Con las altas temperaturas, nuestro cuerpo empieza a rechazar comidas pesadas. Nos pide frescura, algo ligero, rápido y fácil de digerir. En este contexto, el pescado se posiciona como uno de los alimentos más recomendables de la temporada: versátil, nutritivo y perfecto para esos días en los que el calor agobia pero el apetito sigue intacto.
Desde las tradicionales sardinas hasta el sabroso bonito del norte, hay muchas opciones en los supermercados ideales para disfrutar del pescado en verano sin complicarse demasiado. Ensaladas, ceviches, tartares o incluso al horno con verduras, las posibilidades son tantas como beneficios ofrece este alimento que, en los meses estivales, cobra un protagonismo que no debería pasar desapercibido.
5Bacalao: una opción ligera y que siempre sorprende

Quizás el bacalao no sea el primer pescado en el que pensamos cuando llega el verano. Sin embargo, su versatilidad y su bajo contenido en grasa lo convierten en un comodín perfecto para esta época. Además, su textura firme y sabor suave permiten integrarlo en muchísimas recetas.
El bacalao aporta proteínas completas, vitamina B12, fósforo y selenio. En verano, una de las formas más prácticas de consumirlo es desmigado sobre una ensalada de tomate, acompañado de huevo duro y aceitunas negras. También es ideal en una versión ligera del clásico “ajoarriero” o incluso como parte de una ensaladilla fresca, donde aporta sabor y textura sin resultar pesado.
Lo bueno es que, al tratarse de un pescado muy utilizado en cocina tradicional, hay infinidad de recetas que se pueden adaptar a formatos más livianos y veraniegos. Solo es cuestión de animarse a probar y dejar que su sabor nos sorprenda.