El evento astronómico del siglo se podrá disfrutar en España en 2026, siendo uno de los mejores rincones del planeta para disfrutarlo. Es por ello por lo que está generando un enorme interés a nivel mundial y muchas personas ya planean sus viajes a nuestro país para poder disfrutar del mismo in situ.
Ante la gran avalancha de visitantes que se esperan para disfrutar de este eclipse solar que cruzará España, comienza a haber preocupación entre los expertos, que insisten en la necesidad de garantizar la seguridad ante la organización de un evento masivo que puede desbordar a las comunidades autónomas.
EL EVENTO ASTRONÓMICO DEL SIGLO SE VERÁ EN ESPAÑA
El eclipse total de 2026 causa furor en España y dispara la demanda de alojamientos, siendo un evento astronómico único que no se vive en nuestro país desde hace más de un siglo. Este eclipse total se verá en buena parte del país, por lo que millones de personas podrán disfrutar del mismo sin salir de la península.
Se trata de un fenómeno que muchos no quieren dejar pasar por el enorme atractivo que siempre generan este tipo de eventos, pero más allá de ello existe cierta preocupación entre las instituciones. Esta no tiene que ver con el eclipse en sí mismo, sino en cómo gestionar la afluencia masiva a este evento astronómico en pleno mes de agosto.
Cuando haya un calor extremo, sumado a carreteras saturadas y servicios al límite, se convertirá en todo un desafío para las comunidades autónomas, que deberían desde ya ponerse manos a la obra para establecer medidas que permitan soportar el impacto de un evento de estas características
UN EVENTO ASTRONÓMICO CON GRAN IMPACTO SOCIAL
Este evento astronómico cruzará España de oeste a este en agosto del próximo año 2026, atravesando capitales, zonas costeras y áreas rurales que no están acostumbradas a recibir grandes oleadas de visitantes.
La conocida como franja de totalidad, que es la zona en la que el Sol quedará completamente oculto, será accesible desde provincias con una gran densidad de población. De hecho, a nivel internacional ya se promociona el turismo fijando el día del 12 de agosto de 2026 como una cinta ineludible en España, pudiendo así disfrutar de la espectacularidad de un eclipse solar.
Cada vez que sucede en algún país, son miles de personas las que se movilizan para poder disfrutar del mismo. De hecho, hace unos años, Estados Unidos se encontró con varios estados colapsados durante horas por desplazamientos masivos de los ciudadanos hacia los puntos de observación.
En España podría suceder algo similar el próximo verano, con el agravio de que en agosto las temperaturas pueden llegar a ser extremas. Todo ello supone que se sumen el tráfico, el calor y la presión hospitalaria para dar lugar a situaciones de un gran riesgo,tanto en espacios urbanos como rurales. Un eclipse se puede convertir en un gran desafío operativo, siendo requerida una adecuada planificación.
PRIMERAS PREPARACIONES PARA ESTE EVENTO ASTRONÓMICO
Desde el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ya han comenzado a poner en funcionamiento mesas de coordinación junto a otros ministerios. Se pretende que las comunidades autónomas identifiquen puntos de observación seguros, evalúen acceso y preparen planes de evacuación, además de reforzar equipos sanitarios.
De la misma manera, se pondrán en marcha diferentes campañas públicas para poder observar este evento astronómico sin riesgo para la vista. Se trata, por lo tanto, de un fenómeno que requiere de una enorme planificación para que se pueda desarrollar sin problemas.
La franja de totalidad, que se puede consultar en el Instituto Geográfico Nacional, incluye áreas con infraestructuras muy limitadas, con carreteras secundarias estrechas, pueblos pequeños sin capacidad para recibir miles de coches o parques naturales que funcionan con los mínimos recursos.
Algunas capitales contarán con puntos de observación urbana que podrán ser capaces de soportar una gran afluencia de visitantes, pero aun así el riesgo de colapso es real. Los servicios sanitarios deberán prepararse para soportar los golpes de calor, así como otras emergencias que puedan venir provocadas por las aglomeraciones de gente.
Todo ello llevará a que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también tengan que tener un papel relevante a la hora de gestionar las entradas y salidas de personas, tratando de crear un dispositivo que sea capaz de gestionar eficazmente la gran avalancha de personas hacia los puntos de observación.
CÓMO SERÁ ESTE EVENTO ASTRONÓMICO
Más allá de conocer el oscuro secreto del cosmos, existen otros fenómenos que son mucho más factibles para disfrutar en la Tierra, siendo uno de ellos el evento astronómico que podremos observar el próximo 12 de agosto de 2026.
Se trata de un eclipse de Sol que se podrá observar como total en una franja que cruzará las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, La Rioja y Navarra, y las Islas Baleares.
La fase de totalidad comenzará en torno a las 20:30 horas y durará cerca de un minuto y medio, coincidiendo con el momento en el que el Sol esté muy bajo en el horizonte, cerca de la puesta del Sol. En el resto de España, más alejados de la franja de totalidad, se podrá disfrutar de forma parcial, en algunos casos, cerca de la totalidad, pero sin llegar a ella.
Como el eclipse tendrá lugar cerca del atardecer, será necesario que todos aquellos que quieran disfrutar en plenitud de este evento astronómico deban desplazarse a un lugar con una vista despejada hacia el oeste, como campos abiertos o playas. Asimismo, será necesario evitar valles o áreas con elevaciones que puedan bloquear la visibilidad del Sol poniéndose.
Durante la duración del eclipse total, será imprescindible usar protección ocular apropiada para así evitar posibles daños en la vista. Esto implica la necesidad de utilizar gafas certificadas con la norma ISO 12312-2. No sirven ni gafas de sol, por muy oscuras que estas sean, ni vidrios tintados, ni tampoco filtros caseros.
Si se usan telescopios, prismáticos, cámaras u otros instrumentos ópticos, habrá que colocar un filtro solar homologado delante de la lente, nunca solo delante del ocular.
