Con el mercado de fichajes apunto de comenzar son muchos los clubes que están atentos a ver que pueden cazar para fortalecer sus equipos. Sin embargo, mientras algunos equipos tienen aciertos muy buenos o fichajes inesperados que funcionan de maravilla, otros cometen errores garrafales que les terminan pasando factura de cara a expertos y aficionados.
Algunos sorprenden por ser desconocidos, otros más porque se espera tanto de ellos que duele verlos no funcionar, pero asombra mucho más cuando los timados son equipos grandes que contratan jugadores inflados por sus agentes o engañados por sus actuaciones esporádicas y estos no terminan dándole los frutos esperados.
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Faubert es el pináculo de los fichajes desastrosos
Entre las contrataciones más surrealista que se recuerden en la historia del fútbol mundial se encuentra en la cima, sin duda alguna la de Julien Faubert. El francés sorprendió a propios y extraños cuando el Real Madrid anunció a los cuatro vientos su cesión por 1,5 millones de euros, con una opción de compra de 6 millones, en el mercado de invierno. Sin embargo, tras unos pocos entrenamientos quedó claro que fue un error total. Con solo 60 minutos jugados de blanco (repartidos en dos partidos), Faubert regresó al final de temporada al West Ham y es más recordado por anécdotas como cuando se durmió en el banquillo en el duelo ante el Villarreal. Sin duda, el único que de verdad se lució fue su agente.
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Chigrinskiy el gran error de Guardiola
Pep Guardiola dejó una estela imborrable en el club catalán, pero como todos los hombres, también tuvo algunos errores. La equivocación más sonada del entrenador catalán fue sin duda alguna la contratación del defensor central Dmitro Chigrinskiy. El estratega quedó prendado de él tras verlo brillar en un duelo que tuvieron los blaugranas ante el Shakhtar Donetsk y pagó 25 millones de euros para llevárselo, pero al parecer esa fue la única ocasión en la que sobresalió, porque rápidamente quedó claro que en el Barça no funcionaría. Relegado por sus fallos y su lentitud solo disputo 12 partidos y en 2010 regreso a Ucrania.
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Massimo Taibi está en la historia negra del United
Uno de los fichajes más increíbles del Manchester United fue el del portero Massimo Taibi. El italiano es recordado como una de las peores contrataciones que realizó Sir Alex Ferguson y es que el entrenador escocés esperaba un guardameta fiable y de garantías y lo que obtuvo fue una especie de predecesor de Karius, pero 10 veces peor. Taibi solo jugó cuatro duelos en el campaña 1999-2000, pero para la memoria dejó un error garrafal ante el Southampton y ser la cara de la derrota por 5-0 que se tragaron los ‘Diablos Rojos’ ante el Chelsea.
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Renato Sanches se convirtió en un pufo para el Bayern
El portugués surgió de las inferiores del Benfica y desde temprana se perfilaba como una verdadera roca en el mediocampo. Sus buenas actuaciones con el equipo de ‘Las Águilas’, con las que el 2016 obtuvo Liga y Copa, además de su gran desempeño con la selección de Portugal, con la que se proclamó campeón de la Eurocopa 2016, lo llevaron a fichar por el Bayern Múnich por 35 millones de euros, más 45 millones en variables que todos pensaron se podían cumplir, pero nada más alejado de la realidad. Con los bávaros solo estuvo tres temporadas en las que pasó sin pena ni gloría, solo disputó 54 duelos y marcó 2 tantos, números muy pobres para un futbolista que de Golden Boy (2016) pasó a fiasco en poco tiempo.
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Douglas Pereira fue un fichaje de comedia
Lo de Douglas Pereira con el Barcelona es uno de los casos más inexplicables que existen, tanto como para ser investigado en «Expediente X». El lateral derecho brasileño fichó con el club azulgrana por cinco años, tras pagar 4 millones de euros al Sao Paulo, para convertirse en el relevo natural de Dani Alves, pero nada más alejado de la realidad. Al final durante esas cinco campañas, en las que pasó la mayoría de ellas cedido en otros clubes, solo se enfundó la camiseta culé en ocho duelos. Lo más resaltante que hizo en el Barça fue lesionarse el trasero viajando en el autobús del club. Se cuenta y no se cree.
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