Teruel, Cella y Épila retroceden a fase 2 ante el aumento de casos

El director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, ha anunciado que los municipios de Teruel, Cella y Épila van a retroceder a la fase 2 por el aumento de casos de la COVID-19 en los últimos días, mientras que el de Ejea de los Caballeros regresará a la nueva normalidad. Huesca y La Almunia se mantienen en fase 2.

En rueda de prensa, Falo ha explicado que se ha adoptado esta decisión «tras la revisión de los datos epidemiológicos de los últimos días» y entrará en vigor a partir de las 00.00 horas del día siguiente a su publicación a través de sendas órdenes en el Boletín Oficial de Aragón, prevista para este miércoles, 14 de octubre.

Sobre los municipios que ingresan en fase 2, Falo ha apuntado que todos han tenido incrementos de incidencia, que «han sido rápidos, con un cambio de tendencia acusado y relacionado con una presentación de trasmisión comunitaria», no por agrupación de brotes.

El director general ha detallado que la ciudad de Teruel ha pasado de los 156 casos por 100.000 habitantes que tenía la semana del 28 de septiembre al 4 de octubre a los 501 casos por 100.000 de la pasada, «multiplicado por más de tres la incidencia», como también ha ocurrido en el municipio turolense de Cella, que ha pasado de 494 a 1.508 por 100.000 habitante en el mismo periodo.

Falo ha contado que estas dos poblaciones, «probablemente, posean aspectos comunes» y «están compartiendo cadenas de transmisión» ya que se encuentran próximas geográficamente y existe «mucha movilidad entre ellas».

En el caso del municipio zaragozano de Épila, la incidencia en el periodo señalado ha pasado de 285 a 492 casos por 100.000 habitantes, de forma que «casi se ha multiplicado por dos» y es una localidad «próxima a la Almunia», en fase 2 desde la semana pasada y que «mantiene incidencias muy altas», de 740 casos por 100.000, ha dicho el director general.

NUEVA NORMALIDAD

Otra novedad es el pasado del municipio zaragozano de Ejea de los Caballeros a situación de nueva normalidad, tras haber estado en fase 2 y con un confinamiento perimetral desde principios de septiembre, dejando de estar vigente este último desde el miércoles de la semana pasada. Su incidencia actual es de 125 casos por 100.000 habitantes «y en fase descendente, como la semana anterior», ha glosado Falo.

Las respectivas órdenes estarán en vigor hasta la fecha en que la autoridad sanitaria, tras valorar la situación epidemiológica en su ámbito territorial de aplicación, decida la innecesariedad del mantenimiento de las medidas.

Por su parte, la ciudad de Huesca sigue en fase dos, con 419 casos por 100.000 habitantes, lo que supone que «ha crecido un poco sobre la semana pasada», ha contado el director general.

Las principales medidas que incluye la fase 2 son un aforo del 50 por ciento en el exterior e interior de los establecimientos de hostelería y restauración, que no pueden ofrecer servicio de barra, y la apertura hasta las 24.00 horas. Está prohibido el botellón.

El aforo es del 50 por ciento en lugares de culto, del 30 en las zonas comunes de centros y parques comerciales aforo, y dentro de cada establecimiento, del 40 por ciento, mientras que es del 75 por ciento para el comercio minorista.

Las reuniones sociales no pueden superar el número de diez personas, salvo en el caso de convivientes, tanto en espacios de carácter público, como privado.

El aforo máximo en los velatorios es de 50 personas en espacios al aire libre o de 25 personas en espacios cerrados, sean o no convivientes. Las ceremonias nupciales tienen un aforo del 50 por ciento, con un máximo de cien personas en espacios al aire libre y de 50 personas en espacios cerrados.

En actos y espectáculos culturales el aforo es de un tercio, y en el transporte público hay aforos limitados. No hay restricciones a la movilidad.

TRANSMISIÓN COMUNITARIA

El director general de Salud Pública ha explicado que las localidades que están en fase 2 en Aragón poseen trasmisión comunitaria de la COVID-19 «pura y dura», que se da «en los entornos familiares y de relación social» y esa aparición de los casos de manera dispersa, «es un elemento cualitativo a la hora de adoptar este tipo de medidas».

Ha añadido que según evolucione la situación, «iremos endureciendo medidas en los lugares donde puedan tener efecto», actuando con prevención y proporción». Respecto a los confinamientos perimetrales, ha apuntado que es una «herramienta más» para las administraciones sanitarias, que puede permitir «que unas situación de trasmisión no se extienda más allá de esos límites» y «a localidades circundantes».

No obstante, «en Aragón hoy por hoy es una alternativa complicada desde el punto de vista jurídico», después de que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) haya decidido el sábado pasado no autorizarlo en La Almunia.

Falo ha comentado que los confinamientos perimetrales que ha habido en septiembre en Andorra (Teruel) y Ejea han dado «resultados» ya que el nivel de incidencia de la COVID-19 está allí ahora por debajo de la media de Aragón. Ha agregado que los servicios jurídicos del Gobierno de Aragón «están trabajando en cómo plantear alternativas a las resoluciones judiciales».

ZARAGOZA

El director general se ha referido a la ciudad de Zaragoza, en fase 2 del 8 al 14 de octubre, fechas que coincide en los días en los que se deberían haber celebrado las fiestas patronales en honor a la Virgen del Pilar, suspendidas por la pandemia del coronavirus.

Según ha apuntado, en estos días, «la población, con carácter general, ha respondido con mucho sentido de la responsabilidad», cuando «sabemos que es duro no disfrutar de un entorno de ocio, sobre todo cuando venimos de tantos meses tan duros».

Por eso, Falo ha estimado que hay que felicitarse «como sociedad, como zaragozanos y aragoneses», mientras que «ya veremos en los próximos días como evoluciona la curva en Zaragoza».

TEST ANTÍGENOS

En otro orden de cosas, del director general de Asistencia Sanitaria del Gobierno de Aragón, José María Abad, ha rechazado el uso de los test de antígenos con carácter masivo en las poblaciones que están en fase 2.

Según ha explicado, «seguimos las recomendaciones de los técnicos y profesionales asistenciales» en el uso de estas pruebas diagnósticas y «no está prevista la realización de test masivos en la población».

«Los cribados masivos tienen utilidad en entornos de muy alta transmisión o muy alto riesgo de aparición de casos» y «hoy por hoy no tenemos esa situación», ha glosado.

Ha agregado que en el caso de que se llegara a valorar, el test de antígenos es una de las pruebas que se puede realizar, pero primero habría que validar la utilidad en los entornos de muy baja prevalencia, ha estimado Abad.