La televisión en España ha sido, durante años, un escaparate donde los rostros conocidos no solo se muestran, también se exponen. Y cuando esa exposición no se gestiona adecuadamente, las consecuencias pueden ser más profundas de lo que parecen en pantalla, tal lo vimos con Montoya. Lo ocurrido en la última emisión de ‘¡De Viernes!’, el programa de Telecinco, es un ejemplo claro de cómo la opinión pública puede influir negativamente en quienes atraviesan un momento vulnerable. El caso de Montoya pasó de ser un tema mediático a convertirse en un problema de salud que debió ser atendido profesionalmente.
La disculpa de José Antonio León no borra las críticas pasadas, pero sí representa un cambio de perspectiva en una televisión que pocas veces se detiene a mirar el daño que puede causar a las figuras públicas. El testimonio de los padres de Montoya, sumado a la voz del propio joven, sugiere en primer plano la importancia de cuidar la salud mental de quienes se exponen en pantalla.
3Montoya rompe el silencio y se reencuentra con su público

José Carlos Montoya había estado desaparecido por completo de la escena pública, lo que generó todo tipo de especulaciones. Pero el pasado 21 de julio, el joven rompió su silencio con un comunicado en redes sociales: «La salud mental no es un juego, y gracias a tener un entorno sano que me ha puesto en manos de grandes profesionales». Con esta frase, dejó en claro que lo que muchos veían como una retirada estratégica, en realidad tenía una causa seria, profunda y médica.
Pocas horas después, reapareció en sus redes sociales con una versión extendida de lo ocurrido, explicando en sus propios términos por qué se alejó del foco. La exposición constante, las críticas en redes y el ritmo frenético de los programas de telerrealidad lo habían sobrepasado. Ahora, según sus padres, Montoya tiene «ofertas de publicidad y televisión», pero él «prefiere retomar la música». Esta transformación en sus prioridades muestra que está buscando caminos que le generen bienestar emocional.
Este sábado se espera que participe en La Velada del Año de Ibai Llanos, lo que marca un paso importante en su recuperación y en su reencuentro con el público, esta vez en un entorno distinto al de la televisión tradicional. Lo ocurrido con Montoya vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre cómo se trata a los personajes públicos en los programas de opinión y entretenimiento.