Un experto en mecánica advierte que esta práctica, aparentemente inofensiva, fuerza al vehículo a operar con los sedimentos y residuos que se acumulan en el fondo del tanque. Estos sedimentos son succionados por la bomba de combustible, lo que puede provocar la obstrucción del filtro, daños en los inyectores y un desgaste de componentes críticos del motor del coche.
Además de los elevados costes de reparación, esta práctica conlleva importantes riesgos de seguridad y posibles sanciones económicas si deriva en una inmovilización del vehículo en la vía pública por esta mala práctica habitual.
2Consecuencias mecánicas y daños en componentes críticos

El recorrido de estos sedimentos una vez succionados por la bomba es el siguiente eslabón en esta cadena de deterioro. En primer lugar, las impurezas pasan por el filtro de gasolina. Este componente tiene la función de actuar como barrera para evitar que los residuos lleguen al resto del sistema. Sin embargo, cuando la cantidad de sedimentos es constante y abundante, el filtro puede saturarse y obstruirse con rapidez. Un filtro obstruido es sinónimo de una disminución del flujo de combustible hacia el motor.
Si el filtro de gasolina falla por completo o está dañado, o si el vehículo careciera de él, las consecuencias son aún más severas para el motor del coche. Los residuos y sedimentos alcanzan componentes de alta precisión y costosa reparación: los inyectores y la propia bomba de combustible. La presencia constante de estas impurezas genera un desgaste en estas piezas críticas. Los inyectores, diseñados para pulverizar el combustible, pueden obstruirse o ver alterado su funcionamiento, lo que deriva en una pérdida de potencia del motor.
Además del daño por impurezas, circular en reserva provoca otro problema mecánico igual de grave: la falta de lubricación y refrigeración para la bomba de combustible. El propio combustible actúa como refrigerante del componente. Cuando su nivel es bajo, la bomba empieza a funcionar en seco, sobrecalentándose y sufriendo un desgaste serio. Incluso puede llegar a succionar aire, lo que provoca una pérdida de presión que dificulta el arranque del vehículo.