha considerado que es un proceso «totalmente inevitable para abordar la competitividad».

La dirección de Ibercaja ha remarcado que empieza esta negociación con voluntad de encuentro y diálogo, además de con la intención de primar la voluntariedad y el factor de edad en las salidas.