La ciencia no puede conocerlo todo, pero desde hace siglos trata de encontrar la respuesta a diferentes cuestiones que siempre han causado interés en el ser humano. Cuando se trata de cosas del pasado, existe una gran limitación, como el poder conocer qué fue lo que dio origen a la vida en nuestro planeta.
Ahora, un nuevo estudio revolucionario ha hecho que la ciencia esté cerca de confirmar una hipótesis que hasta el momento no parecía que fuese una posibilidad. Esta investigación confirma que la vida pudo haber "llovido del cielo", y los científicos explican cómo pudo hacerlo.
INVESTIGANDO SOBRE LOS ORÍGENES DE LA VIDA

La ciencia continúa sin descanso buscando nuevas pruebas que permitan conocer cuál fue el origen de la vida en nuestro planeta. Aunque existen evidentes limitaciones, al no poder volver el tiempo atrás, hay muchas hipótesis sobre cómo surgió todo.
Aunque es imposible tener certezas, la ciencia sí que se llega a aproximar a ellas en muchos casos, y esto es lo que precisamente busca la Universidad de Colorado Boulder con sus últimas investigaciones y un estudio que ha sido publicado en la revista científica PNAS.
La ciencia trata de dar respuesta a la que es una de las preguntas más trascendentales e importantes que podemos hacernos, que no es otra que saber cómo surgió la vida en nuestro planeta.
LA VIDA PUDO LLOVER DEL CIELO

Mientras arqueólogos sacan a la luz una nueva civilización que cambia la cronología de la Historia, seguimos encontrándonos con decenas de hipótesis sobre cómo surgió la vida en el planeta. Aunque hay muchas de ellas, ahora este grupo de investigadores se acerca más a lo que podría haberse dado en realidad, aunque no existen certezas que puedan confirmarlo.
Una de las polémicas más mediáticas de la ciencia reciente fue el artículo que aseguraba haber encontrado indicios de vida en Venus. Hace años, las televisiones hablaban de la presencia de extraños compuestos de azufre en la atmósfera de este planeta y eso dio lugar a nuevas líneas de investigación.
Los autores del estudio llegaron a la conclusión de que no era muy probable que estas sustancias se hubiesen generado de manera espontánea, sino que requerían de seres vivos y su bioquímica. Actualmente, podemos saber que, en contra de lo que todo el mundo había podido imaginar, los compuestos del azufre pudieron haber llovido del cielo. Por lo tanto, de alguna manera, la vida también lo habría hecho.
LA IMPORTANCIA DEL AZUFRE PARA LA VIDA

Para que surja la vida, sabemos que se deben formar con anterioridad una serie de sustancias clave, y, como resulta lógico, estas deben formarse sin que tengan lugar procesos biológicos, precisamente por el propio hecho de que aún no hay vida.
Esta química prebiótica supondría una larga lista de sustancias que son indispensables para la vida, entre las que se encuentran algunas moléculas que están, en parte, compuestas por azufre, de forma que se considera que este es imprescindible para que pueda haber vida. A partir de ahí, puede haber diferentes hipótesis sobre su llegada a nuestro planeta.
Un ejemplo de ellos son los aminoácidos, como la cisteína, que son los bloques de los que están compuestas las proteínas. Estas son las encargadas de poder realizar la práctica totalidad de las acciones que una célula necesita para mantenerse con vida.
Durante mucho tiempo, los expertos consideraban que aminoácidos como la cisteína ya mencionada, al necesitar de azufre, fueron producto de la actividad de los primeros organismos vivos, pero ahora se cree que pudo llover del cielo.
La importancia de este estudio es que lo que hace es invertir esta relación, de manera que se piensa que estos aminoácidos también podrían haber precedido a la vida, formándose en la atmósfera terrestre.
Esto quiere decir que encontrar compuestos orgánicos del azufre en otros planetas no quiere decir que en ellos pueda haber vida, aunque si estos aminoácidos se pueden generar en la atmósfera de planetas inertes de manera espontánea, parece que las condiciones necesarias para que haya vida pueden ser más frecuentes de lo pensado.
CONDICIONES MUY ESPECIALIZADAS PARA LA VIDA

En una era en la que los descubrimientos científicos se suceden y que sabemos que todo está listo para vivir en la luna de Saturno, nos encontramos con este estudio en el que los investigadores iluminaron una mezcla con los gases que se creía que había en una atmósfera previa a la aparición de la vida. Estos serán el metano, el dióxido de carbono, el nitrógeno y el sulfuro de hidrógeno.
Tras analizar la evolución simulada de esta atmósfera, los investigadores apreciaron la aparición de compuestos orgánicos del azufre. A pesar de que su cantidad era mínima, estimaron que en una atmósfera con el volumen que podía tener la Tierra, habría suficiente cisteína para sostener mil cuatrillones de células. Para ponerlo en contexto, la atmósfera actual puede abastecer a un quintillón.
"Aunque no es tantas como las que existen ahora, seguía siendo mucha cisteína en un entorno sin vida", manifestó al respecto Nate Reed, autor del estudio e investigador posdoctoral de la NASA. De esta forma, los expertos consideran que pudo ser suficiente para un incipiente ecosistema global, cuando la vida apenas estaba empezando a desarrollarse.
Sin embargo, los hallazgos van más allá, y los investigadores detectaron otros compuestos orgánicos del azufre que son importantes para la vida, como es el caso de la coenzima M y el aminoácido taurina.
De esta manera, los expertos hacen hincapié en que es muy probable que la vida necesitase de unas condiciones muy específicas para poder comenzar, como cerca de volcanes o respiradores hidrotermales con química compleja presente en nuestro planeta.
Este descubrimiento es de gran relevancia, sobre todo si tenemos en cuenta que se pensaba que tenía que haberse iniciado totalmente desde cero. Ahora, los resultados del estudio lo descartan, pues sugieren que algunas de las moléculas más complejas ya estaban muy extendidas bajo condiciones no especializadas. Todo ello pudo ser clave para que se crease el planeta tal y como lo conocemos actualmente, con todos sus seres vivos.







