Lejos de unir, el libro del Rey emérito ha actuado como un espejo que refleja dos posturas bien marcadas dentro de la misma casa. Por un lado, un grupo de familiares que respalda abiertamente a Juan Carlos I en esta nueva etapa. Por otro lado, un núcleo oficial que permanece junto al Rey Felipe VI, manteniendo una distancia institucional que habla por sí sola.
Este distanciamiento no es nuevo, pero el proyecto literario del emérito le ha dado un contexto concreto. Mientras algunos miembros viajan para visitarle o hablan sin tapujos a la prensa, el entorno más cercano a Felipe VI se mantiene con un perfil bajo y deliberado. No hay declaraciones estridentes, pero la composición de los bandos es evidente.
El círculo más fiel del Rey emérito
Entre los apoyos más visibles de Juan Carlos I destaca su hija mayor, la infanta Elena. Su respaldo no es de ahora; lleva años mostrándolo de manera práctica y constante. Es habitual que se desplace a Galicia para acompañarle durante las regatas. Pasan tiempo juntos siempre que pueden y, según se puede observar desde fuera, disfrutan de una relación muy estrecha.
Un apoyo quizás más llamativo es el de Froilán, su nieto. La elección de vivir con su abuelo en Abu Dabi no es un detalle menor. Se habría convertido en uno de sus grandes apoyos en el día a día, según fuentes citadas por Ok Diario. El sobrino del Rey Felipe se marchó de España a principios de 2023, pero cuando visita nuestro país y se encuentra con los micrófonos, no elude las preguntas de la prensa. En más de una ocasión, frente a las cámaras de la agencia Gtres o Europa Press, ha aprovechado para respaldar los movimientos del Rey emérito sin ambages.
Otro de los nietos, Pablo Urdangarin, también ha dado su opinión cuando le han preguntado. El joven reside en Barcelona, está centrado en su carrera deportiva e intenta, por lo general, permanecer lejos de todos los conflictos. Sin embargo, la publicación del libro le llevó a posicionarse. Aseguró que su abuelo está “en todo su derecho”, que le acompañará “en esta aventura” y que ve “con buenos ojos su iniciativa”.
La lista de nietos que simpatizan con el emérito continúa. Victoria Federica se siente, como ella misma ha expresado, “muy orgullosa de los valores que ha heredado de su familia”, según cita Ok Diario. Ha viajado en varias ocasiones a Abu Dabi para reunirse con Juan Carlos I. Hay fotografías que confirman estos encuentros familiares en su residencia actual. A estas citas también se han unido en el pasado su tía, la infanta Cristina, y el resto de sus hijos.
Los pilares discretos: la infanta Margarita y su familia
Más allá de los hijos y nietos directos, Juan Carlos I cuenta con el apoyo de su hermana, la infanta Margarita. Ella representa un vínculo con su generación y un respaldo silencioso pero efectivo. Ya no habla con la prensa, pero sus actos son elocuentes. Se ha desplazado hasta Sanxenxo más de una vez para pasar tiempo con su hermano.
Este apoyo familiar se extiende a la siguiente generación. Los hijos de la infanta Margarita, María y Alfonso Zurita, forman parte de este mismo círculo. Hace unas semanas, según se informó en su momento en varios medios como El Confidencial, se reunieron en Galicia. En aquel momento ya se conocía la fecha de lanzamiento de ‘Reconciliación’. Fue entonces cuando María Zurita afirmó sin rodeos a los medios, que tenía la intención de “leerse el libro”.
El equipo alrededor de Felipe VI
Frente a este grupo diverso y a veces muy vocal, el bando del Rey Felipe VI se presenta de otra manera. Aparentemente es más reducido en número, pero su cohesión es total. Está formado por quienes encarnan el futuro inmediato de la institución: el propio Felipe VI, la Reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Juntos conforman un equipo sólido y fuerte, una unidad de acción que prioriza la estabilidad de la Corona por encima de todo.
Sus Majestades los Reyes han tomado distancias con el resto de la familia de manera protocolaria y evidente. La dinámica no es nueva. Un ejemplo de lo excepcional de estos encuentros fue el 50 aniversario de la monarquía, durante un almuerzo en El Pardo donde se pudo ver a todos juntos. Sin embargo, ese tipo de imágenes son la excepción, no la regla. La agenda oficial del Rey Felipe y su familia sigue un camino separado, enfocado en sus funciones de Estado.
La princesa Leonor, como futura Reina de España, representa sin duda un valor fundamental para la institución. Es normal y lógico que se encuentre al lado de su padre, aprendiendo de su ejemplo y preparándose para el rol que le espera. Su hermana, la infanta Sofía, completa este núcleo. Juntas, bajo la guía de sus padres, forman la proyección de futuro de la monarquía.
En este mapa de alianzas familiares, hay una figura que tradicionalmente ha adoptado una postura de puente o neutralidad: la Reina Sofía. Según la información disponible, y en línea con su actitud durante los últimos años, ha mantenido una postura neutral en este episodio concreto del libro. No se la incluye en el grupo de apoyos explícitos al emérito, pero tampoco forma parte del núcleo operativo diario de Zarzuela.
