Un nuevo avance tecnológico llega de la mano de Alemania, que ha conseguido algo que parecía imposible, como es crear un "gemelo digital" completo de la Tierra, un modelo virtual que puede ser clave para la mejora de los análisis climáticos que se dan a nivel global, con lo que ello supone.
Este paso sin precedentes en el ámbito de la modelización climática marcará un antes y un después, haciendo que los expertos puedan tener más recursos y herramientas a su disposición de cara a mejorar notablemente la precisión de las previsiones meteorológicas en cualquier parte del planeta.
EL PRIMER GEMELO DIGITAL DE LA TIERRA
Alemania ha dado un gran paso hacia adelante en el terreno de la modelización climática con la creación del primer gemelo digital de la Tierra. Se trata de una recreación virtual del planeta con una resolución de 1,25 kilómetros por celda.
Se trata de un gran logro tecnológico tras el cual se encuentra el Instituto Max Planck de Meteorología y que redefine el futuro de la predicción meteorológica y del análisis climático a nivel global, marcando un antes y un después en este tipo de datos.
Nos encontramos ante el que es un gran avance en lo que respecta a la precisión de las previsiones meteorológicas, lo que resulta un salto de gran importancia a la hora de poder hacer simulaciones en toda la superficie terrestre y su atmósfera.
UN NUEVO MODELO CLIMÁTICO DE LA TIERRA
Mientras Elon Musk y la NASA se preocupan por el hecho de que el campo magnético de la Tierra se esté debilitando, nos encontramos con este nuevo modelo que integra con gran precisión procesos rápidos como los ciclos de agua y de la energía con los procesos lentos. Estos últimos abarcan la biosfera, el ciclo del carbono y la química oceánica.
Como resultado de la combinación de procesos rápidos y lentos, este sistema consigue reproducir con una precisión sin precedentes la interacción entre el clima, los océanos y la atmósfera. En total, este modelo abarca más de 672 millones de celdas que simulan la superficie de la Tierra, pero también las capas atmosféricas que rodean nuestro planeta.
Hasta el momento, los modelos climáticos globales utilizados solo podían alcanzar resoluciones de 40-50 kilómetros por celda, lo que hacía que se limitase la capacidad de estos para poder representar fenómenos locales como huracanes o tormentas.
Sin embargo, ahora todo cambia con esta innovación, puesto que los científicos tendrán la posibilidad de analizar variaciones climáticas de diferentes puntos de la Tierra en escalas mucho más pequeñas. Esto significa que las predicciones meteorológicas a corto y medio plazo serán mucho más precisas.
LA SUPERCOMPUTACIÓN DETRÁS DEL GEMELO DIGITAL DE LA TIERRA
Mientras la veterana Voyager 1 se acerca a estar a un día luz de la Tierra, ahora nos encontramos con otro importante hito científico, en este caso con este nuevo modelo climático que puede cambiar para siempre las predicciones meteorológicas.
Este gemelo digital de la Tierra desarrollado por el Instituto Max Planck ha requerido el uso de dos superordenadores de última generación. Uno de ellos es JUPITER, situado en Alemania, y el otro es Alps, en Suiza.
Ambos sistemas hacen uso de los chips GH200 Grace Hopper de Nvidia, que combinan una GPU Hopper de alto rendimiento con una CPU Grace desarrollada por ARM. Su arquitectura híbrida hace que sea posible dividir las tareas, y mientras las GPU procesan los cálculos de los sistemas rápidos, las CPU gestionan los procesos de evolución más lenta.
De este nuevo modelo para las previsiones meteorológicas de la Tierra destaca su enorme capacidad de cálculo, ya que se trata de un modelo con capacidad para procesar 145 días de simulación en solo 24 horas, utilizando para ello 20.000 superchips y manejando casi un billón de parámetros diferentes.
Gracias a este enorme nivel de detalle, ofrece una representación inédita acerca de los mecanismos internos de la atmósfera de la Tierra, por lo que las previsiones meteorológicas serán más fiables. Además, permitirá anticipar fenómenos extremos con mayor fiabilidad.
Este último aspecto es de gran importancia, dado que de esta manera se podrán anticipar esas posibles catástrofes con mayor antelación, pudiendo poner en marcha actuaciones para protegerse y reducir sus consecuencias.
UNA NUEVA ERA EN LA CIENCIA DEL CLIMA DE LA TIERRA
Los expertos aseguran que este desarrollo que ha tenido lugar en Alemania marca el inicio de una nueva era en la ciencia del clima. Y es que, gracias al gemelo digital de la Tierra, será posible anticipar la evolución de olas de calor, precipitaciones torrenciales o sequías, con un nivel de exactitud nunca visto hasta el momento.
Asimismo, permitirá estudiar cómo los cambios locales repercuten en el equilibrio climático a nivel global, mejorando de esta forma la capacidad de respuesta que puedan tener los diferentes países frente a los efectos del cambio climático y los diferentes fenómenos adversos.
Como decimos, tiene muchos usos y beneficios que resultan interesantes, empezando por la anticipación a desastres, de manera que sirve para predecir de manera precisa catástrofes como huracanes, inundaciones o sequías para mejorar la gestión de emergencias.
Igualmente, sirve para la adaptación climática, ayudando a desarrollar estrategias de mitigación y adaptación basadas en evidencia detallada. Asimismo, tiene aplicaciones a nivel de sostenibilidad, sirviendo para evaluar el impacto de actividades humanas y políticas ambientales en el clima y los recursos.
Además, cuenta con aplicaciones a nivel de investigación, pues sirve para ofrecer a científicos y usuarios información climática detallada y precisa que puedan utilizar para poder llevar a cabo distintos estudios. Precisamente el hecho de poder generar y probar escenarios que promuevan un desarrollo más sostenible en el futuro es una de sus claves.
El gemelo digital de la Tierra, por lo tanto, es una de las grandes innovaciones de los últimos años por todo lo que puede suponer para las predicciones meteorológicas, unas previsiones que ahora se verán mejoradas de forma radical y que ayudará a miles de profesionales en todo el planeta.
