Un cambio de escenario y postura buscaría transmitir dinamismo y cercanía en un momento especialmente delicado para la institución. El discurso de Felipe VI, cargado de referencias al diálogo y la responsabilidad, llega en un año donde la sombra del rey emérito, Juan Carlos I, ha planeado con más fuerza que nunca sobre la Casa Real.
El 2025 parece no haber sido un año fácil para la monarquía española. No por acciones de los actuales reyes, Felipe y Letizia, sino por la constante presencia mediática de Juan Carlos I. El emérito publicó sus memorias, 'Reconciliación' hace unas semanas, un relato en el que habló abiertamente de la Familia Real. Analistas como Pilar Eyre incluso señalaron que no había dejado bien parado al rey en ese libro. Pero el desencuentro no quedó ahí.
Además de sus memorias, Juan Carlos I publicó en redes sociales un vídeo, sin consultar a la Corona, en el que pedía a los jóvenes que apoyaran a Felipe VI. Una acción fuera del protocolo que la Casa Real calificó de "inoportuno e innecesario". Expertos han señalado que ha sido en medio de este clima de tensión interna donde el rey Felipe VI se dirigió a los españoles. Su discurso, necesitaría ser entonces, un elemento de unión y estabilidad en una sociedad a menudo polarizada.
El núcleo del discurso de Felipe VI: diálogo, responsabilidad y el legado de la Transición
El contenido del discurso de Felipe VI de este año pivotó sobre conceptos muy sólidos. El rey ha hecho un llamado a la responsabilidad colectiva y al espíritu del diálogo, tomando como referencia el periodo de la Transición. En su mensaje decía: "La Transición fue, ante todo, un ejercicio colectivo de responsabilidad. Surgió de la voluntad compartida de construir un futuro de libertades basado en el diálogo".
Felipe VI, buscaría con eso, conectar ese pasado con los desafíos del presente. En su intervención reconoció sin cohibiciones que "vivimos tiempos exigentes", pero rápidamente matizó con un mensaje de confianza en la capacidad del país."A lo largo de estos 50 años nuestro país ha demostrado que sabe responder a los desafíos internos y externos cuando hay voluntad, perseverancia y visión de país", apuntó. En su enumeración de obstáculos no eludió temas complejos: los problemas de vivienda, la crispación en la comunicación pública, el precio de las materias primas y la tensión en el debate político.
Sin embargo, propuso soluciones pensadas en buscar objetivos comunes. "España ha progresado cuando hemos sabido encontrar objetivos que compartir. Y la raíz de todo proyecto compartido es necesariamente la convivencia, que no es un legado imperecedero. Todos debemos hacer de su cuidado nuestra labor diaria", afirmó.
El peso de los símbolos en la comunicación de Felipe VI
Para los millones de españoles que siguen el mensaje navideño, las palabras son solo una capa del contenido. Expertos, sin embargo, han dedicado horas examinando lo que no se dice explícitamente, pero se muestra en el mensaje corporal y simbólico. La Casa Real prepara siempre la escena bajo estrictas normas y protocolo. Los objetos que aparecen en pantalla no están elegidos al azar. En años anteriores hemos visto retratos familiares o, como en 2024, una imagen de los voluntarios y afectados por la DANA sobre la mesa de madera de la época de Carlos II.
Son gestos calculados para acercar la institución a la realidad cotidiana de la gente. La propia habitación del Palacio Real desde la que se emite es un símbolo. Este 2025, Felipe VI habló por tercera vez en la historia desde el Palacio Real, el mismo escenario usado el año pasado y en 2014, el año de su proclamación.
Un balance de doce años frente a la cámara
Con este discurso, Felipe VI cumplía doce mensajes navideños como rey. Siempre correcto, educado y manteniéndose dentro de los límites constitucionales, ha tenido que enfrentar micrófonos en situaciones muy complicadas: elecciones adelantadas, investiduras fallidas, crisis internacionales y tensiones sociales. A través de todo ello, ha mantenido un tono constante de defensa de la Constitución y confianza en el Estado de derecho.
Desde su primer mensaje en 2014, tras la abdicación de su padre, el rey hace un balance anual de la situación del país. Aquel primer año, colocó en un lugar privilegiado dos fotos familiares: una con la reina Letizia, sonrientes en un avión, y otra con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Las palabras que más repitió entonces fueron "España", "todos", "respeto" e "ilusión".
