El inicio de 2026 no traerá buenas noticias para el bolsillo del consumidor español. Mientras la cuesta de enero se perfila más empinada que nunca, el sector de las 'telecos' se preparan para un movimiento coordinado entre sí que afectará a millones de hogares.
Hablamos de que los tres gigantes que dominan el mercado, Movistar, Orange y Vodafone, ultiman los detalles de una subida generalizada de precios en sus tarifas de fibra y móvil. En este escenario de encarecimiento, solo un actor parece decidido a romper la baraja. Esta es la operadora rumana Digi, que ha confirmado oficialmente que mantendrá sus precios intactos, consolidándose como el último gran refugio del bajo coste.
EL FIN DE LA TREGUA: POR QUÉ SUBEN LOS PRECIOS DE LAS TRES 'GRANDES' TELECOS
La decisión de Movistar, Orange y Vodafone responde a un momento del conocido como 'valor por precio' que las compañías de telefonía e internet llevan años intentando asentar. Tras un 2025 marcado por la fuerte inversión en el despliegue de redes 5G Real (SA) y la expansión de la fibra óptica de última generación, las operadoras argumentan que el incremento de los costes operativos y la inflación hacen insostenible mantener las tarifas actuales.
Aunque los detalles específicos se darán a conocer a lo largo del mes de enero, la tendencia apunta a un incremento de entre 2 y 5 euros mensuales en los paquetes convergentes. En muchos casos, estas subidas vendrán camufladas con 'mejoras' no solicitadas por el cliente, como aumentos de gigas en líneas que ya tienen datos de sobra o la inclusión de servicios de televisión adicionales.
Es el modelo de "más por más" que busca elevar el ingreso medio por usuario (ARPU), pero que suele ser recibido con frustración por quienes solo buscan una conexión estable al precio más ajustado posible.
Las operadoras subirán entre 2 y 5 euros mensuales mediante "mejoras" obligatorias de gigas o televisión que el cliente no ha solicitado
DIGI, EL MURO DE CONTENCIÓN CONTRA LA INFLACIÓN
En el lado opuesto del tablero se encuentra Digi. El consejero delegado de la compañía, Marius Varzaru, ha sido tajante: ni un solo euro de subida en 2026. Esta decisión no es meramente comercial, sino un golpe de autoridad en un momento en que la portabilidad (el cambio de una compañía a otra) está en máximos históricos. O lo que es lo mismo, al blindar sus cuotas, Digi no solo mantiene a sus clientes satisfechos, sino que lanza un cebo irresistible para los usuarios de Movistar o Vodafone que se vean afectados por el "tarifazo" de enero.
El camino de Digi es arriesgada pero efectiva. Durante el último año, la compañía ha visto cómo su margen de beneficio por cliente se reducía ligeramente (pasando de 8,7 a 7,8 euros), pero a cambio ha logrado un crecimiento masivo en su base de usuarios. Al instalar su propia infraestructura de fibra SMART en millones de hogares, Digi ha dejado de depender del alquiler de redes de terceros, lo que le permite controlar sus costes y permitirse el lujo de no subir precios cuando todos los demás lo hacen. Este movimiento la sitúa a las puertas de convertirse en la tercera fuerza operativa de España, amenazando directamente la posición de Vodafone.
EL EFECTO DOMINÓ EN LAS OPERADORAS 'LOW COST'
La gran duda que planea sobre el mercado es qué harán el resto de marcas secundarias u OMV (Operadores Móviles Virtuales). Compañías como O2, Lowi o Simyo, que pertenecen a los grandes grupos, se encuentran en una posición delicada. Si sus matrices suben precios, ellas suelen verse obligadas a seguir el camino para no canibalizar las ventas de las marcas principales, aunque lo hagan de forma más moderada.
Sin embargo, el 'efecto Digi' podría frenar esta escalada. Si las segundas marcas de Movistar o Orange suben precios mientras Digi los mantiene, el trasvase de clientes hacia la operadora rumana podría ser masivo. El sector se enfrenta así a una fractura real: por un lado, las marcas que apuestan por el contenido y el servicio premium a precios crecientes; por otro, la resistencia del 'low cost' puro que lidera Digi, donde el precio es el único y sagrado argumento de venta.
Para el usuario, el mensaje de cara a 2026 es simple. Si tu prioridad es el ahorro y la transparencia, el mercado te está empujando a tomar una decisión este mismo mes de enero. La era de las telecomunicaciones regaladas parece haber terminado para las grandes corporaciones, pero la competencia feroz asegura que, mientras haya un actor dispuesto a no subir precios, el consumidor todavía tiene el poder de elegir.
