Cada año repetimos el mismo ritual, a pesar de los innumerables consejos de los expertos sobre compartir el décimo de la lotería de Navidad; lo primero que hacemos es una foto del décimo al grupo de Whatsapp, Bizum rápido y un “¡ya está!” que nos deja tan tranquilos. Pero ¿realmente estamos cubiertos si ese número acaba premiado? ¿De verdad esa imagen borrosa enviada entre memes y felicitaciones navideñas sirve como prueba?
Lo cierto es que un simple mensaje (bien escrito o mal escrito) puede marcar la diferencia entre cobrar tu parte del premio… o quedarte mirando cómo otros lo hacen, y no cuesta sino segundos, minutos si eres escrupuloso escribiendo el mensaje. Y sí, sorprende descubrir lo fácil que es cometer un error tonto que nos deje sin nada después de tanta ilusión.
En plena era del Bizum y los grupos infinitos, compartir un décimo nunca había sido tan cómodo… ni tan arriesgado. Por eso conviene saber qué mensajes funcionan como prueba, qué frases evitar y qué pasos dar antes de que los niños de San Ildefonso empiecen a cantar.
El mensaje que te salva (o el que te mete en un lío)

Cuando se comparte un décimo por WhatsApp, lo que escribes importa más de lo que imaginas, aunque muchos de nosotros nos confiamos, porque solemos compartir el décimo con familiares y amigos. No basta con mandar la foto y un “somos cuatro, a 5 € cada uno”. Si hay premio, ese mensaje será lo único que demuestre quién participa y con cuánto. Y créeme, cuando hay dinero de por medio, la memoria se vuelve muy selectiva.
La clave está en dejar claro quién guarda el décimo, qué número se juega y cuánto aporta cada persona. No hace falta nada firmado por un notario, basta con un mensaje directo, sin ambigüedades y que cualquiera pueda entender. Algo tan simple como “Yo guardo el décimo, somos cuatro y cada uno pone 5 €. Fecha: X” puede evitar discusiones eternas, malos rollos y hasta un disgusto en el banco.
El Bizum no es solo un pago: es tu mejor prueba

El segundo gran punto crítico es el Bizum. En estas fechas lo usamos tanto que lo hacemos casi sin mirar… y ahí está el peligro. Un concepto mal escrito (o directamente vacío) puede dejarte sin pruebas si más adelante alguien discute tu participación, además esta es una costumbre que solemos descuidar, cuando haces bizum por la rapidez pasamos por alto tan importante como el concepto. Y sí, hay quien lo ha aprendido por las malas.
La solución es tan sencilla como escribir el número del décimo y la cantidad que aportas. Nada de “lotería”, “ahí va” o “como siempre”. Ese detalle convierte un simple movimiento en un justificante que habla por ti. Y además te obliga a revisar dos veces el número del contacto, algo que conviene, porque enviar dinero al destinatario equivocado no tiene marcha atrás.
El décimo siempre manda: el papel vale más que cualquier pantalla

Por mucho Bizum, capturas o mensajes que guardes, hay una verdad que no cambia, el décimo es un documento al portador. Y eso significa exactamente lo que parece, cobra quien lo tenga en la mano, ni más ni menos, de allí el riesgo de compartir y no guardar el billete de lotería. Da igual si tú pagaste, si tienes la conversación guardada o si enviaste veinte emojis celebrando la compra.
Por eso es fundamental saber quién lo guarda, dónde está y qué hacer en caso de pérdida o robo. Si ocurre lo peor (y más de uno se ha visto buscando un décimo entre pantalones recién lavados) hay que denunciarlo de inmediato y avisar a Loterías. Solo así se puede bloquear el premio y evitar que alguien lo cobre por su cuenta.
Cerrar bien el trato para abrir bien la suerte

En España, compartir la Lotería de Navidad es una tradición preciosa, pero también un pequeño contrato entre amigos, familia o compañeros. Y como cualquier acuerdo, conviene dejarlo claro antes de que la suerte empiece a rodar. Lo bueno es que no necesitas grandes trámites, basta con un mensaje preciso, un Bizum bien escrito y un mínimo de organización.
Si este año compartes número, no lo dejes en manos del azar. Asegura tu parte y, si toca, que la celebración sea por el premio… y no por haber evitado un problema. Y oye, si tú ya estas claro en lo que tienes que hacer con décimo de la lotería este año, no lo pienses tanto y avisa a tus amigos y familiares, quizá salves el décimo (y el buen rollo) de alguien más.







