Afortunadamente, envejecer en España ya no implica perder autonomía ni seguridad con el paso de los días. El envejecimiento de la sociedad está claro, en la actualidad, más de un 20 % de la población nacional supera el umbral de los 65 años.
En la mayoría de los casos, las familias necesitan soluciones efectivas que permitan a sus seres queridos mantener una actividad vital funcional, que les haga mantener su calidad de vida. El principio fundamental para alcanzar este objetivo es que puedan seguir en casa, pero con la confianza de saber que no están solos. Por este motivo, la teleasistencia se ha convertido en ese apoyo invisible, pero constante, brazos que consiguen ofrecer el apoyo a quien lo necesita.
Una compañía siempre disponible
La inmensa mayoría de personas mayores quieren vivir solos, seguir siendo independientes. Sin embargo, aunque lo disfrutan, no pueden evitar sentir miedo ante una caída, un mareo o simplemente a la soledad. En esos momentos, tener un servicio cercano lo cambia todo. Sicor teleasistencia El Corte Inglés ofrece un sistema sencillo y eficaz para que los mayores puedan pedir ayuda con solo pulsar un botón y recibir asistencia inmediata.
Se trata de un sistema que va más allá de atender emergencias. También hay alguien al otro lado dispuesto a escuchar, orientar y acompañar. Esa cercanía humana es tan importante como la propia tecnología. Los hijos y nietos lo confirman, supone una tranquilidad enorme saber que sus padres o abuelos están protegidos las 24 horas, los 365 días del año.
La teleasistencia se debe concebir como un puente entre la independencia y la seguridad. Y eso lo saben muy bien en Sicor teleasistencia El Corte Inglés, donde cada servicio se adapta a las necesidades reales de la persona, desde el seguimiento de la salud hasta el acompañamiento emocional.
Un recurso vital en una sociedad que envejece
España es uno de los países más longevos del mundo, lo que representa una buena noticia, pero también un reto. La teleasistencia sirve de soporte al crecimiento constante de personas mayores ayudando a que vivan con más calma, más seguridad y más compañía.
Los beneficios son claros:
- Respuestas rápidas ante cualquier emergencia.
- Menos soledad y más acompañamiento.
- Tranquilidad para las familias, que saben que siempre hay alguien pendiente.
- Mayor autonomía para los mayores, que pueden seguir en casa sin renunciar a su seguridad.
Además de beneficiar a los usuarios, este servicio también contribuye a aliviar la carga de los sistemas sanitarios, evitando visitas innecesarias a urgencias y favoreciendo la prevención.
Merece destacar la labor que realiza Sicor teleasistencia El Corte Inglés en este entorno, motivo por el cual se ha consolidado como un referente, porque une lo mejor de la tecnología con algo tan valioso como es la atención humana.
El servicio de Sicor alarmas El Corte Inglés es innovador y diferenciador, entre sus beneficios están:
- Han desarrollado un modelo asistencial con tecnología avanzada 360º: en cualquier lugar, en todo momento y para todas las personas.
- Servicio inclusivo, que permite la atención de personas ciegas (pulsadores con señalización Braille), personas con dificultades en el habla y la audición (apps en Smartphone), personas con dificultad de movilidad (detección automática de caídas), personas con deterioro cognitivo (zonas de geoseguridad y localización en tiempo real) y enfermos crónicos (monitorización de constantes vitales y de la actividad física).
- Complementando al botón tradicional de teleasistencia ofrecemos diferentes sistemas tecnológicos que permiten generar una alarma para comunicarse con el Centro de Atención, mediante altavoces inteligentes que permiten generar una llamada mediante la voz de la persona usuaria. Así como mediante el empleo de "Tecnología vestible", que pasa a formar parte de la vida diaria de nuestros usuarios, gracias a la utilización de Smartwatch SOS y Apps específicas tanto para el usuario/a como para su familiar.
En definitiva, hablar de teleasistencia es hablar de calidad de vida. No se trata solo de pulsar un botón, sino de sentir que nunca se está solo. Y eso, para una persona mayor y para sus familias, es garantía de que la calidad de vida se mantiene.