La ciencia sigue progresando y encontrando nuevas especies alrededor de nuestro planeta, y ahora nos hemos encontrado con un descubrimiento histórico en el Pacífico que ha sorprendido a los científicos, después de que estos hayan estado durante mucho tiempo tratando de identificar un habitante de las profundidades marinas.
De esta manera, los expertos han podido identificar una criatura completamente desconocida para la ciencia, y de la que ahora se han podido conocer todos los detalles. Los investigadores se encuentran satisfechos tras haber conseguido dar con esta especie observada recientemente.
GRAN DESCUBRIMIENTO EN EL PACÍFICO

Después de descubrir rastros inesperados de dinosaurios que reescriben parte de su historia, ahora nos encontramos con un hallazgo histórico que ha tenido lugar en el Pacífico, y que tiene que ver con una criatura desconocida para la ciencia.
A pesar de que la ciencia ha podido, con el paso del tiempo, descubrir gran parte de los seres vivos que habitan nuestro planeta, no lo ha conseguido por completo. Esto hace que haya rincones en los que aún hay seres desconocidos que están a la espera de que puedan ser hallados y explorados.
Uno de los hábitats que aún guarda muchos secretos que desconocemos son las profundidades marinas, donde hay muchas especies que aún se mantienen ocultas a los ojos de los seres humanos, como ha sucedido con una criatura reciente que ha sido vista en el océano Pacífico.
ESTA ES LA CRITURA DESCUBIERTA EN EL PACÍFICO

Una de estas criaturas aún desconocidas ha sido vista en el Pacífico, y tras las correspondientes labores de investigación por parte de los expertos, se ha podido conocer que se trata del zifio de Ginkgo (Mesoplodon ginkgodens). Esta es una especie de cetáceo odontoceto de la familia Ziphidae que se encuentra principalmente en aguas tropicales y templadas en la India y el océano Pacífico.
Esta criatura, también llamada zifio japonés, es una criatura realmente escurridiza que no ha puesto las cosas nada fáciles a los científicos. Tras años de búsquedas sin éxito, se pudo avistar en libertad el que es uno de los cetáceos más raros del planeta.
Aunque se conocía su existencia por las diferentes señales que numerosos ejemplares dejaban de su presencia, hasta el momento nunca antes se había observado uno, por lo que siempre hubo muchas preguntas con respecto a esta criatura habitual del Pacífico.
De hecho, hasta el año 2024 no se ha podido ver, después de que un equipo de científicos pudiese avistar en directo a estos extraños cetáceos mientras se encontraban a bordo de una embarcación, frente a las costas de Baja California, en México.
Este descubrimiento histórico se encuentra debidamente recogido en la revista científica Marine Mammal Science, y ha permitido conocer más detalles acerca de uno de los mayores misterios que durante años ha tenido la comunidad científica.
POCOS ESTUDIOS SOBRE ESTA CRIATURA DEL PACÍFICO

Después del descubrimiento de un ser vivo congelado durante 40.000 años que ahora es una amenaza global, nos encontramos con este importante hallazgo para la comunidad científica, con una especie marina de la que hay muy pocos estudios.
Los primeros signos de la existencia de esta criatura del Pacífico llegaron de la mano de unas grabaciones que se realizaron en el Pacífico Norte, con las cuales se captó un pulso de ecolocalización extraño, al que denominaron BW43.
A pesar de que los sonidos parecían surgir de un zifio, los investigadores no eran capaces de descifrar a qué especie exacta pertenecía. Durante mucho tiempo se manejaron distintas hipótesis al respecto, pero no fue hasta su observación el pasado año cuando se pudieron captar imágenes de este desconocido animal.
No solo se pudo ver, sino que también se obtuvo ADN de uno de los muchos ejemplares que emergieron de manera discreta del océano en el día en el que se produjo el avistamiento. Gracias a ello se pudieron llevar a cabo análisis que confirmaron que se trataba de una criatura misteriosa que hasta el momento solo se había podido encontrar en cadáveres varados.
Los zifios pasan gran parte de su tiempo sumergidos en las grandes profundidades del océano, con unas salidas a la superficie acuática que son escasas. Además, evitan aparecer frente a cualquier tipo de movimiento sospechoso para ellos, de forma que es muy raro poder avistar a los que son uno de los mamíferos marinos más complejos de analizar.
UNA CRIATURA DEL PACÍFICO QUE ES APASIONANTE

El zifio de Ginkgo es una criatura fascinante que se puede encontrar en el Pacífico. Los machos adultos desarrollan un par de dientes con forma de hoja de ginkgo, de ahí su nombre, los cuales apenas sobresalen de las encías.
Estos dientes no los utilizan para alimentarse, sino que hacen uso de los mismos en combates rituales con otros machos por acceder a las hembras. Las marcas que dejaron estas batallas eran visibles en la piel del macho que pudo ser fotografiado. Se apreciaban cicatrices blancas, mordeduras de tiburón y profundas líneas de mordiscos.
Muchos de los ejemplares que se pudieron observar mostraron cicatrices en forma de anillo, señal inconfundible de ataques de tiburones cortadores de galletas (Isistius). Estos son un pequeño pero agresivo tiburón que arranca pedazos circulares de carne de animales que le superan ampliamente en tamaño.
Las marcas detectadas, combinadas con las diferencias morfológicas y los datos genéticos, sirvieron para confirmar de forma concluyente que el zifio observado era el Mesoplodon ginkgodens. Sorprende especialmente que una criatura de más de cuatro metros de largo haya pasado desapercibida durante tanto tiempo.
La explicación, como decimos, radica en su estilo de vida, pues la mayor parte del tiempo lo pasan en aguas profundas, donde hacen inmersiones de hasta una hora para cazar calamares. Solo emergen en periodos breves a la superficie y lo hacen de una manera discreta, sin saltos ni similares, de ahí que sea complicado avistarlas.
Hasta la fecha, muchas especies de zifios solo se pueden conocer a partir de ejemplos encontrados muertos y varados en las playas o en redes de pesca industrial. Sin embargo, este descubrimiento muestra que es posible estudiar y encontrar nuevas especies grandes de cetáceos sin dañarlas ni capturarlas.






