Eso es lo que ocurre en el capítulo de ‘La Promesa’ de este miércoles por RTVE. Mientras los personajes lidian con secretos y desconfianzas, una aventura en el hangar toma un giro preocupante. Manuel se lanza a probar el nuevo motor que ha creado junto a Toño y Enora. Pero el tiempo pasa, y su regreso comienza a ser demorado. Esa tardanza, al principio una simple inquietud, comenzará a convertirse en una certeza: ¿pasó algo a Manuela?.
Pero este no es el único frente abierto en ‘La Promesa’. Secretos de embarazo, fortalezas fingidas y acusaciones de robo se entremezclan en una trama donde nadie parece estar completamente tranquilo, conforme y muchísimo menos, leal. El capítulo teje con destreza varios hilos dramáticos.
‘La Promesa’: La apuesta de Manuel en el hangar

Toño y Enora han trabajado codo a codo con Manuel para dar vida a un nuevo motor. Un invento que prometía ser un logro importante. Sin embargo, cuando llega el momento de la verdad, las dudas surgen. Toño y Enora no están del todo seguros, ven riesgos que quizás Manuel prefiere ignorar en su afán por avanzar. A pesar de las reservas de sus compañeros, Manuel decide lanzarse. Sube al aeroplano, equipado con su paracaídas por si acaso, y despega para la prueba definitiva.
Al principio, la expectación es grande. Pero minutos después, cuando debería haber regresado, el cielo está vacío. Toño y Enora se miran, la inquietud se expande. Lo que empezó como una prueba de ingeniería se transformará en una angustiosa espera. El miedo a que algo haya salido mal deja en suspenso no solo a los personajes, sino también a nosotros los promisers.
El área del servicio vive sus propios momentazos en ‘La Promesa’

Mientras la incertidumbre se instala en el hangar por no saber de Manuel, María Fernández vive su propio calvario. Tiene un secreto enorme que guarda al nuevo lacayo: está embarazada. Carlo está cada vez más cerca de ella, pero ella no encuentra el valor, o las palabras, para contarle la verdad. En medio de este dilema, dirige su frustración hacia Samuel, reprochándole la desconfianza que muestra hacia el joven Carlo.
En otra parte de ‘La Promesa’, Curro observa a Ángela con ojos de preocupación. Ella aparenta una entereza que podría engañar a cualquiera. Pero Curro la conoce demasiado bien. No se cree esa fachada. Siente que detrás de esa fuerza hay mucho dolor, un malestar que ella se niega a mostrar. Ante esta situación, Pía decide intervenir. Viendo la angustia de Curro, se ofrecerá para tender un puente. Prometerá hablar con Ángela y averiguar qué le ocurre realmente.
Las relaciones personales puestas a prueba
Toño, con los nervios a flor de piel por la demora de Manuel, aprovechará el momento para pedirle cuentas a Enora. La cercanía entre ellos ha ido más allá de lo profesional, pero nadie ha puesto nombre a lo que ocurre entre ellos. Toño, cansado de la ambigüedad, le pedirá que aclaren de una vez por todas qué hay entre ellos.
Las despedidas marcan otro ritmo en ‘La Promesa’. Alonso anunciará de repente que se ausentará durante unos días, ¿realmente es una salida temporal? ¿Es para ayudar a Curro? Lo hace de manera misteriosa, sin dar ninguna explicación sobre su destino o el propósito del viaje. ¿Estará tramando algún movimiento importante para ayudar a Curro o para evitar la boda de Ángela? Jacobo, por su parte, también elige poner distancia de ‘La Promesa’. Decidirá ir a visitar a sus padres. Este viaje no es solo familiar; supone un espacio temporal en su relación con Martina.
Mientras los dramas de los señores se desarrollan arriba, en las cocinas salta la bomba. Petra ya había revelado a Lope y a Vera su descubrimiento: Santos es el ladrón de sus recetas, el cerebro detrás del plagio de Madame Cocotte.
Sin embargo, el lacayo, con descaro, lo negaba todo. Pero no es todo, en este capítulo, la paciencia se agota. Lope, con mucha certeza moral, decidirá que ya es suficiente. No se calla y desenmascara a Santos delante de una figura de autoridad: Cristóbal.







