Mientras la princesa Leonor completa su formación militar y se prepara para heredar el trono, los análisis sobre su figura y personalidad se multiplican. Expertos en la Casa Real, como Carmen Duerto, hacen balance y lanzan un mensaje sobre una princesa que ha crecido, pero aún le queda camino por delante. “Aún tiene que curtirse”, es la frase con la que Duermo abre este análisis.
La hija de los reyes Felipe VI y Letizia ha pasado gran parte del año inmersa en su instrucción castrense. Es un requisito fundamental para el mando que un día ejercerá en las Fuerzas Armadas. Pero 2026 traerá un cambio de tercio: la universidad. Un giro que, según los expertos, obligará a reequilibrar su agenda pública y privada.
La doble vida de la princesa Leonor: del uniforme a las aulas

El año de la princesa Leonor ha estado marcado por un calendario formativo muy estructurado. Tras su paso por la Academia General Militar de Zaragoza y la Escuela Naval de Marín, su último destino castrense es la Academia General del Aire y del Espacio en San Javier, Murcia. Se espera que culmine esta etapa a mediados de 2026. Solo entonces dará por concluida esta fase de su preparación como futura comandante en jefe.
Pero justo después, cambiará el chip. Según adelanta Carmen Duerto en su análisis para ‘Infobae’, “en 2026, Leonor comenzará su etapa universitaria, lo que le impedirá tener una agenda al cien por cien de disponibilidad para eventos”. La experta señala que, pese a la carga lectiva, “debería comenzar a asumir una implicación mayor en las instituciones en las que tiene representación”. Es decir, tendrá que aprender a compaginar los estudios con una presencia institucional más activa y visible.
Uno de esos actos ineludibles serán, por supuesto, los Premios Princesa de Asturias. De hecho, la edición de 2025 marcó un traspaso simbólico importante. Fue el rey Felipe VI quien, por primera vez, le cedió el testigo para que fuera ella la encargada de elogiar a los galardonados y concluir la ceremonia.
El diagnóstico de la experta: “Le falta la pátina, el carácter y la madurez”

A pesar de los avances, la mirada experta es crítica y pide más. Carmen Duerto, autora del libro ‘Letizia, una mujer real’, valora los progresos de la princesa Leonor pero apunta carencias. Considera que es fundamental que la futura heredera al trono se dé a conocer más. “Cuanto más se conozca lo que hace, mejor se comprenderá su papel en la monarquía”, afirma.
Pero va más allá en su análisis. Duerto sostiene que “Leonor es una mujer muy joven que ha estado hiperprotegida y aún tiene que curtirse, intentar sentir la realidad, como la sienten las personas de su edad”. Y lanza una frase sobre lo que, a su juicio, le falta: “Le falta la pátina (experiencia), el carácter y la madurez que te aporta el mundo real porque el suyo será siempre diferente. Y la prueba son sus padres".
Para la experta, la solución sería exponerla más. Sugiere que la Casa Real debería plantearse dar a Leonor una mayor presencia en compromisos internacionales, siguiendo el camino que en su día recorrió su padre. “En su época, su padre lo hizo y eso le curtió mucho”, recuerda Duerto.
El desafío de una Familia Real más pequeña

Otro factor que complica la ecuación es el tamaño reducido de la Familia Real actual. Duerto lo señala como una diferencia marcada con la época en la que el entonces príncipe Felipe se preparaba. “La diferencia entre la época paterna y la suya, es que ahora son menos miembros en la Familia Real. Han quedado reducidos a seis y con el Emérito no pueden contar, eso les obligaría a doblar su participación en actos”, explica.
Esta realidad choca, a su vez, con las obligaciones académicas de la princesa Leonor y de su hermana, la infanta Sofía. Su necesaria dedicación a los estudios “reduce su agenda institucional”, como apunta la analista. El balance del 2025 para la heredera al trono es, por tanto, de luces y sombras. Por un lado, ha cumplido con rigor las etapas formativas previstas y ha asumido con naturalidad gestos institucionales de mayor peso, como el de los Premios Princesa de Asturias. Transmite seriedad y conciencia de su deber. Por otro lado, la voz experta pide más agilidad. Que se acelere su exposición al mundo, a la “realidad” que vivirá como reina, para que vaya desarrollando ese carácter y esa madurez que, según Duerto, aún no están del todo formados







