Elisabeth Pinedo Sáenz, más conocida en el ámbito deportivo como Eli Pinedo, nació en Amurrio (Álava) el 13 de mayo de 1981. Está considerada como una de las mejores jugadoras de balonmano de nuestro país. El 25 de agosto del año 2016 comunicó que dejaba la disciplina de forma profesional, si bien es cierto que anunció su regreso a la competición el 16 de diciembre de 2017 para jugar en el Balonmano Alcobendas.
Pinedo ha defendido en más de 200 ocasiones la elástica de la Selección Española, combinado (‘Las Guerreras’) con el que logró la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. También participó en las Olimpiadas de Rio de Janeiro de 2016, cita en la que las nuestras consiguieron un meritorio diploma por finalizar la competición entre las ocho mejores.
«Los Juegos Olímpicos es lo más grande que puede disputar un deportista que compite en mi disciplina, en balonmano. La convivencia es fantástica. Los primeros días estás más asombrada porque te encuentras a los mejores deportistas no solo de tu país, sino del mundo, pero a partir del segundo y tercer día es todo muy normal y cotidiano», señala la de Amurrio.
La extremo comenta que, en la actualidad, la situación entre el balonmano masculino y femenino se encuentra realmente pareja, si bien es cierto que añade un matiz muy importante: «Estamos bastante equiparados, pero no a nivel salarial, ni en cuanto a visibilidad en los medios de comunicación. En el ámbito de las selecciones estamos más o menos igual, pero es en los clubes donde se aprecia una mayor diferencia».
Otro asunto de cierta relevancia es la comparación entre la máxima categoría de esta vibrante disciplina tanto en hombres como en mujeres: «Hay más competitividad en la Liga Guerreras Iberdrola que en la Liga Asobal, pero faltan patrocinadores que hagan más profesional el deporte para que, de este modo, las jugadoras internacionales que están jugando fuera puedan volver», manifiesta Eli Pinedo.
Su trayectoria deportiva es intachable: Balonmano Bera Bera (cinco campañas), Cementos La Unión Ribaroja (una temporada), Balonmano Sagunto (dos cursos), Sociedad Deportiva Itxako (tres temporadas), Handball Club Odense (única campaña en el extranjero, en este caso en Dinamarca), Balonmano Bera Bera (otros cinco cursos más en San Sebastián) y Balonmano Alcobendas (regresando al deporte de élite tras su retirada).
Igualmente, se muestra muy directa al expresar su opinión acerca del alcance que tiene el balonmano femenino y la solución para generar un impacto más notable del mismo: «A más visibilidad, mayor repercusión, seguimiento e interés de la gente. Es la pescadilla que se muerde la cola». Por último, concluye aseverando que, cuando era pequeña, se crió sin ningún referente en su deporte: «No he tenido porque no podía ver a ninguna jugadora de balonmano por televisión».
