El ocio nocturno de Cataluña ya puede abrir «sin bailes»

Las discotecas, salas de concierto y otros locales de ocio nocturno en Cataluña -cerradas desde el 24 de julio- podrán reabrir sus puertas a partir de este miércoles, 7 de octubre, pero «sin baile» y con la actividad limitada hasta las tres de la madrugada y la entrada de nuevos clientes hasta las dos.

Así lo han anunciado en una rueda de prensa este martes el Secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, el Coordinador de la unidad de seguimiento de la Covid-19, Jacobo Mendioroz, y el subdirector de Protección Civil, Sergio Delgado.

El plan de flexibilización presentado este martes estipula que la apertura se autorizará «para desarrollar actividades que comporten niveles de contacto e interacción social de riesgo bajo», con personas sentadas o poco movimiento, y con la pista de baile ocupada con sillas y mesas, o solo sillas.

Delgado ha explicado que, en caso que haya restricciones horarias adicionales, estás prevaldrán sobre la nueva norma, y ha puesto como ejemplo el consumo en barra, que estará permitido o prohibido, como en los bares, según la situación epidemiológica del lugar.

Además, ha añadido que las discotecas y salas de conciertos tendrán las mismas limitaciones que bares y restaurantes respecto a la separación de 1,5 metros entre los clientes, al aforo -del 50%-, a la obligatoriedad de mascarillas -excepto para beber- y al máximo personas por mesa: seis.

TRAZABILIDAD Y CONTROL

Mendioroz ha explicado que la medida busca potenciar un entorno «más controlado y que permita más trazabilidad» en el ocio nocturno, en contraposición a las fiestas ilegales y con menor protección sanitaria que se estaban dando con las discotecas cerradas.

«Si cerramos el ocio nocturno, éste se traslada a otros lugares que tienen más riesgo, como domicilios particulares o fiestas sin mascarilla», ha reflexionado el Coordinador de la unidad de seguimiento de la Covid-19, que ha asegurado que el control en los locales facilitará la búsqueda de contactos.

En este sentido, el subdirector de Protección Civil ha explicado que los locales tendrán la obligación de llevar un registro de los clientes, que podrá ser requerido por las autoridades, además de un «régimen de inspecciones y control que ya se ejercía ordinariamente, y ahora se ampliará».

Delgado ha añadido que el hecho que las discotecas y salas de conciertos acostumbren a tener trabajadores específicos para el control de entradas y salidas, como porteros y vigilantes de seguridad, «da garantías que este control se hará».

«Al final hemos hecho un balance de lo que se puede perder con la medida y lo que se puede ganar, y creemos que se puede ganar más, ya que evitaremos encuentros ilegales y sin mascarilla», ha resumido Argimon, que ha asegurado que la situación actual, a diferencia del verano, permite abrir las salas.