Por qué no deberías decirle mentiras piadosas a los niños

Las mentiras piadosas que se les dicen a los niños podrían no ser tan inofensivas como nos creemos. Todos hemos dicho alguna a hijos, sobrinos o hermanos pequeños. “No te portes mal que viene el hombre del saco”, “si ves demasiado la televisión te vas a quedar ciego”…ese tipo de cosas. Y no es solamente que las hayamos dicho, sino que también hemos estado al otro lado y hemos sido nosotros los que picábamos con esas mentirijillas cuando éramos críos. 

Según han establecido un grupo de psicólogos y científicos tras una serie de investigaciones, estas mentiras podrían tener efectos negativos a largo plazo. Principalmente, aseguran, tienden a hacer a los niños más inseguros y ansiosos cuando llegan a la adolescencia. Aunque sea una forma rápida y sencilla de “controlar” el comportamiento de los niños, es preferible no recurrir a ella e intentar ir con la verdad por delante.

Afecta más a las niñas

Mentiras

Los investigadores han descubierto que este “método educativo” produce distintos efectos en los niños que en las niñas. Ellas tienden a encajar peor que sus padres les mientan y acaban por no prestarles atención ni hacerles caso. Los niños, en cambio, son más proclives a hacer caso omiso de esas advertencias desde el primer momento.

La investigación que alcanzó estas conclusiones se ha llevado a cabo en China, por parte de un grupo de académicos de la Universidad Normal de Xinyang. Para llevarla a cabo, los investigadores reclutaron a 912 adolescentes de edades comprendidas entre los 10 y los 17 años. Los sujetos rellenaron una serie de encuestas y respondieron unos cuestionarios sobre las mentiras de los padres, el apego parental y la sensación de ansiedad.