El comité de Alcoa culpa al Gobierno de dejar «en manos de los trabajadores» el futuro de la planta

El presidente del comité de empresa de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, ha cargado este martes contra el Gobierno central por dejar «en manos de los trabajadores» y de «sus abogados» el futuro de la factoría de aluminio situada en Cervo (Lugo).

En este sentido, Zan ha confesado que la «espera» de una solución ante el cierre que pretende la multinacional estadounidense se está haciendo ya «bastante larga». «De momento, con los únicos que tenemos contacto es con la Xunta. Con el Gobierno central hace más de un mes que prometieron una reunión y desde entonces ni cogen el teléfono», ha afeado.

El sindicalista de Comisiones Obreras (CC.OO.) ha vuelto a insistir en que la continuidad de la planta de San Cibrao pasa por «una solución política». Sin embargo, ha añadido, el Ejecutivo central «lo está dejando todo en nuestras manos y de nuestros abogados».

«Salen en las noticias diciendo muy buenas cosas sin hacer nada y en los ‘tuits’ poniéndose medallas que ni siquiera les corresponde», ha añadido.

Mientras tanto, Zan ha asegurado que los trabajadores mantienen «el campamento montado» con sus protestas a los pies de la factoría, aunque con la crisis de la COVID-19 han tenido que «hacer unas restricciones muy grandes para que no se produzca ningún contagio». «Podría ir en contra de nosotros porque podría pararse la producción», ha explicado a este respecto.

«Nosotros estamos en un proceso continuo, no podemos parar y si cometemos un error y tenemos un contagio dentro de la fábrica puede ser dramático para nosotros», ha insistido.

UNAS PROTESTAS «DISTINTAS»

No obstante, el presidente del comité de empresa ha avanzado que van a seguir con las protestas, aunque ha resaltado que también tendrán que ser de «una forma distinta porque con la COVID-19 hay que tener cuidado con las movilizaciones masivas». «Ahora hay que configurarlas de otra forma», ha señalado.

Por cuanto a la dirección de Alcoa, José Antonio Zan ha destacado que por San Cibrao «no viene nadie». «No quieren nacionalizarla, pero ya la hacemos (los trabajadores) funcionar nosotros solos», ha concluido.