Hacienda te puede pegar un susto con los regalos de Navidad y Reyes

Los regalos de Reyes y los Bizum familiares no son invisibles para el fisco. Te explicamos por qué la Agencia Tributaria considera estas entregas de dinero como donaciones y qué riesgos corres si no las declaras correctamente

Los regalos de Reyes son una tradición casi sagrada en muchas casas. Dinero para los hijos, una ayuda extra para un familiar, ese "te hago un Bizum y te compras lo que quieras"… Gestos normales, cotidianos y cargados de buena intención. El problema es que, para Hacienda, muchos de estos regalos no son tan inocentes como parecen.

Por eso, y para lo que nosotros es un detalle, para la Agencia Tributaria puede ser una donación, y como tal, está sujeta a impuestos. Y sí, incluso en Reyes.

Existe la creencia de que solo hay que declarar regalos de grandes cantidades o herencias importantes. Nada más lejos de la realidad. Cualquier donación debe justificarse, independientemente de su importe, aunque luego el impuesto a pagar sea pequeño o incluso nulo en algunas comunidades autónomas.

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¿CUÁNDO UN REGALO DE REYES ES UNA DONACIÓN, SEGÚN HACIENDA?

Regalar dinero es el caso más claro. Si un padre le da 500 euros a su hijo, si unos abuelos ingresan dinero a un nieto o si un familiar hace una transferencia "para ayudar", Hacienda lo considera una donación, no un regalo simbólico.

Pero no solo el dinero entra en este terreno. Bienes materiales de valor, como un coche, una moto o incluso un ordenador caro, también pueden considerarse donación si hay un cambio de titularidad o un pago que no se puede justificar como compraventa.

Hacienda te puede pegar un susto con los regalos de Navidad y Reyes Fuente: Adobe Stock
El aguinaldo sigue estando de moda en muchas familias como regalo de Navidad Fuente: Adobe Stcok

El problema aparece cuando ese dinero o ese bien no se declara y, más adelante, Hacienda detecta movimientos que no encajan con los ingresos habituales del receptor.

EL ERROR MÁS COMÚN: "NADIE SE VA A ENTERAR..."

Muchos regalos de Reyes se hacen por Bizum o transferencia bancaria. Y ahí está el riesgo. Hacienda no ve la intención, solo el movimiento. Si detecta ingresos recurrentes o cantidades llamativas sin justificar, puede pedir explicaciones.

Si no puedes demostrar que ese dinero procede de un salario, una prestación o un ahorro previo, la Agencia Tributaria puede entender que es una donación no declarada. Y eso conlleva regularización, recargos y, en algunos casos, sanciones.

Hacienda te puede pegar un susto con los regalos de Navidad y Reyes Fuente: Adobe Stock
Muchos regalos de Reyes se hacen por Bizum o transferencia bancaria. Fuente: Adobe Stock

No hace falta hablar de cifras desorbitadas. A veces, una ayuda puntual o varios ingresos pequeños acumulados levantan sospechas.

Así, en los últimos años, la Agencia Tributaria ha reforzado el control sobre los movimientos bancarios. No se trata de vigilar regalos familiares, sino de detectar ingresos que no encajan con el perfil fiscal de una persona. Y ahí es donde muchos regalos de Reyes pueden generar problemas.

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Un ingreso puntual puede no llamar la atención, pero varios movimientos similares, repetidos en el tiempo o de cuantía elevada, sí pueden activar una comprobación. Especialmente si se producen justo después de fechas señaladas como Navidad o Reyes.

Cuando Hacienda pregunta, la carga de la prueba recae en el contribuyente. Y si no hay documentación que justifique el origen del dinero, la situación se complica.

¿Y QUÉ PASA SI NO SE DECLARA?

Si Hacienda actúa, el receptor del regalo tendrá que pagar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, además de posibles intereses y multas. Las sanciones pueden oscilar entre el 50% y el 150% de la cantidad que se dejó de ingresar, dependiendo del caso.

Además, cada comunidad autónoma aplica sus propias bonificaciones. En algunas, las donaciones entre padres e hijos están muy reducidas; en otras, no tanto. Pero la obligación de declararlas existe en todas.

La clave es la prevención. Si se va a regalar dinero, lo más recomendable es hacer un pequeño contrato privado de donación y presentarlo en el plazo correspondiente ante Hacienda autonómica. No es complicado y puede ahorrar muchos dolores de cabeza.

Para regalos materiales de cierto valor, conviene dejar constancia de quién paga y quién es el propietario real, evitando situaciones confusas en el futuro. Reyes es tiempo de ilusión, no de sustos fiscales. Un poco de información y algo de previsión bastan para que un regalo no termine convirtiéndose, meses después, en una carta inesperada de Hacienda.

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