La ‘burbuja’ instalada en el complejo de Disney World, en Florida, donde reiniciará la temporada de la NBA el 30 de julio, ya se encuentra en los últimos preparativos para dar paso a la emoción de los juegos. Uno de los últimos jugadores en integrarse al recinto fue James Harden y lo hizo por todo lo alto, pero con una polémica sin igual. El jugador de los Rockets de Houston llegó con una mascarilla que le cubría casi todo el rostro, todo bien hasta allí por la seguridad sanitaria, pero el problema es que esta muestra su apoyo a los policías, lo que supone un duro golpe a los que luchan contra el racismo.
Con la batalla que tiene gran parte de Estados Unidos por la muerte de George Floyd a manos de un policía en Minneapolis, todo lo referente al «Black Live Matters» ha generado mucha polémica y es por esto que esta llegada del escolta con una mascarilla en apoyo a las fuerzas de seguridad supone un duro traspiés a los intereses de una entidad como la NBA que desde el principio ha estado en esa lucha, más porque sus integrantes son en mayoría afroamericanos. Pero el basquetbolista no es el único que ha generado polémica por el uso de una mascarilla, el deporte entero ha tenido algunos momentos «extraños» por el uso de este elemento de protección.
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Harden se echó a casi todo el país encima
La polémica que desató Harden radica en que su mascarilla llevaba una calavera y una bandera de Estados Unidos en blanco y negro atravesado por una linea azul, todo eso representa un símbolo no oficial de que tienen para los policías, que lleva el nombre de ‘Blue Live Matter’. Una equivocación garrafal, porque casi toda la NBA esta en contra del racismo y apoya el ‘Black Lives Matters’. El jugador se excusó diciendo que no sabía lo que significaba y que no tenía intención de hacer una declaración política alguna. «Honestamente lo usé porque cubría toda mi cara y mi barba. Pensé que se veía genial«, acotó. Ver para creer.
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Frazier se niega a quitarse la mascarilla
Con el béisbol de las Grandes Ligas muy cerca de comenzar, son muchos los peloteros los que dudan si es correcto presentarse a la temporada o no. Lo cierto es que hay uno que volverá, pero lo hará con todas las medidas de seguridad necesarias, ese no es otro que Clint Frazier. El jardinero de los Yankees de Nueva York no se quita su mascarilla ni en los entrenamientos y declaró que «solo trato de demostrar que es fácil hacer lo correcto». El miedo está, pero para poder jugar el estadounidense hará lo que sea.
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Una cambio de nombre con mucha polémica
En los últimos tiempos, lo políticamente correcto está haciendo muchos cambios, tantos que ya ha llegado a los deportes. Si hace algunos años los Indios de Cleveland tuvieron que retirar su logo del «Jefe Wahoo» de sus uniformes, ahora le ha llegado el turno a los Redskins de Washington de la NFL. El conjunto de la capital estadounidense fue presionado hasta por sus patrocinadores para cambiarse el nombre y abandonar el logo en el que sale un nativo americano, algo que harán muy pronto. Es por eso que el uso de mascarilla en las que aparecen imágenes alusivas al equipo están levantando muchas ampollas y son varios que se han ofendido, lo que ha hecho que pidan que se retiren del mercado por considerarse extremadamente racistas.
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Baskonia se blindó al estilo de Bane
Justo antes de que estallara toda la crisis sanitaria en el mundo, el Kirolbet Baskonia tuvo que viajar a Alemania para enfrentar un duelo de Euroliga ante el Bayern y para su viaje utilizaron todas las medidas de seguridad con las que contaban para ese momento. La nota curiosa la dejaron al utilizar unas mascarillas muy extrañas que los hicieron parecer a Bane, el famoso villano de Batman. Sin duda, un toque muy especial.
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Bale le encontró otro uso a las mascarillas
Una de las últimas maravillas que ocurrieron en torno al deporte y el uso de mascarillas la protagonizó Gareth Bale. En este caso no fue polémica la mascarilla que uso el galés, sino que lo fue la acción que cometió. El futbolista del Real Madrid ha estado muchos minutos en el banquillo y en el duelo ante el Alavés quiso bromear con sus compañeros y ya que pasa tanto tiempo en las gradas pues simuló estar durmiendo con la mascarilla usada como antifaz. Un chiste sin mucha gracia.
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