Los anuncios de la Lotería están casi a la altura del árbol de navidad, los belenes y los mazapanes como símbolo de estas fiestas. Son como los turrones de oferta en los supermercados: cuando lo vemos sabemos que las navidades están ya muy cerca. Aunque pocas personas hayan tenido la experiencia, seguro que no hay nada mejor que darle la bienvenida a las fiestas navideñas gando el gordo de la Lotería. Y es que con unos cuantos millones en la cuenta se empieza el año con mucha mejor cara.
Si los anuncios de la Lotería son un clásico, el Calvo del anuncio de la Lotería es un clásico entre los clásicos. Estas fechas son también fechas para la nostalgia. Por ese motivo, es inevitable recordar con melancolía los momentos mágicos que nos hizo vivir aquel “calvo de la Lotería”. Para la generación que está en la veintena, inevitablemente le recordará a los anuncios de navideños de su infancia.
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Claúsula de exclusividad
La Lotería de Navidad cobró gran popularidad a partir de que el ‘Calvo’ apareció por primera vez en pantalla repartiendo magia. Estamos hablando del año 1998, es decir, hace ya casi 25 años de aquello. Aquel spot tuvo tal éxito y acogida entre el público que decidieron renovarle el contrato al actor hasta el año 2005. En todo ese tiempo él fue el único protagonista del anuncio de la Lotería.
Ese personaje no es otro que el actor Clive Arrindell. Ahora Arrindell ha reaparecido, muy cambiado y con bigote, en la última temporada de la serie The Crown. Pero sin duda el mayor éxito interpretativo de su vida fue el contrato con claúsula de exlcusividad que firmó con Loterías y Apuestas del Estado. En todo ese tiempo, entre 1998 y 2005, tuvo prohibido aparecer en cualquier otra producción audiovisual de cualquier tipo. Vivir todo el año de grabar un solo anuncio. El chollo del siglo.
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Lotería de 1999
Otra obra maestra de sensibilidad, elegancia y cuidado exquisito de la estética. Vemos al “Calvo de la Lotería” primero en lo que parecen unos acantilados. Luego pasamos a verle paseando por un mercado y en el interior de una barbería. También vemos una mina y unas bombas explotando.
Un anuncio dirigido al inconsciente, pura sucesión de imágenes simbólicas que carecen de un hilo narrativo. Los mineros se reparten unos billetes de lotería, unas enfermeras hacen lo mismo. Todo el mundo está feliz, ilusionado y lleno de esperanza. El Calvo mira desde la distancia. “Cada navidad, tus sueños juegan a la Lotería”. Y eso es todo.
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La Lotería del año 2000
Fiel al mismo estilo que hizo famoso los anuncios del Calvo. Grabado en riguroso blanco y negro y plagado de imágenes orínicas. Se trata, al fin y al cabo, de ir a la parte más irracional y emotiva del espectador. Despertarle las ganas de comprar boletos y tener una remota de que pueda tocarle.
Aquí aparece una pequeña hada, parecida a la Campanilla de Peter Pan, intercalada con imágenes de la vida cotidiana en una ciudad. El lema fue el mismo que el año anterior: “Cada navidad, tus sueños juegan a la Lotería”. Y al final se añade un susurro: “Que la suerte te acompañe”.
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Lotería del 2001
Un anuncio prácticamente idéntico a los anteriores. Mismos tonos, mismo blanco y negro, mismas imágenes de ciudad antigua y de comercios de toda la vida. También, una vez más, tenemos a las hadas de la suerte pululando por ahí.
Lo cierto es que la clave del éxito del Calvo de la Lotería no está solo en el actor, que es por supuesto soberbio. Todo el ambiente que recrea el anuncio año tras año es enormemente sugerente y muy atractivo para el espectador. El lema sigue siendo el mismo.
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Lotería del 2002
Este anuncio abunda en un estilo mucho más surrealista y onírico. Figuras extrañas, árboles que parece que respiran, formas que se mueven…Aparecen incluso unas figuras que parecen fantasmas, unos niños buceando en el fondo del mar y, por supuesto, el Calvo de la Lotería.
Él lo observa todo desde la distancia, silencioso. Solo mira a la cámara y, con eso, parece que ya nos está convenciendo para ir a comprar todos los boletos de Lotería que haya en el establecimiento más cercano.
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Lotería del 2003
El lema del anuncio de la Lotería de ese año era “La ilusión de compartir”. Es evidente, ¿quién no va a compartir con todos sus seres queridos si le tocan varios millones de euros? Una vez más, el Calvo consigue crear ese ambiente de calidez y cercanía que caracterizó a los anuncios de la Lotería en esta época.
El universo simbólico se mantiene coherente: la nieve, las hadas, un hogar acogedor con el fuego encendido…Imposible resistirse a las sensaciones y emociones que nos genera este spot.
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Lotería del 2004
El penúltimo anuncio del tan añorado Calvo. En 2004 se escogió como eslogan de la campaña para la lotería uno directamente vinculado a este actor británico: “El calvo da color a la navidad”. No es de extrañar que el motivo por el que Loterías y Apuestas del Estado terminó por rescindirle el contrato fue que “hacía sombra al producto”.
En efecto, la gente veía el anuncio por el Calvo, como quien ve una película por el actor. La Lotería en sí no importaba tanto, sino que el anuncio era más un producto artístico o estético que otra cosa. Por primera vez, en este anuncio aparecen un par de escenas en color, pero el tono general del spot sigue siendo ese blanco y negro tan sugerente.
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Lotería del 2005
Aquí el color aparece ya prácticamente en la mitad del anuncio. Vemos al Calvo en blanco y negro y, poco después, emerge en color y se ven las luces de navidad de la ciudad. Va paseando por la ciudad, con la misma música que se utilizó en los seis anuncios anteriores.
Ve a una familia con su hijo recién nacido, que se ríe, ve a una pareja que sueña con comprarse un piso, una niña que se queda embelesada viendo los juguetes de un escaparate…Y la solución a todos esos problemas es el mismo: dinero. Y, por tanto, probar suerte con la Lotería.
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