Son muchas las personas que desearían encontrar la fórmula de la juventud eterna, pero desgraciadamente para ellas, esta no existe. Sin embargo, sí es cierto que a lo largo de los años ha habido diferentes intentos de crear medicamentos u otras soluciones antienvejecimiento, y una de las últimas viene de China.
En el país asiático están trabajando en la investigación de una pastilla para frenar el envejecimiento, buscando así acelerar una carrera biotecnológica que ayude a retrasar el deterioro celular y a redefinir los límites de la longevidad del ser humano, aspirando a alargar la vida humana hasta los 150 años.
EN BUSCA DEL MEDICAMENTO ANTIENVEJECIMIENTO
A pesar de que pasen los años, el ser humano sigue buscando tratamientos antienvejecimiento que permitan frenar el paso del tiempo o incluso revertirlo, siendo uno de los grandes desafíos científicos del siglo XXI.
Laboratorios de todas partes del planeta estudian terapias genéticas, moléculas y técnicas de reprogramación celular para extender los años de vida. Sin embargo, no se trata solo de aumentar el número, sino de conseguir un aumento de un tiempo de vida con buena salud.
En este sentido, China es uno de los países dispuestos a liderar esta carrera biotecnológica que trata de retrasar el deterioro celular y alargar la vida del ser humano, y lo hace impulsando proyectos que han logrado captar la atención a nivel internacional.
Uno de ellos está realizándose en Shenzhen, donde una empresa de biotecnología asegura haber dado con un compuesto que tiene potencial para transformar la forma en la que se entiende el envejecimiento biológico.
Los resultados preliminares son muy prometedores y hacen que los responsables del estudio se encuentren muy satisfechos con el avance del programa de investigación, estando más cerca de conseguir el remedio antienvejecimiento definitivo.
BIOTECNOLOGÍA ANTIENVEJECIMIENTO
Los científicos trabajan en frenar el envejecimiento con el desarrollo de medicamentos innovadores, con China como uno de los más interesados en lograr esa fórmula antienvejecimiento. Desde hace años, el gigante asiático ha hecho una gran apuesta por la inteligencia artificial, la biociencia y la medicina personalizada.
El país se quiere situar en la vanguardia de la innovación global, y ahora la conocida como "ciencia de la longevidad" ya es parte de su agenda nacional, siendo una rama que combina la biología celular, genética y farmacológica con el análisis computacional. El fin último es el desarrollo de tratamientos antienvejecimiento que ayuden a retrasar los efectos del paso del tiempo.
En ello trabaja Lonvi Biosciences, una empresa que ha centrado sus esfuerzos en una molécula bioactiva presente en el extracto de semilla de la uva. Este compuesto se ha denominado PCC1 (proantocianidina C1) y es parte de un grupo de sustancias naturales con propiedades antioxidantes ampliamente estudiadas.
En este sentido, trabajan sobre un posible efecto selectivo sobre las células envejecidas, a las que se conoce como "células zombie", cuya acumulación está asociada a la inflamación crónica, deterioro tisular y patologías relacionadas con la edad.
Esta empresa asegura que dicha molécula podría ser usada para mantener la funcionalidad celular durante más tiempo, aunque sería necesario combinarla con unos buenos hábitos de vida para prevenir el desgaste biológico. De esta forma, se conseguiría un mayor efecto antienvejecimiento.
PCC1 COMO TRATAMIENTO ANTIENVEJECIMIENTO
Lonvi Biosciences ha asegurado que PCC1 ha sido probado con resultados significativos en modelos animales. En ensayos controlados en ratones, el tratamiento antienvejecimiento logró alargar su esperanza de vida, al mismo tiempo que supuso una mejora de sus parámetros de movilidad, salud física y resistencia frente al estrés.
En cuanto a la magnitud de este efecto, hubo casos en los que el incremento de la esperanza de vida fue modestos, pero en otros casos se llegó a conseguir un aumento de longevidad superior al 50%, dependiendo del momento vital en el que se administró este compuesto.
Los encargados del desarrollo de este tratamiento antienvejecimiento destacan que esta molécula que podría suministrarse con una pastilla, sería capaz de eliminar células senescentes sin perjudicar a las sanas. Este tipo de terapias se basan en tratar de liberar en el organismo células que sean capaces de reducir la inflamación y, al mismo tiempo, favorecer la regeneración tisular.
EFECTO ANTIENVEJECIMIENTO EN SERES HUMANOS
Numerosas investigaciones persiguen conseguir soluciones antienvejecimiento, como la fórmula de los científicos de Harvard para revertirlo, pero hay que ser conscientes de que, a pesar de las expectativas generadas por este avance, los estudios se han realizado solo en animales.
Esto quiere decir que, por el momento, no hay ensayos clínicos publicados en humanos, ni tampoco revisiones por partes que puedan avalar la efectividad de este tratamiento antienvejecimiento. Además, tampoco los hay que puedan asegurar que es segura la aplicación de este compuesto.
Es por ello por lo que hay cautela al respecto entre la comunidad científica internacional. De hecho, varios investigadores especializados en envejecimiento han destacado que los prometedores resultados en roedores no se pueden extrapolar directamente a los humanos.
De esta forma, tratan de calmar las expectativas y recuerdan que desde hace décadas hay muchos casos de compuestos que son prometedores en animales, pero que luego no han replicado sus efectos en personas.
En este sentido, distintos expertos recuerdan que los procesos del envejecimiento humano son multifactoriales y que la eliminación de células senescentes por sí misma no garantiza una extensión radical de la esperanza de vida.
La mayor preocupación que existe al respecto entre los expertos en buscar soluciones antienvejecimiento tiene que ver con la seguridad a largo plazo de este tipo de tratamientos, pues elimina poblaciones celulares completas y podría dar lugar a diferentes problemas de salud.
En cualquier caso, Lonvi sostiene que su investigación es un primer paso hacia las "terapias preventivas", con el potencial de llegar a modificar el curso biológico del envejecimiento. Además, van un paso más allá y no dudan a la hora de asegurar que es posible llegar a alargar la vida hasta los 150 años, aunque para ello será necesario que la tecnología siga avanzando. En todo caso, aún están muy lejos de una aplicación clínica generalizada.
