Según la IA, estas posturas sexuales favorecen la conexión emocional, la cercanía física y permiten disfrutar del placer sin prisas, poniendo el foco en la intimidad compartida, más allá de la rapidez con la que se lleve a cabo el encuentro sexual. Desde clásicos como la cucharita o el misionero profundo, hasta propuestas más atrevidas como el punto X o la araña, hagamos un recorrido por las prácticas que pueden ayudarte a encender la chispa con tu pareja o casi algo, y reforzar el vínculo afectivo a través del sexo intenso y apasionado.
Para aquellas personas que buscan darle un aire distinto a su vida sexual suelen coincidir en lo mismo: no basta con el sexo automático y mecánico, es necesario también reforzar la conexión emocional y pasional. En este sentido, las posturas que potencian el contacto visual, el roce constante y la calma son las ideales para conseguir una experiencia placentera, más allá del orgasmo, más bien son posiciones que abrazan todo el proceso.
Los expertos destacan el “slow sex”, una práctica “moderna” que consiste en no centrarse solamente en llegar al clímax, sino en disfrutar de cada gesto, caricia y movimiento con la otra persona. Esa perspectiva encaja con las posturas sexuales románticas, en las que el objetivo es desarrollar lazos y vivir la intimidad con más ternura y menos sadomasoquismo, aunque, también es válido aplicarlo si disfrutas de ello. Para practicar posturas sexuales más románticas para una noche de amor intenso, contar con lubricantes o juguetes sexuales también puede ser un buen complemento, en muchas ocasiones, esto ayudaría a prolongar las sensaciones y explorar nuevas formas de placer. Ejemplos como “la cucharita con final feliz” o el “misionero profundo” permiten sentir intensamente a la pareja y adaptar el ritmo según las preferencias de ambos, y aunque son posiciones sencillas o básicas, créeme, deben ser inflables durante tu noche de pasión.
Posturas sexuales más románticas para una noche de amor: Los clásicos no fallan

Al hablar de posturas sexuales románticas, es imposible no mencionar la cucharita, ¡claro que nos encanta el movimiento horizontal! Esta posición, que muchos asocian al gesto de dormir abrazados en pareja, puede convertirse en una forma íntima y placentera de tener sexo. Al tumbarse de lado, ambos encajan como un puzle, eso sí, el ritmo lo determinan ustedes.
Otra inflable que siempre aparece fiel en las listas de mejores posturas sexuales es el misionero, aunque con variaciones. El misionero profundo, por ejemplo, permite mayor control sobre la intensidad de la penetración, sí, sí, lento, profundo e intenso, y, a la vez, mantiene el contacto visual y físico excitante que nos gusta tener con nuestra pareja.
El “perrito” es el clásico que sí o sí debes incluir en tu itinerario de una noche de pasión, aunque menos romántico a simple vista, puede adaptarse a un plano más íntimo si se acompaña de caricias y cercanía, aunque evidentemente sabemos que nos gusta fuerte y salvaje hasta caer y en rendición. Sin embargo, si prefieres la sutileza al practicar esta postura, la mujer se coloca de rodillas y el hombre detrás, lo que permite una penetración intensa y muy profunda, pero puede complementarse con besos para suavizar el modo bestia que despierta este tipo de posiciones.
Posturas sexuales que refuerzan el juego y la complicidad

Entre las posiciones más llamativas y favoritas está la del 69, en la que la pareja se da placer oral de forma simultánea. Más allá de lo evidente, lo interesante de esta postura es el intercambio energético y la posibilidad de poder llevar a la otra persona al punto máximo del deseo, solo usando la boca y un poco las manos.
Otra muy popular es la “silla de la reina”, sí, justo esa que se te vino a la mente, pensada para que la mujer tome el papel de protagonista mientras su pareja le practica sexo oral. El control de los movimientos harán que pierdas la cabeza, sin dejar de ser una Queen. En la misma línea se encuentra el “trono del rey”, donde el hombre se sienta en el borde de la cama y la mujer, de espaldas, se acomoda sobre él, de las favoritas de ellos, aunque bastante básica.
No todas las posturas sexuales románticas son conocidas. Algunas, como la “amazona”, ponen a la mujer al mando mientras el hombre permanece tumbado boca arriba. De este modo, eres tú quien marca el ritmo, te encanta, ¿no? También destaca la postura llamada “cinco”, una variante del misionero en la que la mujer coloca las piernas sobre los hombros del hombre. Y si lo que se busca es atreverse con algo diferente, el “desatascador” ofrece una experiencia más atrevida. Aquí, la mujer se apoya en una superficie a la altura de la cadera y el hombre la toma desde atrás. Suena intenso, y créeme, ¡lo es!