Una de las mejores cosas que tenemos en España es poder ir a un bar y pedir una caña fresquita acompañada de una tapa. Si tenemos mucha sed, podemos pedir una doble o incluso una jarra o un balón. Y es que compartir un buen rato con familia y amigos es impagable. Pero los pícaros de bar están a la orden del día y una tasca no es una ONG, ellos también buscan ganar dinero, aunque sea a base de pequeñas trampas y truquillos en donde la física tiene mucho que ver.
Esta es una de los 25 abusos más comunes que se producen en los bares. Aparecen reflejados en un informe que ha realizado la asociación de consumidores Facua. Entre otros abusos nos encontramos el precio de las tapas. En caso de que nos hayan cobrado de más en nuestra factura por una tapa y una cerveza, podemos acudir a la carta a comprobar que este precio está escrito. También puede ser que esté puesto en algún lugar visible en el bar. En caso de que no aparezca en ningún lado, puedes negarte a pagarlo.
El vaso mágico
Pues esto es lo que viene pasando cuando vas a un bar y pides una cerveza normal por la que pagas un precio y luego pides una doble, que en teoría es más cantidad y pagas, como es normal el doble. Es muy fácil hacer la prueba con una botella que tenga ciertos mililitros medidos. Prueba a ponerla en un vaso y en el vaso de doble y verás que, casualmente, es la misma cantidad, y que te están dando lo mismo por el doble de precio.
Es muy normal que un vaso largo nos de la impresión de que tiene mucha más cantidad de cerveza que un recipiente más bajo. Cuando acudes a un bar irlandés y pides una pinta de la famosa cerveza negra y una de cerveza alemana de trigo, ambos vasos son diferentes y parece que uno tiene más cantidad que otro. Pero ambos son una pinta y ambos tienen la misma cantidad. En este vídeo podemos ver un ejemplo en donde un vaso muy grande contiene la misma cantidad de líquido que otro más pequeñito.
Cobrarte el pan
Otro de los abusos más típicos es el cobro del pan que se incluye con la tapa. Este pan, si aparece en la carta, puede ser cobrado, pero si no aparece la pieza de pan y su precio o pides que lo retiren porque no lo quieres, no deben cobrarlo. También sucede que, en caso de que pidas más pan, aumente el precio, esto si es normal y no es considerado como un abuso.
La picaresca no está solo en lo que te ponen sobre la mesa. También te la pueden clavar en el precio de la propia carta.
Precios sin IVA
Está absolutamente prohibido el colocar precios que luego en cuenta aparecen más caros debido a que en la carta no estaba puesto el IVA. Cuando vamos a un bar, lo que queremos pasar es un rato distendido y no ponernos a hacer cuentas, raíces cuadradas y teoremas de Pitágoras. La ley establece que hay que escribir el precio final completo y en ningún caso vale la coletilla al final de “IVA no incluido”.
A colación de esto, en mesa pueden ser los precios más caros que en la barra, pero para poder hacer esto es imprescindible que esté marcado y desglosado en la carta. No vale limitarse a colocar una frase que lo informe. Y es que en lo de las clavadas hasta en el tiempo de cocción hay alguno que las aplican hasta el extremo. En caso de que quieras la carne muy hecha, está prohibido que el bar aplique un suplemento. Tampoco aplicarían un descuento si la quieres casi cruda.
El abuso del hielo es legal
Suplemento por el hielo. Seguro que a alguno se la han clavado así y no ha protestado. Realmente esta práctica es admisible y por pedir un refresco pueden cobrarte por incluir un cubito de hielo al igual que catalogar café con hielo como un producto distinto al café normal. Aun así, es muy cutre. Al igual que cobrar por el hielo, hay bares que cobran por un baso de agua.
Tampoco se incumple la ley, siempre que en la carta esté incluido agua del grifo como un producto a vender. Lo que no es legal y más de uno ha querido hacer, es cobrar por usar el servicio. Quizás quieran añadir el uso de jabón o papel higiénico como extras en la cuenta.
El fuera de carta
Hay en muchos locales, sobre todo de playa, en los que el camarero te recita un “fuera de carta tenemos…”. Estas cosas suelen ser muy apetecibles y mucha gente suele picar el anzuelo y es aquí donde el empresario se frota las manos. En caso de pedir uno de esos “fuera de carta” cuyo precio consideres abusivo, puedes negarte a pagarlo, o en su caso, pagar en relación a un producto similar en la carta. Normalmente aquí el servicio no es todo lo bueno que se desearía y ante una protesta, pueden ponerse bordes. Ellos llevan las de perder si denuncias a consumo y aportas la foto del listado de precios, ya que la multa que van a pagar nos les va a hacer gracia.
Algo que se lleva mucho en Europa pero que en España es ilegal es cobrar por cubierto. Quizás ese precio incluya el que te lo puedas llevar a casa. Si no es así, es una práctica ilegal y no pueden cobrar nada que resulte necesario para la prestación del servicio. Tampoco pueden cobrar el limpiar la mesa, poner el mantel o las servilletas limpias de tela. Y si te dan como excusa que podrías comer con las malos tampoco será válida.
