Los problemas entre Juan Carlos I y Felipe VI habrían alcanzado un nuevo punto aún más crítico durante el fin de semana, cuando padre e hijo mantuvieron una llamada telefónica que, según fuentes cercanas a la Casa Real, duraría alrededor de 15 minutos, pero la misma estaría cargada de gritos, recriminaciones y un clima de confrontación que habría sido imposible de disimular.
La raíz del conflicto ya es conocida: la publicación de las memorias del emérito, y Felipe VI no estaría dispuesto a permitir que esa publicación ponga en riesgo la imagen institucional, ni la transición al trono de su hija, y mucho menos, la estabilidad emocional de su madre, la reina Sofía.
3La tensión crece con el libro de Urdangarin

La publicación de las memorias de Juan Carlos I pautadas para este año, no es el único foco de preocupación en Zarzuela actualmente. Iñaki Urdangarin, exmarido de la infanta Cristina, parece estar ultimando su propio libro, con un tono más personal y emocional, pero sin guardarse nada. Su lanzamiento, previsto para este mismo otoño, podría coincidir con el del emérito, y esto podría elevar aún más la presión sobre la Casa del Rey.
El entorno de Felipe VI reconoce que estas dos publicaciones supondrían una tormenta abismal. Urdangarin estaría dispuesto a hablar sobre su paso por prisión, la ruptura con la familia real, el vínculo con la infanta Cristina y hasta sus impresiones personales sobre la Corona española. El temor de Felipe VI es porque estos libros pondrían sobre la palestra temas incómodos y sensibles, especialmente ahora que la princesa Leonor comienza a asumir protagonismo como heredera al trono.
Desde el entorno de la monarquía se estaría optando por una estrategia de silencio absoluto. Según Monarquía Confidencial, la consigna interna es: «En Zarzuela, la consigna es no hacer comentarios sobre las memorias de Urdangarin». Se teme que cualquier respuesta desde la Casa Real pueda avivar la polémica o darle más visibilidad al asunto.
Por su parte, fuentes próximas a la Casa Real aseguran que la infanta Elena haría optado por mantenerse alejada de este conflicto. Sin embargo, el clima general dentro de Zarzuela parece ser de incomodidad. Se percibe que los movimientos del emérito y del exduque consorte estarían motivados por la necesidad de dar su versión y el deseo de cerrar etapas, sanar heridas públicas… y aparentemente, hacer negocio.
Para Juan Carlos I, estas memorias sugiere una oportunidad de dejar su huella definitiva en la historia de España desde su propio punto de vista. «Son unas memorias ricas en anécdotas que no eluden los episodios más significativos de nuestra historia reciente, pero tampoco las alegrías ni los malos momentos de su vida íntima y personal», apunta el comunicado de la editorial, en el que se ha anunciado el lanzamiento de Reconciliación. Para Urdangarin, esta puede ser la forma de limpiar su imagen pública después del escándalo del caso Nóos.