Este martes, el conocido dúo argentino Pimpinela estuvo presente en el programa ‘La Revuelta’ conducido por David Broncano para promocionar su gira. Lucía y Joaquín Galán, hermanos y artistas, han ofrecido detalles sobre su tour llamado: ‘Noticias del amor’, con el que planean recorrer España este otoño.
Además, durante la entrevista, los cantantes mostraron una complicidad contagiosa que transitó entre risas, confesiones y alguna que otra escena de tensión leve que dejaron claro cómo han sabido equilibrar su vínculo a lo largo de más de cuatro décadas.
1El dúo Pimpinela sigue reinventándose y lo demostraron en ‘La Revuelta’

El dúo musical, Pimpinela, se ha mantenido por más de 40 años en la industria artística y han confesado que en España se sienten como en casa. Lucía y Joaquín Galán admitieron que esta tierra es su segunda patria gracias a sus raíces familiares: su madre era leonesa y su padre asturiano. Esta conexión con España se verá reflejada en la gira que preparan para el mes de septiembre, pero desde ya se percibió en la cercanía que mostraron con sus seguidores.
Durante la entrevista, los hermanos compartieron con David Broncano dos regalos muy representativos de su cultura argentina: un vaso para mate y una chocotorta, preparada por la hija de Lucía, Rocío, quien se encontraba también en el programa, para una participación posterior. Aparte de eso, una de las escenas que generó más risas fue cuando el presentador ironizó sobre que muchos no sabían que eran hermanos y no pareja, dada la conexión que siempre han mostrado en el escenario y el tipo de temas que cantan.
Más allá de la música, Lucía y Joaquín también aprovecharon su intervención en ‘La Revuelta’ para comentar cómo su relación ha tenido momentos difíciles. David Broncano preguntó si jugar al ping pong juntos; una afición conocida entre ellos y cariñosamente apodada «Pingpongela», había generado algún riesgo de separación. Joaquín confesó que ese no había sido el motivo en sí, pero reconocieron que «por otras cosas ha habido que resetear». Incluso, admitieron que han tenido que acudir a terapia para cuidar su convivencia. «Nos peleábamos tanto que tuvimos que ir a terapia profesional», confesó. «Jugamos campeonatos entre los dos y hay discusiones graves. Que si la pelota tocó la red, que si fue al borde… Es tremendo», contó Joaquín. «Y encima se hacen los cancheros como si lo hubieran hecho a propósito», agregó Lucía.