Más allá de los titulares y las cifras mareantes, lo que ahora nos preguntamos todos los espectadores y consumidores del cine es más concreto. ¿Qué significa esto para esas sagas que nos acompañan desde hace años? ¿Cambiará la manera en que vemos el cine? El acuerdo es tan grande que es normal sentirnos abrumados.
No se trata solo de un traspaso de dinero. Esto representa el golpe definitivo sobre la mesa. Netflix, el rey del streaming, no se conforma con producir su propio contenido. Ahora se convierte en el dueño de uno de los estudios fundacionales de Hollywood. Con esta compra, la plataforma se transforma en un super-estudio, controlando desde la creación hasta la distribución de un catálogo histórico.
La industria no celebra, y tiene sus motivos tras la nueva adquisición de Netflix
El anuncio parece haber caído como una bomba en Hollywood, y la reacción no ha sido precisamente de alegría. Los sindicatos de actores, directores y guionistas han sido los primeros en alzar la voz. Todos han expresado una gran preocupación. Su miedo es que tanta concentración de poder en una sola empresa afecte a la libertad de expresión y, también, a las condiciones de trabajo de los creadores.
Frente a este abismal coro de dudas, Netflix ha intentado calmar los ánimos. Ted Sarandos, coCEO de la compañía, ha salido al quite describiendo el acuerdo de una manera muy concreta. Según sus declaraciones recientes, la operación es "pro-consumidor, pro-innovación y pro-trabajador". Es decir, un beneficio para todos los implicados. Pero las palabras no bastan, y Netflix ha respaldado su confianza con algo más contundente: dinero.
La compañía ha aceptado una cláusula de rescisión de 5.800 millones de dólares. Esto significa que, si los reguladores bloquean el acuerdo, Netflix tendrá que pagar esa cantidad, que ya por sí, no es poca. Es una forma de decir que creen ciegamente en que la operación saldrá adelante. El riesgo es enorme, pero el premio final aparentemente lo vale.
El nerviosismo de los fans: ¿Harry Potter, Juego de Tronos y DC en un limbo?
Para el público general, las discusiones corporativas pasan a un segundo plano. Lo que realmente nos importa es el futuro de las franquicias que amamos. Y aquí es donde el acuerdo pone la mira. Si todo sale según lo previsto, Netflix tendrá bajo su control algunas de las propiedades intelectuales más valiosas del mundo.
Hablamos del universo de ‘Harry Potter’, que justo ahora está en pleno proceso de reinvención con una nueva serie. Hablamos también del mundo de ‘Juego de Tronos’, con sus múltiples proyectos derivados en desarrollo. Y por supuesto, todo el elenco desuperhéroes y villanos de DC Comics. La pregunta del millón es: ¿qué hará Netflix con ellos?
Tenemos un antecedente claro para intentar adivinarlo, pero no es una verdad absoluta. Hace unos años, la plataforma adquirió los derechos de ‘La Familia Addams’ de MGM. El resultado fue la exitosísima serie ‘Miércoles’. La fórmula fue aparentemente simple: tomar una propiedad clásica y muy querida, y darle un nuevo giro para su catálogo.
HBO Max y Netflix: ¿convivencia o fusión?
La plataforma premium por excelencia, famosa por la calidad de sus series, ahora es propiedad de Netflix. ¿Desaparecerá? Según han explicado los ejecutivos a los medios, no contemplan una fusión operativa total de ambos servicios. Parece que la idea es otra. Se habla de fórmulas colaborativas, que sonarían mejor a los oídos de los reguladores antimonopolio. La opción más plausible es la creación de paquetes o niveles de suscripción. Imagina que, desde tu cuenta de Netflix, puedas acceder a un suplemento para ver todo el contenido de HBO.
Existe una "alta superposición" de suscriptores entre ambas plataformas, pero no total. Netflix podría ofrecer HBO a sus millones de usuarios que aún no la tienen. La suma de clientes de ambos servicios acercaría a Netflix a los 500 millones en todo el mundo. Una cifra que dejaría a sus competidores a una distancia muy, muy difícil de salvar.
La eterna batalla: el cine frente al sofá
Este es quizás el punto más delicado para muchos amantes del séptimo arte. El modelo de Netflix siempre ha chocado con la exhibición tradicional. Su preferencia por los estrenos directos en plataforma es conocida. ¿Significa esto que las películas de Warner ya no se estrenarán en salas?
El compromiso público, y necesario para la aprobación del acuerdo, ha sido mantener las operaciones actuales de Warner Bros. Eso incluye, en teoría, los estrenos cinematográficos. Pero Ted Sarandos ha dejado una puerta abierta al cambio: "con el tiempo, las ventanas evolucionarán para ser más amables con el consumidor, para poder llegar más rápido a donde esté el público".
