La Luna es el único satélite natural del planeta Tierra, cuya luz es clave para comprender los ciclos de algunos animales, hace posibles las mareas y otras muchas implicaciones relacionadas con el planeta en el que vivimos. Es por ello por lo que constantemente hay estudios que tratan de obtener más información de ella.
Tras años de estudio, una nueva investigación llega a la confirmación definitiva de que el noveno planeta desconocido fue el responsable de la creación de la Luna, consiguiendo de esta manera resolver algunas de las dudas que durante mucho tiempo ha tenido al respecto la comunidad científica.
CONTINÚAN LAS INVESTIGACIONES SOBRE LA LUNA

La Luna es el único satélite natural que tiene nuestro planeta, un elemento fundamental para la comprensión de los ciclos de algunos animales, que influye en las mareas y que estabiliza el movimiento de la Tierra.
Es por ello por lo que no es de extrañar que los científicos y amantes de la astronomía estén constantemente interesados en conocer más detalles acerca de una Luna que ha inspirado numerosas investigaciones a lo largo de los años. Gracias a ellas podemos tener cada vez más información sobre ella.
Sin embargo, aún hay mucho trabajo por hacer para poder resolver algunas cuestiones que desde hace mucho tiempo generan inquietud y curiosidad. Además, hay ocasiones en las que nuevas investigaciones contradicen las creencias anteriores o se ajustan, por lo que constantemente podemos conocer mejor este satélite.
EL PLANETA QUE DIO ORIGEN A LA LUNA

Después del hallazgo inesperado que sorprende a los investigadores en la cara oculta de la Luna, ahora un estudio del Instituto Max Planck para la investigación del Sistema Solar ha permitido acotar el origen de este satélite, a través del planeta que le dio origen tras colisionar con la Tierra.
Hablamos de Tea, como la titánide de la mitología griega, y es una hipótesis que cumple 50 años desde su publicación por primera vez, por parte de William K. Hartmann y Donald R. Davis. Aquella idea que redactaron en su momento ha ido cobrando relevancia, con más indicios que se inclinan a que estaban en lo cierto.
Actualmente, los expertos consideran que se trata de una de las principales explicaciones sobre el origen de la Luna. El estudio del Instituto Max Planck respalda esta idea, e incluso ha rastreado el origen de Tea, determinando que era el noveno planeta del Sistema Solar.
ESTUDIANDO EL ORIGEN DE LA LUNA

Para determinar el origen del único satélite natural de la Tierra, el grupo de investigación del Instituto Max Planck ha hecho un profundo estudio de la Luna, teniendo en cuenta su composición. De hecho, Thorsten Kleine, director en el MPS y coautor del nuevo estudio, aseguró que "la composición de un cuerpo archiva toda su historia de formación, incluido su lugar de origen".
Partiendo de esta base, han trabajado al respecto para conocer la composición del satélite de una manera mucho más precisa, y en vez de centrarse única y exclusivamente en su color y textura, pueden saber los elementos que la componen exactamente.
Aunque esto pueda ya ser muy relevante, los científicos del Instituto Max Planck han ido un paso más allá. No solo han podido determinar los elementos que componen las muestras lunares disponibles, sino la proporción presente de las diferentes "variedades" de los distintos elementos que contienen.
Hay que tener en cuenta que no todos los átomos de hierro son iguales, siendo "variedades" conocidas como isótopos, y si se conoce la proporción de distintos isótopos de cada uno de sus elementos, se puede obtener una "huella dactilar" química.
Estas son marcas propias que ofrecen una gran cantidad de información acerca del origen de la Luna, sobre todo si se compara con otras marcas ya conocidas. Por lo tanto, el MPS ha podido llegar a una conclusión que puede desvelar detalles sobre el origen de este satélite.
GRAN PRECISIÓN AL INVESTIGAR LA LUNA

Tras haber encontrado un "tesoro" en los cráteres de la Luna, ahora nos encontramos con un interesante análisis de los isótopos de este satélite que llega de la mano de los científicos del Instituto Max Planck.
Aunque puede no parecer demasiado especial, ya que este tipo de trabajo ya ha sido llevado a cabo por parte de otros muchos grupos de investigación en el pasado, lo realmente llamativo es el grado de precisión que en este caso han conseguido alcanzar.
Con su análisis de los isótopos de hierro han llegado a una precisión sin precedentes, tras analizar 15 rocas terrestres y 6 lunares en busca de diferentes similitudes y diferencias. Sin embargo, en este caso, más que encontrar diferencias, encontraron muchas similitudes.
De esta manera, los isótopos de Tierra y Tea, tal y como apuntaban estudios previos con menor precisión, son enormemente parecidos. Timo Hopp, científico del MPS, aseguró que han llegado a una conclusión importante con respecto al origen del satélite.
"El escenario más convincente es que la mayoría de los bloques de construcción de la Tierra y Tea se originaron en el Sistema Solar interior. Es probable que la Tierra y Theia hayan sido vecinas", explica el experto, que es uno de los autores principales de este nuevo estudio.
En el mismo estudio, los investigadores señalan que es posible que Tea estuviese más cerca del Sol que de la Tierra, por lo que, aunque no hubiese sido el planeta más cercano a nuestro planeta, no estaba muy lejos si se compara con las enormes distancias que nos separan de otros planetas.
Por el momento esta investigación ha arrojado luz sobre el origen de la Luna, si bien tendrán que continuar analizando estos detalles en la búsqueda de nuevos indicios que, poco a poco, afinen lo que uno cree saber o que acaben por desmontar por completo otras teorías.
Lo que está claro es que el universo es apasionante y los científicos siguen trabajando para resolver algunas de las cuestiones que aún están por resolver sobre nuestro planeta y el cosmos en general.







