El tajo de San Pedro, monitorizado para analizar los desprendimientos

El Patronato de la Alhambra y Generalife ha comenzado esta semana a instalar el sistema de monitoreo fotogramétrico para el análisis y seguimiento de desprendimientos en el escarpe conocido como el tajo de San Pedro, localizado en la ladera Norte del complejo del Conjunto Monumental y cuya cabecera se encuentra situada a unos treinta metros de los elementos arquitectónicos.

Dicho sistema, que se ubicará en los edificios cercanos del Convento de Santa Catalina de Siena (Convento de Zafra), Museo Arqueológico, torre y terraza de la Iglesia de San Pedro y la Escuela Hogar Madre Teresa, permitirá la adquisición de varias fotografías diarias y la reconstrucción fotogramétrica de modelos 3D. 

El objetivo, según ha explicado la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, es conocer con más detalle el comportamiento del conglomerado Alhambra en la zona y determinar la influencia de los parámetros ambientales en la ocurrencia de desprendimientos: los cambios bruscos de temperatura, el hielo-deshielo y los eventos de lluvia en la disgregación de las capas superficiales  del escarpe. “Queremos afinar más en la solución técnica que solvente el continuo avance del Tajo de San Pedro, cuyo origen se remonta, por lo menos, al siglo XV”, ha especificado la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife en un comunicado remitido a Qué! Granada. 

La implantación de este sistema de monitoreo fotogramétrico, en el que colabora personal técnico de las universidades de Granada, Leeds (Inglaterra) y Barcelona, complementa, según ha recordado también Díaz, las actuaciones llevadas a cabo desde 2007 por el Patronato de la Alhambra y Generalife como son el monitoreo anual con sistema de LíDAR terrestre, que permite la adquisición de información 3D con una alta resolución espacial para cuantificar la tasa de retroceso del escarpe, la impermeabilización de la cabecera del tajo de San Pedro y el camino que discurre por encima, y el control de las aguas superficiales, suprimiendo los puntos de riego y creando cunetas para su evacuación.