Felipe VI envía un contundente mensaje al Gobierno tras su última visita: «¡Dios!»

La visita de los reyes por las zonas afectadas por los incendios forestales continuó el jueves por Galicia y este viernes visitarán Extremadura. Más allá de cumplir con la agenda institucional, los monarcas han demostrado su compromiso con los más afectados.

-

La visita de los reyes, Felipe VI y Letizia Ortiz a las áreas devastadas por los incendios forestales en España trascendió el protocolo institucional para convertirse en un acto de profunda humanidad, considerando que los monarcas han interrumpido sus vacaciones de verano para volver al país y hacer frente a la situación que se ha extendido por semanas. 

Durante el recorrido por las zonas afectadas de Zamora y León, mantuvieron palabras y gestos de respaldo, especialmente cuando visitaron el emblemático paraje de Las Médulas, se han mostrado consternados por la magnitud de la tragedia, pero también enviaron un mensaje de esperanza hacia la reconstrucción del lugar y su compromiso con los afectos, «hay un halo de esperanza». 

2
La crudeza del paisaje calcinado en Las Médulas ha sacudido a los reyes 

La crudeza del paisaje calcinado en Las Médulas ha sacudido a los reyes 
La crudeza del paisaje calcinado en Las Médulas ha sacudido a los reyes | Fuente: Casa de S.M el Rey

La segunda parada de la semana de la agenda real fue quizás la más impactante para los monarcas. El Parque Natural de Las Médulas, un paisaje cultural único declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha quedado altamente afectado por los incendios forestales.

La preocupación por su estado es tal que la Organización Internacional se plantea incluirlo en la lista de patrimonio en peligro si no se actúa con urgencia. Ante este caso, los reyes se acercaron a la Casa del Parque y, desde el Mirador de Orellán, contemplaron la panorámica aérea de los destrozos causados por las llamas, desde allí se evaluaron estrategias para su recuperación.

Según recoge el Diario de León, el rey Felipe comentó, visiblemente afectado, su preocupación por el lugar: «¡Dios, los castaños!». Esta reacción visceral califica la magnitud del impacto de los incendios, tanto en las zonas afectadas como en los españoles.

Desde ese punto pudo ver «perfectamente el paisaje quemado», una situación que calificó como «dura pero esperanzadora». El monarca se ha mostrado preocupado, y con una actitud inquietante por los habitantes de las poblaciones aledañas, cuyas «vidas cotidianas han cambiado para siempre». En la provincia de León, las cifras oficiales hablan de 107.324 hectáreas devoradas por el fuego.

Publicidad