En un momento en el que el auge de la inteligencia artificial está provocando que haya cierta escasez de algunos componentes de hardware, y por tanto su precio aumente, los investigadores están trabajando en una futura memoria RAM totalmente revolucionaria y que tiene un componente sostenible.
Un equipo de investigadores trabaja en la creación de una futura memoria que podría llegar a ser parte de nuestros ordenadores o smartphones, y que está creada a partir de hongos, en una revolución que abre las puertas a la posibilidad de dejar atrás al silicio y apostar por un nuevo tipo de hardware biológico.
EL FUTURO DE LA MEMORIA RAM ESTÁ EN LOS HONGOS
Un grupo de investigadores ha conseguido fabricar una memoria RAM para ordenador que puede ser totalmente revolucionaria y toda una innovación en la industria. Lo más llamativo de todo es que se ha conseguido su fabricación usando setas shiitake.
Este hallazgo ha permitido demostrar que el micelio, que es la parte subterránea y filamentosa del hongo, puede ser utilizada como base para la creación de un nuevo tipo de hardware biológico, siendo una posibilidad que puede estar más cerca de lo que se pueda pensar.
En este caso, el experimento ha pasado por la creación de memristores, que son componentes electrónicos que tienen la capacidad de "recordar" estados eléctricos previos. Tradicionalmente, estos dispositivos se fabrican con materiales como el dióxido de titanio o silicio, pero en esta investigación se ha recurrido a micelio seco de shiitake.
Lo más sorprendente de la investigación es que, tras las pruebas realizadas, se ha podido encontrar cómo estas curiosas tarjetas RAM creadas a base de hongos ofrecen resultados comparables a los de los chips convencionales.
UNA REVOLUCION PARA LAS TARJETAS RAM
Al mismo tiempo que un estudio de Stanford confirma que la IA no da buenos consejos ni es terapéutica, tenemos esta nueva investigación que abre las puertas a un futuro con tarjetas RAM un tanto diferentes a los componentes de hardware actuales.
John LaRocco, de la Universidad Estatal de Ohio y coautor del estudio, aseguró que el desarrollo de microchips que sean capaces de imitar la actividad neuronal permite que se reduzca el consumo energético en reposo o cuando el sistema no esté en uso.
En esta ocasión, los investigadores se decantaron por el shiitake por su resistencia y durabilidad frente a diferentes factores como la radiación. Para el experimento fueron sembradas esporas de nueve placas de Petri con sustrato y fueron cultivadas bajo condiciones controladas.
Cuando el micelio cubrió toda la superficie, lo secaron al sol para garantizar su estabilidad. Luego conectaron cada muestra a un circuito diseñado específicamente para medir su respuesta eléctrica. Tras aplicar diferentes voltajes, pudieron observar la existencia de variaciones en función de la zona del micelio usada.
El dispositivo, denominado mushristor, llegó a alcanzar una frecuencia de 5.850 hercios con una precisión del 90 %, lo que supone una equivalencia a un cambio de estado cada 170 microsegundos. Aunque los memristores comerciales son capaces de duplicar esta velocidad, los resultados son prometedores en esta tarjeta RAM con hongos.
Los encargados de la investigación ven muchas posibilidades en esta tecnología experimental de bajo coste y gran potencial. El equipo también se encontró con que, al aumentar el voltaje, el rendimiento del hongo disminuía, pero consiguieron compensarlo agregando más muestras al circuito.
Aún está lejos que un ordenador basado en micelio pueda alimentar dispositivos convencionales, pero el experimento abre las puertas a que tarjetas RAM y otros componentes puedan ser desarrollados mediante hongos. De esta manera, estamos más cerca de una nueva generación de componentes biodegradables y sostenibles.
CPU Y TARJETAS RAM HECHAS DE HONGOS
Aunque esta investigación es más reciente, en el año 2023 un laboratorio británico llamado UCL fue capaz de construir con éxito un prototipo de PC hecho de hongos. Se trata de una computadora fúngica que empleaba principalmente el micelio de los hongos como reemplazo de los conductores y componentes eléctricos del equipo.
Podía de esta manera recibir y enviar señales eléctricas o retener información como una memoria. Las CPU y las memorias RAM a base de hongos llevan siendo objeto de investigación desde hace años, y cada vez están más cerca de ser una realidad.
Una curiosidad de este ordenador a base de hongos tiene que ver con el hecho de que usa una especie de hongo como base para las comunicaciones y el almacenamiento de datos. Los científicos de la UCL (Unconventional Computing Laboratory) de la Universidad del Oeste de Inglaterra, han descubierto que estos organismos vivos tienen la capacidad de enviar señales a través de su red biológica.
TARJETAS RAM Y OTROS COMPONETES ECOLÓGICOS
En un momento en el que algunas compañías abandonan la automatización por errores y la burbuja de la inteligencia artificial se pincha, sigue existiendo una gran demanda de diferentes componentes de ordenadores para utilizar esta tecnología, lo que lleva a que haya cierta escasez en algunos casos y en otros los precios se disparen.
Los científicos de la UCL han descubierto que estos hongos pueden enviar señales mediante una red biológica, obteniendo información del subsuelo o comunicándose con organismos circundantes. Y por este motivo los investigadores aprovecharon esta característica para poder beneficiarnos en el futuro de ellos.
En cualquier caso, hay que tener paciencia y calma, ya que este ordenador que fue creado a base de hongos no era capaz de ejecutar juegos ni otras aplicaciones, al tener un rendimiento bastante limitado. No obstante, sí que posee tolerancia a posibles fallas, además de poder ser reconfigurado y tener un muy bajo consumo de energía. Todas ellas son cualidades muy interesantes para los componentes futuros, como CPU o tarjetas de memoria RAM, entre otros.
Otro punto interesante sobre el potencial de esta tecnología es la capacidad que tiene para resolver cuellos de botella en campos como la inteligencia artificial o la computación cuántica en el futuro. Es por ello por lo que podría llevar a soluciones más eficientes y respetuosas con el medioambiente.
