La sevillana de Mairena del Aljarafe se alzó como la flamante ganadora de 'OT 2025', imponiéndose a Olivia y Tinho en la final del formato de Prime Video. Pero horas después de que Chenoa diera el esperado veredicto, la propia Cristina confesaba que aún no podía asimilarlo. En medio de la vorágine, esta superfan del programa, que además, siempre soñó con Eurovisión, ha querido pronunciarse el día de ayer sobre la polémica retirada de España del festival.
“Todavía no soy consciente de lo que estoy viviendo en este momento, pero estoy muy feliz, obviamente. Cuando llegue a mi casa y asiente un poco toda la información, ya seré consciente. Esto es el sueño de mi vida”. Con estas palabras, Cristina Lora resumía su estado de ánimo en una entrevista con verTele y otros medios televisivos justo después de su victoria en 'OT 2025'.
A diferencia de la opinión unánime que la señalaba como favorita, ella nunca se vio en ese papel. “No, para nada lo sentía así, no te voy a mentir. Yo veía el nivel de mis compañeros y flipaba”, admitía. Su mirada y admiración estaban puestas en los demás.
“Cada vez que veía a Téyou, Guillo u Olivia pensaba que iban a ganar, lo pensaba así con todo el mundo y lo veía muy difícil”. Incluso en los momentos finales, su convicción era otra. “Para mí Olivia era la ganadora. Cuando vi la [votación] final dije 'ya está, gana Olivia', porque me parece que ha hecho un concurso brutal y también ha tenido una evolución muy chula”.
Llevar el peso de ser la favorita de 'OT 2025’ sin arrugarse

Desde la primera gala de 'OT 2025', el jurado y el público destacaron su nivel excepcional, un arma de doble filo que a veces le valió comentarios sobre una supuesta dificultad para evolucionar respecto a otros concursantes. Sobre esto, Cristina ha mostrado mucha madurez. Haciendo balance de su paso por la Academia, señaló que“creo que se nos ha exigido un montón a todos porque el nivel estaba muy alto”.
Su estrategia para gestionar la presión fue relativizar. “He estado tranquila porque al ser superfan de OT he relativizado todo”, explicaba. Esa misma perspectiva le ayudó a adaptarse a la parte menos musical del programa: el reality. “Al principio era mucho más raro, porque de repente estabas ahí encerrado con 800 cámaras, y era como '¿qué digo aquí?'. Pensaba que me iban a 'funar' por todo, pero realmente llegaba un punto que ya te olvidabas”.
Una trayectoria que empezó antes de hablar
Como confesaron sus familiares, “Cristina aprendió a cantar antes que a hablar”. Sus primeros pasos en televisión los dio en Canal Sur, participando en programas como 'Menuda noche' a los ocho años, donde coincidió con futuras estrellas de OT como Chenoa o Edurne. También pasó por 'Idol Kids' de Telecinco, 'Mi familia es la mejor' y 'Tierra de talento'.
Su talento es escénico en un sentido amplio. A los 15 años se unió a La barbarie, una compañía musical sevillana con la que recorrió teatros interpretando papeles en montajes de 'La sirenita', 'Coco' o 'Encanto'. Además, es licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla.
El sueño eurovisivo y una postura ética
Una de las pasiones más características de Cristina es su amor por Eurovisión. Desde los castings de 'OT 2025' manifestó que participar en el festival europeo era uno de sus grandes sueños. Sin embargo, la reciente decisión de RTVE de retirar a España del certamen por la permanencia de Israel ha creado un conflicto entre su aspiración artística y sus principios.
“Me parece que hay cosas mucho más importantes ahora mismo en la vida que un concurso de música cuando están asesinando a gente al otro lado del mundo. Me parece una decisión supersabia y me enorgullece mucho”, declaró con firmeza.
Finalmente, Cristina, que vivió como fanática el fenómeno de 'OT 2017' y admiraba a Ana Guerra, ahora es la inspiración para otros. Su triunfo es el de la constancia: la de la niña que cantaba en la televisión autonómica, la adolescente del teatro musical y la universitaria que no dejó de intentarlo hasta cruzar las puertas de la Academia. Cristina Lora no solo ha ganado un concurso; ha demostrado que se puede ser una artista formidable.







