Con las altas temperaturas, nuestro cuerpo empieza a rechazar comidas pesadas. Nos pide frescura, algo ligero, rápido y fácil de digerir. En este contexto, el pescado se posiciona como uno de los alimentos más recomendables de la temporada: versátil, nutritivo y perfecto para esos días en los que el calor agobia pero el apetito sigue intacto.
Desde las tradicionales sardinas hasta el sabroso bonito del norte, hay muchas opciones en los supermercados ideales para disfrutar del pescado en verano sin complicarse demasiado. Ensaladas, ceviches, tartares o incluso al horno con verduras, las posibilidades son tantas como beneficios ofrece este alimento que, en los meses estivales, cobra un protagonismo que no debería pasar desapercibido.
1Sardinas: pequeñas pero con un poder nutricional gigante

Si hablamos de pescado de temporada, es imposible no empezar por las sardinas. Estas pequeñas joyas del mar no solo están en su mejor momento durante el verano, sino que también ofrecen un perfil nutricional difícil de igualar. Son económicas, fáciles de conseguir frescas y, lo mejor de todo, están llenas de sabor.
Las sardinas son ricas en omega-3, uno de los ácidos grasos más estudiados por su capacidad para proteger el corazón, reducir los triglicéridos y controlar la inflamación. Además, son fuente de vitamina D, calcio, fósforo y selenio, lo que las convierte en una opción ideal para reforzar huesos y sistema inmunológico.
En cuanto a su preparación, la variedad es infinita. En zonas costeras son protagonistas indiscutibles de los espetos, aunque también brillan al horno, a la plancha o en escabeche frío, una opción perfecta para tener listas en la nevera y disfrutar en cualquier momento. Las sardinas demuestran que el pescado no necesita de técnicas complicadas para ser delicioso.