La partida del mayordomo, Rómulo Baeza, ha dejado un vacío imposible de ignorar en el palacio de ‘La Promesa’. Ahora bien, tras su marcha, todos en el área del servicio, desde las doncellas hasta los lacayos, daban por sentado que Ricardo asumiría el cargo de mayordomo jefe. Incluso, le entregaron una chaqueta de gala, símbolo de su asegurado ascenso.
Ricardo, a quien vimos ilusionado, comenzaría a ejercer su nuevo rol, pero en los pasillos de poder, Leocadia ya había movido sus fichas. La decisión de la mujer, aprobada por el marqués, romperá todas las expectativas y alterará la jerarquía del servicio. Un nuevo candidato llegará a ‘La Promesa’ para ocupar el puesto más codiciado, y su identidad es la última que cualquiera en el palacio habría imaginado.
1La batalla por el bastón de mando en ‘La Promesa’

Ricardo desde hace tiempo estaba demostrando lealtad y capacidad para ejercer el rol de mayordomo jefe. Las doncellas, convencidas de su nuevo rol dentro del área, actuaron con esa premisa al regalarle la chaqueta que sería su nuevo uniforme tras la partida del señor Baeza. Su entusiasmo será palpable y entre pasillos, todos parecen celebrar este nombramiento. Pero Leocadia, cuya influencia en cada decisión del palacio es determinante, jamás confirmó esa sucesión.
Ella tiene sus propias agendas, y esta vez, de forma malvada, ha guardado silencio hasta el último momento. En el capítulo de hoy de ‘La Promesa’ veremos la llegada de un postulante externo, y no se trataría de un simple contratiempo; es más bien una jugada bien pensada que alterará la dinámica interna del servicio. ¿Por qué traer a alguien que no pertenece a ‘La Promesa’ cuando Ricardo está preparado? La tensión se posicionará entre los empleados, ahora regidos por la señora de Arcos. ¿Quién es este recién llegado y qué relación tiene con Leocadia? La estabilidad del área del servicio desaparecerá.
Ricardo, por su parte, notará que algo no va bien. Se percatará de la ausencia de una confirmación oficial, el sigilo de Leocadia y ciertos rumores entre los compañeros comenzarán a hacerle dudar. Lo que parecía un reconocimiento a su trayectoria y dedicación, podría convertirse en una decepción pública si el nuevo candidato es aprobado por los nobles.
Pero te contamos más detalles a continuación.