La princesa Leonor de nuevo ha dado de qué hablar, y no precisamente por asuntos institucionales. Su paso por Marín, donde culmina oficialmente su formación naval, habría estado marcado por un ambiente festivo que aparentemente se estaría volviendo costumbre, según EN Blau. Acompañada por los guardiamarinas del Juan Sebastián Elcano, a la heredera al trono de España, se le ha visto de madrugada disfrutando de la noche pontevedresa, manteniendo una actitud menos erguida y cada vez más natural, cercana y alejada del rígido protocolo.
Con esto, la primogénita de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, no solo muestra otro rostro de la Casa Real, sino que también lleva al límite los nervios de su escolta, que ya tiene experiencia controlando las escapadas nocturnas de Leonor.
3Comparaciones inevitables entre miembros de la Casa Real y una heredera diferente

La Reina Letizia se reencuentra con la Princesa Leonor tras cuatro meses sin verse | Fuente: CASA DE S.M. EL REY
El comportamiento de Leonor ha despertado comparaciones inevitables con su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I, conocido también por sus noches de fiesta y escapadas informales. Sin embargo, expertos en Casa Real que siguen de cerca a la princesa aseguran que no se trata de situaciones de excesos ni de conductas fuera de control, sino de una joven que busca explorar su etapa como cualquier otra persona de su edad.
Tal como expresó la periodista Pilar Eyre en el blog que tiene en la revista Lecturas, la escritora se ha manifestado escribiendo: «Cuando la mayoría de las chicas a su edad están disfrutando de su entrada en la vida adulta, viajando con sus amigos en plan mochilero, yendo a discotecas, bailando en la playa las noches de luna llena o besando a un muchacho como si el mundo no existiera, Leonor tiene que convivir con 76 compañeros desconocidos. Sí, en un ambiente ajeno, puesto que nunca antes la habíamos visto navegar, y separada de todos, familia, amigos, país, vagabundeos y diversiones».
Su presencia en fiestas universitarias o bares, aunque no pasa desapercibida, tampoco genera escándalos, ni se caracteriza por tener conductas inadecuadas. Más bien, hay una percepción de normalidad que muchos celebran y otros observan con lupa. En un tiempo donde la monarquía española busca mayor conexión con la ciudadanía, la imagen de Leonor siendo una joven cercana podría ser una ventaja.