El hogar y las viviendas son un punto que distingue de culturas. No son iguales las casas en España, que en prácticamente cualquier otro lugar del mundo. Es frecuente viajar a otros países de Europa y no ver persianas en las ventanas de las casas. También ver cómo la disposición de las casas es diferente, y es que el confort y la paz en cada país se viven de formas diferentes.
Casas con grandes ventanales, que aprovechan mejor los recursos energéticos, sin recibidor, con cocina incluida dentro del salón, con baños distintos… Cada país tiene una cultura diferente al resto y así lo plasma en donde sus ciudadanos viven. Vamos a dar una vuelta a lo largo del mundo a ver las extrañezas de cada cultura en sus hogares.
Corea
Corea es un país muy poblado de Asía y con una particularidad que a muchos nos chocará si visitamos allí a un conocido. Sus pisos no tienen recibidor en la entrada. La puerta de la calle de las casas coreanas da directamente al exterior. Además, normalmente este salón está conectado con la cocina, algo que puede parecernos raro.
Puede que haya también en la entrada un pequeño armario empotrado o un lugar para guardar los zapatos. Esta área normalmente es muy pequeña y es de utilidad para dejar las prendas cuando se llega a casa y no tener que ir hasta el dormitorio. A veces esto de que no haya recibidor no es agradable para los extranjeros y por eso hacen soluciones como la del suelo de la foto.
Balcones polacos sin crisantemos
En todos los balcones de las casas polacas suelen encontrarse un montón de flores y plantas. Esto es muy al estilo español. Sin embargo, hay una flor prohibida para la exhibición por parte de este pueblo y esos son los crisantemos. El motivo es muy ceremonial.
Para los polacos, los crisantemos son las flores con las que honran a sus muertos. Es la planta más vendida el Día de Todos los Santos y son las que los llevan a sus familiares fallecidos a sus tumbas en los cementerios. SI alguna vez veis crisantemos en un balcón de una ciudad de Polonia, seguramente allí viva un vecino extranjero.
Grandes ventanales holandeses
Si algo distingue a las viviendas holandesas son sus grandes ventanales. Son un pueblo al que la privacidad de casa no tiene demasiada importancia, por eso muestran alegremente sus interiores a través de grandes cristaleras. Así además puede haber más luz y aprovechar realmente los días soleados.
El carácter abierto y franco de este pueblo contrasta con otros ciudadanos europeos, así que si encontráis en una casa en Holanda un ventanal tapado con grandes cortinas significa que allí quien vive es de otro país. Sin embargo, los ventanales solo afectan a la sala de estar, en las estancias más privadas como dormitorios se protege más la intimidad.
Italia y suelos de mármol
Si en algo se parecen Italia y España es en el calor sofocante que suele hacer entre los meses de mayo y septiembre. Aquí tenemos nuestras propias maneras de combatir las altas temperaturas. Como vemos son tremendamente más baratas y menos costosas que las de los propios italianos.
En muchos pisos y departamentos de Italia el suelo está hecho de gres de porcelana, mármol y otros materiales refrigerantes. En estos lugares está comprobado que el suelo hace bajar en gran manera las temperaturas y afecta menos el calo, ahorrando así en aire acondicionado. Sin embargo, en invierno caminar descalzo por estos pisos es un suplicio. También hay que gastar mucho más dinero en el suelo.
Lavabos en balcones japoneses
Japón quizás es la antípoda, culturalmente hablando, de España. Allí prácticamente todo en las casas nos va a sorprender. Desde sus lavabos modernos, tecnología puntera en todos los electrodomésticos hasta los lavabos que se encuentran en los balcones.
Y es que para los japoneses encontrar un lavabo en el balcón es algo esencial para tener acceso a agua para regar las plantas que el habitante de esa casa pueda tener colgada en el propio balcón. Sin embargo, este bien solo está disponible para las casas de dueños adinerados. El común de los japoneses no suele disponer de este elemento.
Francia y vivir en el centro
Un piso en el centro de las grandes ciudades de Francia puede ser algo muy prestigioso para su dueño. Ya sea alquilado o como propietario de la vivienda, te da un extra el poseer un pisito en las principales avenidas de París, Lyon o Marsella. Eso sí, un piso así, en un edificio histórico puede tener sus inconvenientes.
Estos apartamentos suelen ser pequeños e incómodos, pero para ellos, cuenta más el lugar de situación que la propia vivienda en sí. En esto los franceses se parecen a nosotros ya que los pisos, da igual su tamaño, son más cotizados en pleno centro de las ciudades que en las afueras.
El colorido mexicano
Si algo caracteriza al pueblo mexicano es su colorido. La prueba la tenemos en las fachadas de las casas de estas poblaciones centroamericanas. Pero el colorido no está solo en la parte exterior, también el interior de las viviendas está pintado en diversos colores y eso se reconoce como una característica nacional.
Las casas de las personas más ricas cuentan con un espacio más abierto, con un patio que les aísla del resto de sus vecinos. En estas casas de personas adineradas se combinan rosas, naranjas, azules, verdes… Aunque, a decir verdad, la combinación de estos colores se da en todas las viviendas.
Las duchas fijas estadounidenses
En las películas lo hemos visto mil veces y nunca nos hemos fijado. Las viviendas estadounidenses cuentan con duchas montadas en la pared y cuyo cabezal es fijo. Ahora que nos hemos fijado nos parece una aberración y preferimos nuestras duchas móviles.
Con estas duchas no podrás ducharte sin mojarte el pelo, no podrás bañar a tu perro o duchar a tu hijo sin acabar perdido de agua. Muchos extranjeros al llegar a vivir a EEUU piden que sus duchas se cambien por canalización portable. Además, que, en ese país, cuanto más abras el agua, más caliente saldrá. Todo un placer para el que llega de los dos grifos europeos y quiera darse una ducha calentita.
