viernes, 29 marzo 2024 7:38

Villarreal-FC Barcelona: oda al fútbol

Villarreal y FC Barcelona deleitaron a los asistentes al Estadio de la Cerámica con un partido para enmarcar (4-4). Los culés se adelantaron (0-2) al cuarto de hora de juego merced a los tantos de Coutinho, quien también estrelló un tiro contra la madera, y Malcom, un hombre que, a la chita callando, se va haciendo un hueco semana tras semana en el corazón de la parroquia azulgrana.

Sin embargo, el cuadro castellonense no bajó los brazos en ningún instante. Samu Chukwueze, una de las auténticas revelaciones de LaLiga en el presente curso 2018-2019, atinó en segunda instancia para perforar el fondo de las mallas de la meta custodiada por Ter Stegen, el mejor del Barça (sí, han leído bien, el muro blaugrana fue el MVP de los suyos pese a encajar cuatro dianas). El duelo llegaba al entreacto con la mínima ventaja para los visitantes (1-2).

Valverde optó, como era previsible, por apostar por las rotaciones. Ter Stegen bajo palos; Sergi Roberto y Jordi Alba en los laterales, protegidos en el centro de la retaguardia por Umititi (aún bajo de forma) y Lenglet; Busquets, Arthur y Vidal formaron el trío de ases en la medular; mientras que Malcom, Coutinho y Luis Suárez fueron los elegidos por el ‘Txingurri’ para materializar las ocasiones en el fortín del Submarino Amarillo.

La segunda mitad también arrancó con un ritmo frenético, pero en esta oportunidad sería el equipo liderado por Javi Calleja el que golpearía primero. Ekambi, previa asistencia (precedida de un error en la entrega) de Chukwueze, sorprendería a Ter Stegen con un centro-chut que significaría el empate a dos en Castellón. Se desató la locura entre la afición groguet, que necesitaba una inyección de autoestima después del varapalo sufrido el pasado sábado en Balaídos.

Iborra, futbolista que está recuperando el nivel mostrado en Levante y Sevilla tras su etapa en el Leicester, daría la vuelta a la tortilla al ejecutar una definición de verdadero killer para colocar el 3-2 en el marcador. Y la historia no quedaría en esa acción magistral del bueno de Vicente. Con Messi en el terreno de juego, el Villarreal sería capaz de doblar su renta gracias a un fantástico tanto de Bacca, que se benefició de un pase en profundidad de un genio del balón como es Santi Cazorla.

Parecía que el Barça iba a claudicar nuevamente en el campeonato doméstico, algo que no sucedía desde que el Real Betis asaltara el Camp Nou en aquel partido épico en la Ciudad Condal (3-4). Leo Messi, el mejor futbolista del mundo y, en mi opinión, de la historia, haría experimentar un terrible déjà vu al Villarreal con un extraordinario lanzamiento de libre directo que se coló exactamente en la escuadra de la meta protegida por Asenjo (algo que ya hizo hace dos campañas en el mismo escenario, precisamente en el primer duelo tras el parón de Navidad).

4-3. Comenzaba el runrún entre los seguidores del conjunto local, quienes estaban realmente nerviosos y tensos ante la posibilidad de perder dos puntos después de los tres que desperdiciaron en Vigo durante el fin de semana. Última jugada de la contienda. Messi cuelga un saque de esquina en busca de un milagro, un milagro que iba a tener nombre y apellido: Luis Suárez. El charrúa recogió el esférico a la altura de la medialuna, ligeramente escorado en el perfil diestro del ataque azulgrana, para empalar el esférico con una precisión y potencia sublimes, haciendo inútil la estirada del que fuera arquero de Pucela, Málaga y Atlético de Madrid y rescatar un punto para el líder sobre la bocina (4-4).

¿Hay Liga? La respuesta la tendremos este sábado 6 de abril, desde las 20:45 horas, en el Camp Nou en esa final por el entorchado entre culés y rojiblancos. Los de Simeone no tienen nada que perder, pero sí mucho por conquistar. Por su parte, Ernesto Valverde tendrá que estimular a sus hordas (más aún) sin perder de vista el duelo del miércoles 10 de abril en Old Trafford, donde afrontará la ida de cuartos de final de la Champions League ante el Manchester United (barrera psicológica para los culés tras los batacazos con Atleti, Juve y Roma).