Aparentemente, la relación entre la Moncloa y Zarzuela estaría atravesando un momento delicado, según las informaciones que maneja el periodista Javier Portillo del diario ‘La Razón’. Fuentes cercanas a la Casa Real habrían confirmado que existe una supuesta «orden no escrita» para limitar al máximo el contacto entre el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reduciendo sus apariciones conjuntas a lo estrictamente protocolario.
El conflicto entre ambas instituciones habrían sido los disturbios de Paiporta durante una visita real el año pasado, un episodio que afectó tanto a Presidencia como a Zarzuela. Esta distancia parece haberse hecho todavía más evidente en las recientes visitas a zonas afectadas por incendios forestales en España, donde los Reyes mostraron una proximidad con los afectados muy diferente al dispositivo de seguridad del presidente de Gobierno.
Las fuentes consultadas por el medio ‘La Razón, que son cercanas a la Casa Real, no dudaron en calificar la relación entre Felipe VI y Pedro Sánchez como «rota», describiendo además que la comunicación se limita exclusivamente a los canales oficiales de sus respectivos gabinetes.
3Las consecuencias institucionales de una relación fracturada

Este alejamiento entre la Moncloa y Zarzuela tendría consecuencias concretas que van más allá del simbolismo. Casimiro García-Abadillo, director de ‘El Independiente’, considera que la lógica institucional habría exigido que la visita de los Reyesa a tales zonas devastadas por los incendios, contara también con la presencia de Pedro Sánchez. «Ante un drama como este, el presidente del Gobierno tiene que acompañar al Rey, estar con él y saludar a la gente», afirmaba el periodista, quien agregó a su opinión personal que: «no podemos tener un presidente del Gobierno que teme la calle».
La falta de respaldo y acompañamiento ministerial a los Reyes en sus desplazamientos al Lago de Sanabria en Zamora y a Las Médulas en León sería otra muestra de este distanciamiento entre el jefe de Estado y el jefe de Gobierno. Moncloa habría declinado que los ministros implicados en la gestión de los incendios acompañaran a los monarcas, delegando el refrendo del poder Ejecutivo al Rey en la figura de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en una decisión cuanto menos, peculiar.