¡Qué tiempos aquellos! Los juegos de agua Geyper

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¡Qué tiempos aquellos! en donde los niños se divertían, por ahí, por los años 70′ con juegos en donde la paciencia era el recurso más importante para ganar. Era increíble que los padres calmaban el llanto de un chiquillo solo con darles un juguete de agua Geyper. Al tenerlos en las manos era un compromiso que los dedos estuvieron en forma, aunque al final parecían no sentirlos. Hubo muchos, pero hay uno que significaba todo un reto, un desafío.

Se trataba de enganchar unos aros muy pequeños en unos palos ubicados dentro del agua pulsando un botón o dos que estaban dispuestos por fuera del juguete. Se dice fácil, pero no lo era. Cuando solo faltaba uno para cantar, ¡victoria!, todos salían sin rumbo fijo para demostrarte que debías volver a intentar y que a la primera no lo ibas a lograr. Por cosas que todavía no te explicas seguías jugando, ¡preciosos esos momentos!, se era masoquista del fracaso.

A pesar que fueron pensados y creados por un español de nombre Antonio Pérez Sánchez, estos juguetes recorrieron el mundo. Sé de amigos venezolanos que también los jugaron y aseguran que son la inspiración del Game Boy, DS y los distintos juegos modernos que hoy existen.

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Aros

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De este juego se hablaba en el texto anterior. Venía de diferentes colores. En este caso se presenta con solo un botón. El niño de ese entonces, que en la actualidad debe rondar los 50 años o quizás más, se paseaba frente al otro para demostrar que tenía este juguete Geyper en muchos colores. Lo increíble es que que se mantuvieron por mucho tiempo. La generación de finales de los 90′ y comienzo de los 2000 también los disfrutó a plenitud.

Tiempo después vendrían los sustitutos como el Playstation y otras presentaciones. En la actualidad existen jugadores que viven de eso y ganan mucho dinero, ¡cómo cambian los tiempos!.

Retomando la descripción de este juego de aros, para los padres resultaba el mejor invento de la historia más que el chupón. Al menor intento de llanto era notorio que incitaban al infante a concentrarse en el desafío a superar: reinaba el silencio, la calma y con ello la tranquilidad de los mayores, qué estrategia.

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