Rafa Nadal ha vivido una dilatada carrera en las pistas y circuitos de tenis desde su debut en aquel lejano 2001, con tan solo 15 años, donde a partir de entonces ha recorrido las mejores pistas del mundo para enfrentarse a los mejores, logrando números 1 en el ránking, oros olímpicos… y también ha experimentado lesiones.
Porque, para llegar a ese momento culmen del deportista balear, Rafa Nadal se ha enfrentado a una gran cantidad de estas lesiones, algunas haciéndose trabas peligrosas. Aquí, mostramos un historial amplio de ellas en sus 19 años de carrera profesional, pero que no han impedido que se convierta en uno de los tenistas más grandes de todos los tiempos, sino el que más.
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La primera importante de las lesiones de Rafa Nadal llegó en Roland Garros 2003: una fisura de codo le dejó sin jugar
Sobre Rafa Nadal se podría decir, en el mejor sentido de la palabra, que no hay premio sin sacrificio, también en lo que respecta a su salud. Y el manacorí así lo ha hecho valer al mundo. Porque detrás de todos esos números 1, ‘Grand Slams’, 12 prestigiosos Roland Garros, medallas olímpicas, Copas Davis… han llegado muchas lesiones por el camino.
Algunas tan graves, incluso, amenazándole con una retirada antes de tiempo. Porque, entre todas, el tenista español ha tenido hasta el momento una carrera con casi tantas lesiones como éxitos. La primera que recordamos y que seguro que Rafa se acordará con gran enfado se remonta al 2003, dos años después de su debut en el circuito.
En aquel mes de mayo se disputaba el torneo de Roland Garros para Rafa Nadal, quien ya se veía con posibilidades de hacer algo grande en el más importante de tierra batida. Pero no pudo jugar ya que sufrió una fisura en su codo derecho tras una caída mientras entrenaba en Manacor con su tío Toni que le tuvo un mes fuera de las pistas antes de regresar en Wimbledon. Dos años más tarde, se hizo con su primera Copa de los Mosqueteros.
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La fractura por estrés en el pie izquierdo de Rafa Nadal en Estoril 2004 que le obligó a perderse otras 6 competiciones por lesiones
Y si en 2003 terminaba por perderse el gran torneo que ansían la mayor parte de los tenistas, la temporada siguiente, la del 2004 no fue tan distinta a lo que se refiere a las lesiones, ya que en el plano deportivo el balear se había hecho ya con el primer trofeo grande de su carrera: el ATP 250 de Sopot (Varsovia).
Sin embargo, en el terreno de la salud física, Rafa Nadal vivió aquel 2004 una de las lesiones más importantes. Nadal no pudo competir en la temporada de tierra por una fractura por estrés en su pie izquierdo que le obligó a abandonar en el torneo de Estoril, en abril de ese año. Esta lesión, que le impidió competir en Montecarlo, Barcelona, Roma, Hamburgo, Roland Garros y Wimbledon, le tuvo 3 meses fuera antes de regresar a la competición en Bastad.
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Las rodillas y el cúmulo de lesiones del año 2005 que dejaban en el aire la continuidad de su carrera
El año 2005 marcó un antes y un después en el devenir de Rafa Nadal, bien en las pistas, pero también fuera de ellas por obligación. Y es que empezó a escuchar los primeros rumores de que su carrera podría estar pronta a acabarse, casi antes de empezar. A nivel de lesiones el peor momento fue la lesión del pie en 2005, recuerda siempre el de Manacor.
Los médicos le aconsejaron que lo dejara, que no podría aguantar los entrenamientos y la tensión de los partidos. Más de quince años después -y muchas pruebas para cambiar los apoyos de los pies-, solo en las pesadillas recuerda aquel momento. Entre ellas, una tendinitis en las rodillas le afecta en Madrid, aunque gana el torneo y cierra el año de su consagración con 11 títulos.
