Este año, una de las postales navideñas de la Familia Real ha roto todos los esquemas. Los reyes Juan Carlos I y Sofía han decidido cambiar su tradicional estampa religiosa por una escena mucho más doméstica y sorprendente.
Este gesto, aparentemente sencillo, es solo la capa visible de una serie de detalles que confirman la senda independiente que el rey emérito viene trazando, al publicar minutos después una felicitación completamente en solitario.
Juan Carlos I se separa de la tradición real y envía su mensaje navideño en solitario
Como es tradición, la Casa Real distribuyó el viernes, 12 de diciembre, las felicitaciones oficiales. Por un lado, se hizo pública la de los reyes Felipe VI y Letizia con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Se trata de una imagen familiar tomada en Valdesoto, Asturias, durante su visita de octubre para la entrega del premio al Pueblo Ejemplar. Por otro lado, se envió la felicitación en nombre de los reyes Juan Carlos I y Sofía. Y aquí llega el conflicto.
Durante años, los eméritos habían optado por postales navideñas o reproducciones de obras de arte religioso. El año pasado, por ejemplo, eligieron la imagen del Retablo de la Capilla Mayor de la Catedral de Toledo. Para este 2025, la elección no podía ser más distinta. La tarjeta de los eméritos, Juan Carlos I y Sofía muestra a los cinco perros que acompañan a la reina en el Palacio de la Zarzuela. La fotografía, tomada allí mismo, presenta a las mascotas frente a un árbol de Navidad.
El mensaje impreso reza “Feliz Navidad y próspero Año Nuevo”, y se le añade un “2026” escrito a mano. Juan Carlos y Sofía firman la felicitación de su puño y letra, con un detalle significativo: no incluyen la característica “R” en la rúbrica que les identifica como reyes, algo que sí hacen Felipe VI y Letizia en su tarjeta.
El guiño más personal de Juan Carlos I: el Bribón y un mensaje bilingüe
Pocos minutos después de que se difundiera la postal conjunta con los perros, el rey emérito hizo circular su propia felicitación navideña, personalizada y en solitario. Por segundo año consecutivo, Juan Carlos I marca distancias con el envío oficial de Zarzuela. En esta felicitación personal, a la que tuvo acceso el diario EL MUNDO en exclusiva, Juan Carlos I ha vuelto a elegir una fotografía vinculada a su pasión por la vela. La imagen lo muestra a bordo del Bribón, saludando sonriente durante una regata. Sobre la fotografía ha escrito a mano: “Feliz Navidad, feliz año nuevo 2026, Happy Christmas and Happy new year”.
Esta doble capa de felicitaciones —una conjunta y familiar (con perros) y otra estrictamente personal (en el barco)— coincide con la reciente publicación del libro de memorias del emérito, donde deja constancia de que no tiene apenas contacto con su todavía esposa, y detalla su vida por separado.
Un contexto familiar de distancias y almuerzos correctos
Después de la promoción de su libro, que incluyó un vídeo que Zarzuela calificó de "inoportuno", Juan Carlos I, el padre de Felipe VI, sigue marcando su propio rumbo, desinteresado de las opiniones de Casa Real. La última vez que la Familia al completo apareció en una felicitación navideña fue en 2004. En esa imagen estaban don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados de sus hijos, el entonces príncipe Felipe y doña Letizia, las infantas Elena y Cristina con sus respectivos esposos, y los cinco nietos nacidos hasta entonces.
A partir de ese momento, y a consecuencia de la disolución del concepto de Familia Real y los divorcios de las infantas Elena y Cristina, las imágenes se han reducido a las actuales: los Reyes Felipe VI y Letizia con sus hijas por un lado, y los Reyes Juan Carlos I y Sofía, por otro. Asimismo, el envío de la las felicitaciones navideñas llegan tres semanas después del último encuentro entre Felipe VI y Don Juan Carlos I, un almuerzo privado en el palacio de El Pardo.
Este encuentro se celebró con motivo de la imposición del Toisón de Oro a la Reina Sofía y los 50 años de la monarquía. Aunque el ambiente fue correcto, el Emérito apenas permaneció cuatro horas en El Pardo,tres de las cuales estuvo con su hijoy otros 60 familiares, según lo expuesto en Monarquía Confidencial.