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Las lesiones de espalda, pies y pérdida de fuerza de Rafa Nadal en 2006
Los resultados de manacorí, que ha conquistado al menos un grande desde 2005, así como su constante presencia entre los tres mejores desde hace siete años, reflejan que el mallorquín no se lesiona más de la media. Las rodillas, sin embargo, le martirizan, incluso a día de hoy. Por lo que a partir de esa fragilidad, Rafa Nadal se vio ante un camino que conoce bien.
intentar escalar, como tantas veces, desde el abismo del dolor al Olimpo del triunfo. Es así que un año más tarde de aquella sonada temporada 2005 plaga de lesiones, vuelve a estar de baja más tiempo del que le hubiera gustado. Los problemas en los pies continúan y se añaden los dolores de espalda que lo dejan sin participar en Australia. Además, una pérdida de fuerza acompañada de calambres en el brazo le impiden continuar en Cincinnati en 2007.
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Las lesiones y grandes dolores en los tendones y cuadricipitales de aquel exigente 2008 de Rafa Nadal
Llegamos a 2008, uno de los años más importantes en la dilata carrera de Rafa Nadal. ¿Quién no recuerda esa exquisita final y victoria de casi cinco horas ante Roger Federer en Wimbledon? Para entonces, el balear llevaba años jugando con esparadrapos alrededor de los tendones rotulianos, intentando mitigar un dolor que también se le acabaría trasladando a los cuadricipitales.
Hasta su renuncia a participar en los Juegos de 2012, nunca había afrontado una decisión tan amarga como aquella que tomó en 2008: no competir en la Copa de Maestros ni en la final de la Copa Davis, contra Argentina y en Mar del Plata, por los dolores que sufría. Fue la factura de un año extremadamente exigente, en el que conquistó por primera vez el número uno, el oro olímpico y Wimbledon.
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2009: Las rodillas del manacorí empiezan a resentirse seriamente y preocupan su carrera
En 2009, después de firmar un grandísimo 2008 con el histórico doblete Roland Garros-Wimbledon, no fue nada del agrado del español ni de sus más fieles seguidores. A ese año él mismo lo describe como ‘el maldito 2009’ por sus continuos problemas físicos que le lastraron; sus sempiternos problemas en las rodillas provocaron ver uno de los peores años del balear.
Los peores presagios sobre su recuperación se cernían sobre su persona. Así, son esas rodillas de Rafa Nadal las que comienzan a resentirse seriamente y a preocupar la carrera del manacorí. Empiezan a cambiar sus movimientos sobre la pista, sobre todo el servicio, el movimiento que más exige la flexión-extensión de rodilla. Es ahí cuando renuncia a jugar en Queen’ s. Prueba el estado de sus rodillas en una exhibición disputada en Hurlingham Club de Londres. Cae derrotado y decide no participar en Wimbledon.
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Las lesiones de espalda, otro de los agravantes del tenista: su peor momento, 2014
En una lesión tan recurrente como la espalda en el mundo del tenis -es un deporte asimétrico y los golpes siempre recaen más en un lado que en otro del cuerpo-, Rafa Nadal sufrió en 2006, pero tuvo su peor momento en 2014. Sí disputa los torneos de la gira asiática pero renuncia al Masters de París y Copa de Maestros a causa de una apendicitis.
En la final del Abierto de Australia se quedó bloqueado ante Stanislas Wawrinka. Hizo lo que pudo, pero el suizo aprovechó que apenas podía moverse para levantar el título. A finales de curso se sometió a un tratamiento de células madre para proteger y mejorar esa zona de la espalda.
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Las muñecas, las grandes perjudicadas del español
Es en ese mismo 2014 cuando torneos como el de Wimbledon se acaban para Rafa Nadal, en este caso cayó en octavos contra Nick Kyrgios. Una dura derrota que todavía se complicaría más después, cuando la muñeca derecha lo obligó a ausentarse de los torneos de Toronto y Cincinnati, donde defendía título.
Estuvo de baja varias semanas. «Una pequeña desinserción» de la vaina del cubital posterior de la muñeca derecha», informaba su equipo. En esta ocasión es la muñeca izquierda la que no le deja continuar en París. «La vaina del tendón está inflamada y va a más. Si se rompe sé que son meses sin competir. En estos momentos, son semanas».
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